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03may06
Comienza la negociación con las empresas petroleras.
Las negociaciones entre el gobierno boliviano y las petroleras extranjeras parecen abrirse paso hoy, tras señales de ambas partes en esa dirección y bajo la premisa de que la nacionalización de los hidrocarburos es irreversible.
El ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz, negó gravedad a las reacciones de las transnacionales y los gobiernos de sus países sede, ante la medida anunciada el lunes último por el presidente Evo Morales y adelantó un pronto inicio de conversaciones.
Al mismo tiempo, tanto la Cámara de Hidrocarburos, que agrupa a las empresas del rubro, como la española Repsol, pese a criticar la nacionalizacíón, se declararon dispuestas a las negociaciones, y la francesa Total inició contactos con el gobierno.
En un encuentro con la prensa extranjera, Soliz explicó que las pláticas se darán en dos niveles, uno referido a los nuevos contratos de servicios que las compañías extranjeras deberán firmar en un plazo de 180 días y otro sobre la adquisición por el Estado de paquetes accionarios decisivos en empresas privatizadas en la última década.
En el primer caso, habrá previas auditorías de cada empresa, en un plazo de 60 días, para lo cual ayer se creó una unidad especializada en el Ministerio de Hidrocarburos.
Las auditorías servirán para esclarecer montos de inversión y costos y determinar el rendimiento de cada yacimiento y la participación estatal, fijada en principio en un máximo de 82 por ciento del valor de la producción.
Apuntó Soliz que si las auditorías lo determinan, esa participación podrá subir inclusive a 90 por ciento, o ser menor de 50 por ciento, según el caso.
Sobre las cinco empresas privatizadas en las que el Estado será socio mayoritario, anunció un proceso de conciliación previo para determinar los valores de los pequeños paquetes que pasarán al Estado y se sumarán al también estatizado paquete de casi 50 por ciento correspondiente a un fondo social.
Lo ideal, dijo, es concertar con las compañías privatizadoras el monto a pagar por esas acciones, pero si no hay acuerdo, se aplicará un artículo de la Constitucion que autoriza la expropiación por necesidad y utilidad pública.
Al proyectar con serenidad las negociaciones, el ministro consideró naturales las reacciones de los países interesados y apuntó que es normal que los ejecutivos de Repsol expresen tristeza por la nacionalización, de la misma manera que el pueblo se regocija.
Descartó la posibilidad de que Brasil deje de adquirir gas boliviano, pues lo necesita sobre todo para el emporio industrial de Sao Paulo y para el futuro.
Desalentó eventuales procesos de arbitrajes de las transnacionales contra el Estado boliviano, y dijo que la ejecución de los fallos demora años, lo que no es conveniente para las compañías, que evitarán por tanto el procedimiento.
Soliz reveló que el gobierno, para loa procesos de auditoría, conciliación de información económica y control de las transnacionales, contará con asesoría de expertos de Noruega y Canadá, países con experiencia en la materia y sin empresas en Bolivia.
Al defender la intervención militar de las instalaciones petroleras, señaló que se decidió por seguridad y en forma disuasiva, ante la posibilidad de que las empresas negaran el ingreso a los técnicos de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
El ministro de Defensa, Walker San Miguel, felicitó en nombre del gobierno a los militares por su participación en la nacionalizacíón y el presidente Evo Morales pidió a uniformados y organizaciones sociales que sugieran nombres para conformar los directorios de las empresas recuperadas.
[Fuente: Prensa Latina, La Paz, Bol, 03may06]
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