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18may11
Indígenas denuncian que hay cocales en el Isiboro Sécure
Rechazo. Los indígenas reiteran su oposición a la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.
El presidente de la Subcentral Indígena del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Adolfo Moye, denunció que recientemente se pudo constatar que unas 40 hectáreas fueron deforestadas para supuestamente sembrar arroz, pero por debajo se observa plantines de hoja de coca que deben tener aproximadamente unos 10 a 20 centímetros.
El Gobierno insistió en reiteradas oportunidades que las áreas protegidas no deben contener cocales y que los erradicará sin un proceso previo de diálogo.
Moye formuló esa aseveración el lunes, ante una misión de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Bolivia, que se reunió el lunes con representantes indígenas, de organizaciones campesinas, asambleístas nacionales y departamentales del Beni para escuchar los argumentos que esgrimen para rechazar la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, que divide el TIPNIS.
EL RECHAZO. Un reporte del Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade) da cuenta de que, a tiempo de reiterar la decisión de las organizaciones que están aglutinadas en la Subcentral de rechazar la construcción de esta carretera por el Parque, Moye pidió al Gobierno redireccionar su política caminera y respetar los derechos de los pueblos indígenas que también votaron por Evo Morales.
Esta reunión se realizó luego de que la Asamblea Legislativa aprobara un crédito brasileño de 332 millones de dólares para la construcción de la carretera, que tiene una extensión de 306 kilómetros y que unirá la región chapareña de Villa Tunari en Cochabamba con la localidad de San Ignacio de Moxos en Beni.
OPOSICIÓN MASISTA. El diputado indígena del MAS Pedro Nuni dijo que “aunque le cueste su curul”, se opone a la construcción de la vía que atravesará la reserva, que tiene una superficie aproximada de 12.000 kilómetros cuadrados y afectará el territorio de al menos tres etnias, compuesto por unos 15.000 habitantes.
Denunció que la empresa brasileña OAS ya empezó a montar oficinas en la población de San Ignacio de Moxos para contratar gente que empiece a trabajar en la segunda parte de la vía y porque es una de las regiones donde existen sectores esperanzados en su construcción.
Solicitó al presidente Evo Morales que “sea coherente” con su discurso de defensa de la Madre Tierra y rechace la construcción de esta carretera, de la cual dijo no pertenece a ningún corredor bioceánico.
AVASALLAMIENTO COCALERO. En los anteriores años, la región del TIPNIS soporta el avasallamiento de productores cocaleros que deforestan permanentemente el monte y otros lugares para sembrar coca, que es consumida por los indígenas, pero que también es desviada a la fabricación de cocaína.
Los pobladores de esta región, ubicada entre los departamentos del Beni y de Cochabamba, se declararon en “emergencia” y advirtieron de que resistirán la decisión del Presidente de construir la mencionada carretera.
Los municipios involucrados son San Ignacio de Moxos y Loreto, en Beni, y Villa Tunari y Morochata, en Cochabamba, pero que desde 1990 tiene el doble estatus de Área Protegida y Territorio Comunitario de Origen (TCO).
Colinda con otras TCO como los yuracaré y yuqui, al este; Territorio Indígena Chimán y Territorio Indígena Multiétnico, al norte, y es vecino de la TCO Mosetén, al oeste. Estas comunidades se verán afectadas por la construcción por donde precisamente se realizarán exploraciones petroleras y que los indígenas aseguran será la palada final de tierra para destruir al principal pulmón ecológico y hogar de los pueblos yuracaré, chimán y moxeño-trinitario.
OBRAS PARALIZADAS. Por el momento, la construcción de la carretera está paralizada luego de una serie de protestas y medidas de presión asumidas por los indígenas que viven dentro de este parque; pero con la decisión del Senado de dar curso al préstamo del Banco del Brasil, la construcción del segundo tramo podría iniciarse en cualquier momento.
Aunque recientemente el Viceministro de Medio Ambiente dijo que no se había otorgado ninguna autorización para construir este camino, pues, según explicó, “nosotros no hemos tomado una decisión, hemos pedido complementaciones, hemos hecho observaciones y recién el momento que corresponda haremos conocer nuestro parecer”.
Moye considera que esta “carretera es sinónimo de comercio de tierras”, razón por la que su construcción ocasionará una casi inmediata invasión de colonizadores, como ocurrió en las anteriores dos décadas. “A nosotros nadie nos ha regalado esta tierra, nosotros hemos tenido que luchar por ella con una marcha hasta la ciudad de La Paz, que duró casi 40 días, en la que pedimos tierra, territorio y dignidad”, dijo Moye, haciendo referencia al primer movimiento indígena efectuado en 1990.
Nuni desconoce, sin embargo, que la carretera fue respaldada en 2009 con un crédito comprometido por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, por 332 millones de dólares, y que según explicó el propio Evo Morales, formará parte del nuevo corredor bioceánico que podrá ser utilizado por Perú, Argentina y Chile hasta la frontera con Brasil, porque permitirá viajar hasta la población brasileña de Costa Marques desde los departamentos de Oruro, Potosí, Sucre y La Paz, que se conectarán al departamento de Cochabamba, para proseguir por el trópico hasta el departamento amazónico de Beni y de ahí seguir hacia la frontera con Brasil.
Morales dijo que se esperó esta ruta por más de 100 años, pero fue el Gobierno neoliberal de Jaime Paz Zamora que en 1990 promulgó un decreto en el que declaró la zona como parque nacional para evitar una disputa entre los departamentos de Cochabamba y Beni.
Luego, el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada declaró la región como TCO indígena y reconoció que tenía una extensión de 1.236.296 hectáreas. Se aclaró que la superficie titulada era provisional y que estaba sujeta a confirmación en un posterior proceso de saneamiento, razón por la que el 14 de mayo de 1998, el Instituto Nacional de Reforma Agraria emitió la resolución determinativa para el saneamiento de superficie titulada del TIPNIS con sólo 1.091.656 hectáreas.
Para destacar
Las áreas protegidas son espacios reservados por ley. No pueden tener cultivos de coca.
Los indígenas temen que una carretera destruya su hábitat y sus territorios.
En la región habitan las etnias indígenas yuracaré, chimán, moxeña y trinitaria.
[Fuente: La Prensa, La Paz, 18may11]
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