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16abr09
Investigación antiterrorista, tema de seguridad de Estado en Bolivia
El vicepresidente Álvaro García Linera declaró el jueves a las investigaciones antiterroristas desatadas en Bolivia -donde la policía desbarató una célula de mercenarios europeos y criollos en poder de un arsenal, que supuestamente buscaba matar al presidente Evo Morales- prioridad de la seguridad del Estado y pidió dar con los autores intelectuales del complot.
"Estos actos han dejado de ser un tema meramente delincuencial para convertirse un tema de seguridad de Estado y de los bolivianos. Pido, por eso, a los medios de comunicación, manejar el tema con la debida seriedad y a las autoridades departamentales, aportar en las investigaciones", manifestó García Linera durante una rueda de prensa dictada en el presidencial Palacio Quemado, sede del gobierno boliviano en La Paz.
Según informes de la Policía nacional, la madrugada del jueves se ejecutó una operación que derivó en un enfrentamiento armado en un céntrico hotel de Santa Cruz, con un saldo de tres supuestos terroristas muertos, un rumano, un irlandés y un boliviano, además de dos detenidos.
El operativo también derivó en el hallazgo de armas y explosivos "altamente peligrosos", preparados para futuros atentados en el país andino, según el comandante de la Policía de Bolivia, general Víctor Hugo Escóbar.
García Linera informó que también se habían encontrado planos y otros documentos, que describen no sólo hechos pasados, sino de la preparación de futuros atentados contra altas autoridades del gobierno nacional.
Reveló el descubrimiento, por parte de la policía, de documentación que contenía planes para liquidar a Morales durante un viaje, dos semanas atrás, del mandatario a la zona de Alto Parapetí, en la jurisdicción de Santa Cruz, donde el gobierno revirtió, por ociosas, en marzo último, cerca de 40.000 hectáreas de tierras ubérrimas y pastizales de manos de poderosos latifundistas.
Los documentos hallados en manos de tres presuntos terroristas, el rumano Mayarosi Ariad, el irlandés Duayer Michael Martin y el boliviano Jorge Hurtado Flores, abatidos durante un enfrentamiento armado con la policía boliviana en un hotel de Santa Cruz, también revelaron una operación de rastreo meticuloso a la caravana de Morales, del mismo García Linera y de algunos ministros.
"Los documentos, de manera preliminar, hablan de los preparativos de un magnicidio, de un atentado contra la vida del Presidente y Vicepresidente de la República", reafirmó García Linera, que cumple funciones presidenciales ante la ausencia de Morales, quien se encuentra en la cumbre de la Alternativa Bolivariana para América Latina (ALBA), que se celebra en la ciudad venezolana de Cumaná.
Recordó que Morales había advertido el domingo pasado sobre la marcha de un plan magnicida en Bolivia.
Por eso, indicó, que este grupo de supuestos terroristas y mercenarios extranjeros y bolivianos, pusieron en riesgo no sólo a la seguridad del guía espiritual del Iglesia Católica, (Cardenal Julio Terrazas) el pasado domingo en un atentado contra la casa del prelado en Santa Cruz, sino, también, la integridad personal de altas autoridades del gobierno nacional e inclusive, del gobierno departamental y del pueblo de ese departamento.
"Se ha puesto en riesgo la vida de ciudadanos cruceños que pacíficamente transitan por las calles sin saber que en esos escondites había armas de grueso calibre, explosivos preparados para estallar instantáneamente por su mezcla con gasolina", explicó.
La Policía encontró en un depósito de la Cooperativa de Teléfonos de Santa Cruz (Cotas), en la céntrica Feria de Exposición de esa ciudad, un lote de fusiles y ametralladoras automáticas, además de cilindros de C-4, un explosivo de uso militar y que no se fabrica en Bolivia.
García Linera solicitó a los directivos de telefónica, la más poderosa de Bolivia, a prestar la máxima colaboración para que la investigación avance rápido.
El Vicepresidente dijo que la indagación avanzará hasta esclarecer el atentado con explosivos a la residencia de Terrazas, la noche del martes a miércoles y, principalmente, acabar con el grupo de terroristas infiltrado en el país andino, una de cuyas células fue desbarata por la policía boliviana.
"No estamos sólo ante una célula. Deducimos que hay otras, por la cantidad de armas encontradas en este stand y por las cajas vacías de armamento que deben ser encontradas", argumentó.
Las investigaciones policiales pasarán por esclarecer las interrogantes sobre quién o quiénes trajo a los terroristas del extranjero; quién o quiénes los trajo de Croacia y de Irlanda a Santa Cruz; quién pagó sus pasajes; quién los mantenía; quién les daba el dinero para que vivieran en un hotel y contrataran casas; quién les daba información sobre el desplazamiento de las autoridades, quién los mantenía informados y protegidos y quién les proporcionó el armamento.
También cómo llegó a Bolivia el explosivo C-4; quién y a quién o quienes se los compraron.
García Linera pidió esclarecer los móviles ideológicos que impulsaron los actos terroristas que "estarían vinculados, por la documentación que hemos podido observar, a una ideología de extrema derecha fascista".
Según el artículo 137 del nuevo texto Constitucional boliviano, en caso de peligro para la seguridad del Estado (..) el Presidente tendrá la potestad de declarar el estado de excepción, en todo o en la parte del territorio donde fuera necesario.
[Fuente: ABI, La Paz, 16abr09]
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