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16ene04
Ganaderos contratan a sicarios para vengar la muerte del alcalde.
Un clima de terror reina en la ciudad. Afiches pegados en viviendas y edificios públicos, con la fotografía del fallecido alcalde Eduardo Abularach, advierte "que no se permitirá más asesinatos ni actos de barbarie (...) que la muerte de la ex autoridad será vengada y que el pueblo debe expulsar a la monjas del lugar, porque predican el odio y el resentimiento de clases".
Hombres armados pasean a caballo o en vehículos por las polvorientas calles de la ciudad, ante la indiferencia de la pequeña guardia policial, amenazando y hostigando a los indígenas del lugar y al que pertenecía Fernando Malúe, el confeso asesino de Abularach.
"Los ganaderos de San Ignacio de Mojos han contratado matones y sicarios para vengar la muerte de su alcalde", dijo el ministro de Asuntos Indígenas, Justo Seoane, quien adelantó que el próximo 19 de enero una comisión del gobierno se trasladará a la zona para dialogar con las autoridades locales y originarias y prevenir conflictos mayores.
Gestiones de Seoane pemitieron el "rescate" de tres familias de líderes indígenas y sobre quienes pesan sentencias de muerte dictadas por los ganaderos de Mojos, "que creen que la dictadura y la ausencia de la ley siguen vigentes".
"Las familias de Cito Bejarano, Pedro Nuni y Miguel Peña se escondieron en el monte por casi siete días y por gestiones de mi despacho y el Ministerio de Gobierno la Policía pudo rescatarlos y trasladarlos a La Paz para garantizar su seguridad", relató el titular de Asuntos Indígenas.
El pasado 19 de diciembre, una muchedumbre atacó las oficinas de la Policía de San Ignacio, donde intentó linchar al presunto asesino del alcalde Eduardo Abularach y después asaltó las dependencias del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca).
[Fuente: El Mundo, Santa Cruz de la Sierra, Bol, 16ene04]
Este documento ha sido publicado el 16ene04 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights