EQUIPO NIZKOR
Información

DERECHOS

17jul11


La burocracia tiene a gatas al fondo indígena


Inversión. Hay Bs 1.000 millones para proyectos de ocho organizaciones. Se han preaprobado 2.000 ideas productivas, pero las comunidades chocan con problemas en la elaboración de diseños finales

Aún los trámites son un viacrucis, pero los indígenas y campesinos ya tienen un sistema para financiar sus proyectos comunitarios. El Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígenas y Comunidades Campesinas (Fdppyocc) cumplió dos años de funcionamiento con 2.124 proyectos preaprobados, Bs 1.100 millones en depósito y el 64% de los bolivianos esperanzados en idear emprendimientos para salir de la pobreza.

“Se están beneficiando hermanos campesinos que nunca han recibido nada de Participación Popular”, cuenta Pedro Calderón, dirigente de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (Cscib), que asegura que el proyecto está yendo ‘bien nomás’ pero a muchos de sus compañeros les cuesta cumplir con los requisitos y reglamentos del fondo. “Es plata del Estado boliviano”, así que tenemos que cumplir”, dice.

El fondo, creado por la Ley de Hidrocarburos de 2005, comenzó a funcionar recién en julio de 2009 y como lo explica Adolfo Morales, asesor de la directora ejecutiva, Elvira Parra, los primeros seis meses fueron de organización de la institución. Dos años después, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), La Cscib, La Confederación de Mujeres Campesinas e Indígenas de Bolivia Bartolina Sisa (Csmcb BS), la Confederación de Naciones Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob), la Central de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (Cpesc), La Central de Pueblos Étnicos de Beni (Cpmb), la Confederación Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (Conamaq) y la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), organizaciones que pueden acceder a los recursos, aún chocan con la burocracia estatal, que les dificulta acceder a los recursos.

En la actualidad, la Cstcb, la Cscib y la Csmcib BS son las instituciones que más aprovechan este fondo y monopolizan el 80% de los 2.124 proyectos preaprobados. Esto lleva a cierta queja de Shriley Villegas, responsable de la Escuela de Proyectos de la Cidob, que asegura que el directorio del fondo, conformado por los dirigentes de todas las organizaciones más tres representantes gubernamentales, preaprobó proyectos que aún se encontraban en perfiles.

Morales reconoce la situación y asegura que eso se dio por presiones de todas las organizaciones, que aprobaron los proyectos sin pasar por los controles técnicos, pero sin embargo, todos estos emprendimientos no han prosperado y han sido devueltos a las organizaciones para que elaboren el diseño final. Además, recuerda que estas tres instituciones tienen carácter nacional y que el resto son regionales.

Ahí está la primera traba. El directorio, a raíz de malas experiencias anteriores, definió en 2009 que no se dará financiamiento para elaborar proyectos y que los fondos de preinversión deberían correr a cuenta de la organización y de la comunidad.

Según Adolfo Chávez, presidente de la Cidob, esto los llevó a crear la Escuela de Proyectos, una institución que cuenta con ocho personas que ayuda a las comunidades a poner los emprendimientos en los formatos requeridos. Según Villegas, trabajan 80 proyectos por cada sesión de la escuela y los ha llevado a ser la institución indígena con más propuestas aprobadas.

Rodolfo Machaca, dirigente de la Csutcb, señala que cada comunidad está presentando sus proyectos y que pronto faltará dinero para financiarlos, ya que actualmente hay más proyectos registrados que recursos en el fondo.

Incluso antes de comenzar su periplo por direcciones y ministerios, el proyecto es engorroso. Se deben conseguir los carnés de identidad de los beneficiarios, elegir a un representante legal en una asamblea, conformar en la comunidad un comité de administración y otro de control social, conseguir que el proyecto sea avalado y firmado por la organización matriz y enviarlo a La Paz para su presentación ante la dirección Ejecutiva del fondo. Si el monto demandado supera Bs 1 millón, el documento debe incluir un estudio técnico, económico, social y ambiental.

Después de todo esto, recién comienza un periplo de 10 pasos (ver infografía) en el Ejecutivo estatal que puede provocar que el financiamiento para ejecutar el proyecto se desembolse al año siguiente, sin considerar calendarios productivos. “Vivimos en medio de una ‘burrocracia’ bastante grande, que complica todo”, dice Morales.

Si todo sale bien, viene la etapa de gestión. Villegas señala que en la Cidob se han dado cuenta de que deben formar gente en gestión de proyectos, para que el programa sea autosustentable y no se acabe cuando finalicen los fondos de gestión. Para Morales ese es otro reto. En su opinión, la falta de experiencia en gestión se debe a que las comunidades indígenas y campesinas siempre fueron actores pasivos y que las iglesias y ONG se encargaron de gestionar sus iniciativas. “Ahora deben tomar los proyectos en sus manos”, dice Morales, que cree que este fondo está incentivando a los indígenas y campesinos a olvidarse del chaquito individual y pensar más en proyectos colectivos.

Una gestión difícil y con nota media

Elvira Parra, directora del Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígenas y Comunidades Campesinas, es aprobada con nota media por los beneficiarios de este programa. Pese a ser una representante de la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, ha tenido críticas de su propia organización, que aseguraron que bloqueaba sus programas. También tuvo una llamada de atención de la Cidob, porque limitó hasta agosto la presentación de proyectos, con el fin de anotarlos en el PGE de 2012.

Otros sectores indígenas y campesinos dicen que hasta ahora la organización se ha manejado más de manera política que técnica, pero el dirigente campesino Rodolfo Machaca piensa que son errores de una institución que está naciendo, que aún es frágil y permeable a las influencias políticas y orgánicas. Considera que la dirección del fondo estuvo preocupada por organizarse y que los frutos de esto se verán en los siguientes 12 meses.

Otra de las críticas es el centralismo. Adolfo Morales, asesor de la directora, explica que el 1,5% del presupuesto anual que se ocupa para administración no alcanza para descentralizar. Sin embargo, en septiembre se inaugurarán 10 oficinas (nueve en ciudades capitales y una en Camiri), para que los beneficiarios no tengan que peregrinar hasta La Paz.

Directores

Adolfo Chávez
Cidob
Nos está yendo bien. Queremos que las Escuelas de Proyectos se hagan en cada departamento. Ya nos hemos sentado con el gobernador de Tarija y se ha comprometido a hacer un fondo indígena para que los fondos lleguen a más personas. Queremos hablar con todos los gobiernos departamentales. Hemos hecho resgistrar muchos proyectos y no nos rechazan porque están a diseño final.

Pedro Calderón
CSCiB
Es muy complicado encontrar técnicos que asesoren a la comunidad. Cada organización debe realizarse el proyecto, pero hay algunos técnicos que colaboran a los hermanos, otros quieren primero la plata y otros nos hacen quedar mal. En el sindicato están un poco atrasados. Pero hay que hacer proyectos a diseño final, porque automáticamente se van a eliminar esos que fueron dos o tres hojitas.

Rodolfo Machaca
CSutcb Debemos responder ante el pueblo boliviano con buena administración de este fondo indígena. Ahora como organización hemos acelerado bastante en la elaboración de proyectos productivos. Lo que queda es apurar los trámites, aunque ya tenemos algunos proyectos es ejecución. Cada departamento se está organizando y esperamos tener buenos resultados para la siguiente gestión. Lo importante es que estamos avanzando.

Ficha Técnica

Nacimiento. Se origina en la Ley de Hidrocarburos del 17 de mayo de 2005. En su reglamento, a través del decreto 28421, se indica que el 5% del 32% del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) debía ir al Fondo Indígena.

Consolidado. Estuvo inactivo hasta junio de 2009 y se acumularon Bs 900 millones en el Tesoro General del Estado.

Básico. Se aprueban sin demasiado trámite los proyectos menores a Bs 1 millón. Los que superen esta cifra deben tener análisis TESA (técnico, económico, social, ambiental) y solo aporta el 20% para proyectos concurrentes con municipios y gobernaciones.

Recursos. Actualmente tiene Bs 1.100 millones y Adolfo Morales calcula que anualmente se presupuestan unos 113 millones para inversión. Del monto recaudado anualmente para el fondo indígena, un 30% va a financiar la renta Dignidad y un 15% a las universidades indígenas.

Cidob. Actualmente tiene 116 proyectos, entre los que se destacan iniciativas de procesamiento de castaña en el norte amazónico, caña para azúcar morena y textiles en Lomerío (Chiquitania), un proyecto lechero y ganadero en Macharetí (Chaco).

Futuro. Además de potenciar la gestión, la Cidob piensa en programas de manejo de madera, con compra de aserraderos para mejorar los ingresos y convertir la Chiquitania en un centro de engorde de ganado comunitario.

[Fuente: Por Pablo Ortiz, El Deber, Santa Cruz de la Sierra, 17jul11]

Donaciones Donaciones Radio Nizkor

Informes sobre DDHH en Bolivia
small logoThis document has been published on 19Jul11 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes.