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07sep16


Pandillas cruceñas toman el control del microtráfico


Más de 1.200 pandillas en Santa Cruz que son conformadas por adolescentes y jóvenes cuyas edades oscilan entre los 11 y 25 años tomaron posesión de las villas, barrios y zonas de la ciudad y están muy ligadas a un sistema que se ha convertido para la policía en un nuevo escollo para ser desmantelado, el 'microtráfico'.

"Las pandillas en Santa Cruz de ahora ya no son como las de antes, donde el principal elemento de su conformación era plasmar domino del territorio a través de actos violentos, ahora se ha convertido en la antesala de organizaciones criminales que buscan otro tipo fines son esquemas más complejos siendo uno de ellos el microtráfico de sustancias controladas", explica el sociólogo y criminólogo Miguel Seoane.

En el mes de agosto, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) han registrado un promedio de dos casos por días en distintas zonas de Santa Cruz ligadas con pandillas, los mismos que han estado referidos con reyertas o peleas, agresiones a particulares e incluso asesinato.

"Lo que más nos llama la atención es que la mayor parte de estos casos tenemos que derivarlos a la FELCN (Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico) porque están relacionados con el microtráfico", señaló el director de la FELCV, coronel Gonzalo Molina.

En busca de más poder

Para Seoane la proliferación de estos grupos ahora es mayor porque quienes lo conforman no solo han comprendido que es un "juego" de prevalencia sobre otros o de demostrar quién es el más fuerte sino que ahora pueden adquirir un poder mayor a través del tráfico de la venta de drogas porque son un puente entre los traficantes y los colegiales.

"Los traficantes buscan enlazar a las pandillas para que sean sus agentes de venta, su interés es llegar a los colegios y generar el consumo de marihuana e incluso de cocaína, pero ¿por qué les interesa ellos?, porque son menores de edad, porque si son atrapados podrán ser liberados y lo mejor no podrán revelar los nexos con los cabecillas de la red, que muchos casos ni los conocen, porque en ese proceso también actúan intermediarios", explica el criminólogo.

Para la Policía esa relación entre pandilleros y traficantes es una bola de nieve que va creciendo cada vez más porque la primeras han empezado a demarcar territorios con el fin de complacer a los proveedores de droga y hacerles entender que en su área de acción pueden captar potenciales consumidores de droga.

"Es ahí donde surge la disputa por el territorio, las pandillas toman control de dos, hasta cinco unidades educativas de determinado barrio y pretenden consolidar supremacía sobre una determinada zona, sin embargo, se enfrenta a otra que puede ser alentada por otro grupo de traficantes ello deriva en peleas y violencia", explica el investigador de delitos de menores, Daniel Colque.

Colque agrega que muchos de estos casos se archivan porque los familiares de los adolescentes que quedaron lastimados en alguna pelea llegan a conciliar con los de los agresores.

Sólo se canaliza a una etapa previa de investigación cuando el daño es irreversible o se ha identificado un delito mayor como tenencia de armas de fuego o una mayor cantidad de droga que está sobre los 100 gramos y que establece un tráfico de estupefacientes.

Riesgo para todos

La muerte de Carlos Vidal Tamo "Fico"de 45 años, pasajero de un microbús, por una bala perdida que se originó de una reyerta entre pandilleros que son menores de edad puso de manifiesto una realidad mucho más preocupante en este esquema de la relación entre pandilleros y traficantes de droga.

El hecho que sucedió a mediados de agosto conmociono a la sociedad cruceña porque la víctima era alguien que no tenía nada que ver en la disputa y refleja la vulnerabilidad a la que están expuestas todos los habitantes de una ciudad que por sus registros de violencia cada vez es una de las más inseguras.

El director de la FELCC Juan Carlos Ramos reveló de la hipótesis de que el hecho fue a raíz de una disputa territorial entre pandillas vinculadas a grupos de microtráfico y que era algo que se está haciendo más común en varias zonas de la ciudad.

