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08oct18
Carlos Quisbert y la historia no contada sobre el caso Alexander
No quedarse con la “versión oficial” de la Fiscalía sobre el caso Alexander fue la clave para que Carlos Quisbert descubra las irregularidades en el proceso contra el médico Jhiery Fernández y otros acusados por la muerte de un bebé en el hogar Virgen de Fátima en 2014.
Quisbert entonces era periodista en El Diario, cubría el área de Seguridad y su búsqueda de la verdad lo llevó a la cárcel, estuvo detenido preventivamente en el penal de San Pedro. Ahora está en Página Siete en la misma área.
Como todos los periodistas, Quisbert buscaba información de los avances de la investigación del caso Alexander, entonces perseguía reportera en mano a los fiscales que estaban a cargo de las pesquisas (Edwin Blanco, Susana Boyán y Leopoldo Ramos), y en poco tiempo la Fiscalía tenía su propia hipótesis, la cual después se derrumbaría estrepitosamente.
Alexander, decía la versión oficial, fue violado por el médico Fernández pero la hipótesis no cuadraba. “Un punto de quiebre fue el 15 de diciembre de 2014 cuando aprehenden al médico Jhiery Fernández”, indica Quisbert.
Durante las horas que duró la audiencia cautelar del médico, Carlos permaneció literalmente pegado a la puerta del Tribunal Departamental de Justicia junto a otros colegas porque los administradores de justicia determinaron la “reserva” del caso, un mecanismo judicial por el que los ciudadanos no pueden conocer información sobre el avance o detalles del proceso porque se debe “proteger” la identidad de la víctima.
En esa vigilia también había “un grupo de personas” que estaba pendiente de lo que pasaba al interior del salón rosado y esquivaba a la prensa, pero Carlos y otros colegas se acercaron a los temerosos familiares de Jhiery Fernández. Eran los padres del médico acusado de violación.
Más adelante conoció a colegas del galeno acusado de un delito grave, quienes le dieron indicios sobre las inconsistencias con las que fue acusado Jhiery Fernández.
El 15 de diciembre, los fiscales dieron una conferencia de prensa en la que delimitaron los ejes de la investigación: se encontraron restos de ADN y que los resultados se iban a conocer en siete días; el violador era el médico Fernández porque era soltero a los 33 años y era el único varón en el lugar.
Esa versión fue refutada por los padres y compañeros de trabajo porque el funcionario no estuvo en el lugar de los hechos en los horarios en que habría ocurrido la violación según la Fiscalía, tampoco había ningún peritaje psicológico o biológico que lo comprometa y no había base científica para decir que era un pedófilo.
La Fiscalía también requisó la casa del médico y encontró DVD de dibujos animados y recolectó muestras biológicas.
Con la versión de los familiares y compañeros, Carlos cruzó los datos desde diciembre hasta febrero de 2015. “He logrado tener los testimonios de muchos de los involucrados y testigos, personas que han estado ese día en el Hogar Virgen de Fátima, donde estaba Alexander, en el Hospital del Niño, a donde fue trasladado ya sin signos vitales, y en el hospital Juan XXIII, donde murió”, dice.
Los detalles que había reunido el periodista de la entrevista a los detenidos por el caso eran distintos a la versión de la Fiscalía. Esos testigos no estaban en las calles sino en cárceles de La Paz, pero sus versiones –hasta entonces– eran sólo verbales.
Entonces, tocaba contrastar con documentos sobre el proceso, para lo cual comenzó a ganarse la confianza de fuentes y fiscales. “Al ver que se estaban realizando cuestionamientos muy serios y de fondo al caso es que (los fiscales del caso) comienzan a cerrar las puertas y aumentan las restricciones” indica.
“Al tener ya algo preciso, de cómo más o menos han podido ocurrir las cosas es que visité al doctor Fernández, hablé con los otros imputados, las enfermeras y los médicos que también estaban dentro del proceso, que en ese momento eran 18, y una de las últimas entrevistas que me restaba era la “mamita”, que era la cuidadora de Alexander en el Hogar Virgen de Fátima y ella estaba recluida desde el día siguiente de la muerte del bebé en el centro de rehabilitación de Viacha, en Calahuma”, narra Quisbert.
En este recinto fue detenido el 8 de marzo de 2015 porque supuestamente “obstruía” a la justicia y fue procesado y detenido en la cárcel de San Pedro sin la asistencia de un abogado.
Estuvo retenido casi un semana hasta que logró salir por la presión ciudadana y la de los gremios periodísticos que protestaron frente a la injusticia.
La justicia determinó que el periodista se defienda en libertad. Hasta la fecha el proceso contra el periodista está abierto. “Paradójicamente, no le pudo hacer seguimiento a mi propio caso”, admite.
El audio que hizo tambalear la acusación contra el médico
En mayo de este año, Carlos Quisbert accedió a una grabación que lo dejó descolocado. Una jueza o la voz de la jueza Patricia Pacajes señalaba que Jhiery Fernández, el médico acusado de violación del bebé Alexander, fue sentenciado a 20 años de cárcel sin pruebas.
Un audio no era suficiente prueba para publicar una nota porque podría tratarse de un montaje, entonces comenzó a indagar en las fuentes primarias de ese material.
Carlos no se dejó llevar por la premura pese a que se trataba de una información muy relevante. “En ese tiempo pude averiguar quién era la fuente, dónde se había realizado la grabación…”, en fin, detalles que son importantes antes de lanzar una información tan valiosa. Esa tarea demoró cuatro meses.
En esos meses “tuve que sortear dos grandes problemas, primero, lograr la versión completa de manos de Romel Cardozo, a quien conocí a mediados de 2014, antes de que sucediera la muerte del bebé; ironías de este caso, publiqué la versión de su inocencia, él también había sido detenido por una falsa denuncia de que era traficante de armas”.
El segundo problema fue convencerlo, indica Quisbert. “En esos meses, Romel me habló del temor, justificado, de que sería perseguido por la Fiscalía luego de revelar (el audio) claro”. Ese tiempo también sirvió para corroborar “todo lo que la jueza dice en el audio con documentación como la denuncia de presiones que había sobre los fiscales para imputar a un inocente, como la nota que dirige Leopoldo Ramos a la fiscal de distrito Patricia Santos”.
Con esos fundamentados se publica la nota del audio el 17 de septiembre en Página Siete.
Carlos Quisbert no se quedó con ningún cabo suelto, acudió a las fuentes para confirmar todos los datos y una vez que se corroboraron todos los extremos publicó la noticia que derrumbó la acusación de la Fiscalía.
El caso Alexander
Delito: El caso Alexander generó una conmoción ciudadana después de que se conoció que un bebé murió en un hogar dependiente del Sedeges, supuestamente después de una violación.
En la mira: Uno de los principales sindicados fue el médico Jhiery Fernández, quien trabajaba en el hogar y otras entidades departamentales. La Fiscalía, en base a un informe cuestionado, imputó al galeno y pidió su detención preventiva en San Pedro.
Desenlace: Una de las juezas que dictó su encarcelamiento reveló que el médico Fernández es inocente de los cargos que se le imputan.
[Fuente: Por Juan Carlos Véliz, Página Siete, La Paz, 08oct18]
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