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28jun10
Mauricio Mariaca evalúa el negocio de Repsol Bolivia SA con relación al mercado del LNG
Uno de los gerentes de Repsol ensaya un análisis sobre la relación entre el gas natural boliviano y la creciente oferta regional de LNG
En una amplia entrevista con el semanario especializado EnergyPress, el Gerente de Comunicación y Relaciones Externas de Repsol Bolivia, Mauricio Mariaca, evalúa la actual coyuntura del negocio gasífero, la realidad del LNG y las perspectivas del país en el ámbito regional.
El gerente de Repsol cree que el mercado chileno sigue abierto a la producción gasífera boliviana y que el proyecto de llegar a los mercados de Paraguay, Uruguay y el noroeste argentino, tomados en conjunto, tiene probabilidades de ser exitoso.
A continuación, la Plataforma Energética reproduce in extenso la entrevista de EnergyPress (EP) con Mauricio Mariaca (MM), un ingeniero industrial con amplia experiencia en el desarrollo de negocios de LNG (gas natural licuado, por sus siglas en inglés):
EP.- ¿Es posible decir que el LNG actúa como un elemento amenazante para el Gas Natural boliviano?
MM.- Creo que esta situación ha venido a coincidir justo con la crisis financiera mundial que ha provocado una contracción en la demanda de energía en el área de gas, sobre todo en uno de los grandes mercados consumidores que es Estados Unidos. En parte, este país, ha sabido desarrollar lo que se llama Tigh Gas o Gas no Convencional, del cual tiene grandes reservas, porque económicamente le convenía y porque estaba pasando por una situación económica estructural muy complicada.
Vamos al inicio. El Tigh Gas es un gas caro, muy caro de desarrollar, a no ser que uno lo tenga en su propia casa y lo haga competir con el gas convencional que importa. Por otro lado, es un gas que tiene grandes productividades al principio pero luego es necesario hacer grandes inversiones para mantener un nivel de producción estable. Entonces, es una solución de corto plazo, un paliativo.
Por otra parte, está la entrada en producción de los megatrenes de licuación de Qatar, que han inundado el mercado de LNG, pero esta situación de sobre oferta dura un tiempo porque la demanda de gas igual sigue creciendo, sobre todo cuando se supere la crisis financiera, con lo cual va a llegar un punto en que la oferta se va a equilibrar con la demanda y el LNG va a volver a costar lo que costaba siempre.
Hoy el LNG tiene un precio bajo porque además su precio o sus contratos, en este lado del mundo, están relacionados al marcador Henry Hub y este marcador está cotizando muy bajo por el tema del Shale Gas o el Tigh Gas de EEUU.
En el caso del gas boliviano, que se vende tanto a Brasil como a la Argentina, su precio está asociado a derivados del petróleo. El petróleo está en precios igual de altos a los que había antes de la crisis, no hubo un cambio en sus precios, de hecho la brecha de precio de petróleo y gas que existe hoy es la más grande que ha habido en la historia.
El petróleo está muy caro respecto del gas y nuestro gas está asociado al petróleo, entonces hoy día nos podemos encontrar con que el gas boliviano cotiza-entre comillas caro- versus un LNG que está sobrando en el mundo y que cotiza-entre comillas-barato.
Por lo tanto, hoy podríamos decir que el LNG es competitivo respecto al gas boliviano, claro está si somos el comprador, pero el vendedor debe tener la serenidad como para hacer este análisis y entender que esto es una situación coyuntural.
El LNG es un producto que en realidad compite con el Gas Natural en ciertas circunstancias. La más evidente es cuando la distancia al mercado supera un límite en el cual las cañerías dejan de ser viables. Pero, además, el LNG tiene dos cualidades que son diferenciales y esas son que aporta seguridad energética y diversidad de fuentes de suministro.
Para los países desarrollados, que requieren de una estabilidad grande en su provisión de energía para poder sostener su nivel de desarrollo y crecimiento, eso es fundamental y por supuesto que están dispuestos a pagar un plus en el precio por estas cualidades que el gas natural por cañería, muchas veces no ofrece.