Según Seoane la proliferación de las pandillas es más preocupante porque al margen de constituirse en escuelas delincuenciales son difíciles de controlar y aún más de extinguirlas porque son parte de las problemática de la misma estructura de una sociedad que tiene crisis de principios y valores.

Desde la cárcel

Según el criminólogo los padres de familia y las juntas vecinales no conocen bien esa realidad porque lo único que demandan es mayor control policial y patrullaje en las calles, Sin embargo no saben que el problema emerge desde el mismo hogar y las unidades educativas.

"El traficante es producto de ello y a diferencia de otros niveles sabe muy bien cómo se estructuran las pandillas, usualmente es alguien que tiene entre 30 y 45 años con antecedentes penales y que puede estar ligado a un clan mayor, y llega a los cabecillas de estos grupos, que en algunos casos son mayores de 18 hasta 25 años, estos se encargan de reclutar menores de edad que a su vez a través de una manipulación psicológica y física asumen la tarea última de vender y traficar con la droga en los colegios", explica Seoane.

La policía admitió que en muchos casos las padillas son dirigidas desde el penal de Palmasola por traficantes que están presos, algunos operativos determinaron los nexos al revisar los movimientos y llamadas que hacen los internos a los intermediadores y estos asu vez a los cabecillas de las pandillas.

El director nacional de Régimen Penitenciario, Jorge López, dijo que está en marcha un proyecto para implementar en la cárcel de Palmasola de Santa Cruz equipos de seguridad para evitar el ingreso de armas de fuego e impedir el uso de dispositivos móviles.

"Buscamos reforzar la seguridad en Palmasola (con equipos) que contempla la instalación de un detector de metales, un escáner e inhibidores de frecuencia que sirven para que no lleguen las señales a los teléfonos celulares", aseguró López en una visita al centro penitenciario.

Ramos señaló que la tenencia de armas de fuego de grupos de pandillas se origina desde la misma cárcel y ello abre otro espectro que esta vinculado a un tráfico ilegal de armas que es más de difícil de controlar.

Si bien todavía no es común que las pandillas usen armas de fuego existe una tendencia ascendente en función al número de casos registrados en los últimos cinco años.

Según archivos policiales en 2010 sólo se registraron dos casos relacionados con el uso de arma de fuego de algún menor de edad que tiene vínculo con alguna pandilla, en cambio, en 2015 se han registrado 24 casos de menores de edad portando armas de fuego.

Entre 2015 y 2016 cuatro asesinatos con arma de fuego están relacionados con pandilleros. Hasta la fecha se han contabilizado más de 1.200 pandillas en toda la ciudad y las áreas de mayor proliferación son el Plan Tres Mil, la villa Primero de Mayo, Palamasola, avenida Brasil, 16 de Julio, Santos Dumont, Tres Pasos al Frente y barrio Roca Coronado.

Crisis estructural

Para Seoane el problema estructural infiere que no se puede solucionar con más efectivos policiales o un mayor equipamiento a la policía sino a través de políticas que deben venir desde el gobierno y los subgobiernos como las alcaldías y gobernaciones y que deben estar dirigidas más que todo a las familias.

"Las familias son el núcleo fundamental para extinguir a las pandillas porque su desestructuración y debilitamiento como célula fundamental de la sociedad alimenta a la expansión de estos grupos que afectan a las actuales generaciones", sostiene el sociólogo.

Para Colque la solución a la problemática también tiene que incluir fundamentalmente a un mayor control de las redes sociales que son herramientas que usan estos grupos, con la necesidad de crear una policía informática que incluso busque los nexos de estos grupos con otras acciones ilegales como la trata y la prostitución.

Asimismo, ambos consideran que los medios de comunicación también tienen una gran responsabilidad en el control de su programación y contenidos desde los informativos hasta los programas de reality show que marcan la mayor tendencia en la actualidad en función a lo bueno y malo de una actitud.

[Fuente: Urgentebo, Santa Cruz de la Sierra, 07sep16]

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