Un caso muy cercano a nuestra realidad es el de Argentina y Chile. Argentina se vio en la necesidad de cortar las exportaciones de gas a Chile y por su parte Chile aplicó una solución estructural a ese problema y hoy en día está importando LNG, lo que le da mucha mayor seguridad de suministro, ya que puede salir a conseguirlo de muchos potenciales proveedores.
EP.- En este marco, hablar del Gas no Convencional en Bolivia no tendría sentido…
MM.- La verdad que desconozco si es que Bolivia tiene reservas de Gas no Convencional, pero en todo caso habrá que preocuparse de desarrollar las reservas de gas que ya tenemos certeza de que existen y esas son las de gas convencional.
EP.- Hablando de mercados naturales para el Gas Natural boliviano, ¿Chile es una opción?
MM.- No deberíamos extrañarnos que eso sea posible en el futuro, en la medida que Chile y Bolivia superen las diferencias que hoy existen. Nosotros tenemos el gas y la necesidad de venderlo, ellos tienen la necesidad de consumirlo.
Alguien podría pensar que el hecho de haber realizado importantes inversiones para desarrollar la infraestructura para el LNG, elimina la posibilidad de que Chile compre nuevamente gas por cañería. Sin embargo, no sería el primer país que deja sus instalaciones de regasificación sin uso, porque compra gas por tubería de otra fuente. Es más, en el mundo existe el doble de capacidad de regasificación instalada que de licuación, eso significa que en promedio son facilidades que están trabajando al 50% de su capacidad, lo cual en una actividad industrial no es lógico ni aceptable.
Pero en este caso sí, porque lo que hacen los Estados es pagar un sobreprecio que es el capital hundido en una instalación que no usan, con tal de tener la flexibilidad de poder contar con el LNG cuando lo necesiten. Nuevamente volvemos al concepto de pagar un plus por la seguridad de suministro.
EP.- Dicen que el gas más caro es el que no se tiene
MM.- Evidentemente, Chile necesitaba solucionar su problema de abastecimiento energético y darle confianza al consumidor, esto lo lleva a buscar una solución estructural encarando un proyecto de importación de LNG en tiempo récord y que le ha otorgado seguridad energética.
Hoy Chile está importando gas desde Australia, pero la lógica económica nos indica que a largo plazo seguramente se va a producir un proceso de optimización de la logística de abastecimiento que llevará a que Chile consuma un gas producido en una fuente más cercana.
Por el momento el LNG no es un commodity, tiende a serlo, pero todavía no existe la infraestructura suficiente como para que lo sea y uno lo compre con la facilidad que puede comprar el petróleo. De todas maneras hay algunos mecanismos que hoy en día se practican que tienden a commoditizar el LNG, como es el caso de los swaps que están orientados a optimizar la logística de transporte.
EP.- Hablando de mercados, ¿Paraguay es una alternativa importante para el gas boliviano?
MM.- Paraguay siempre fue una alternativa natural de mercado, pero desde mi punto de vista el problema está dado en el tamaño de ese mercado. En realidad, el problema de encontrar mercados para el gas es una ecuación de dos factores, la distancia al mercado y su tamaño. La distancia es una condición prácticamente fija, lo único que se puede hacer es optimizar la ruta, mientras que el mercado puede desarrollarse con el tiempo.
EP.- Y Uruguay, ¿un mercado muy distante y pequeño?
MM.- En línea con lo que comentábamos de Paraguay, es posible que ambos mercados por separado sean pequeños, pero si los sumamos y en el camino entre ambos agregamos, por ejemplo, el mercado del noreste argentino y además pensamos que para llegar a Montevideo hay que llegar primero a Buenos Aires que es un mercado enorme, entonces podemos pensar que detrás de todo eso hay un posible proyecto a cristalizar.
De hecho el mercado uruguayo habría que considerarlo incluso de forma independiente, ya que si somos capaces de llegar a Buenos Aires por otra ruta, acceder a Uruguay es muy sencillo, pues la infraestructura ya está construida pero sin utilizar.
[Fuente: Plataforma energética.org, La Paz, 28jun10]
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