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27jun10
Asoma el diálogo, pero la marcha indígena sigue
Surge una posibilidad real para frenar la marcha de los pueblos indígenas. Ayer, el Gobierno y los líderes de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) dieron el primer paso y se acercaron para dialogar con el objetivo de levantar la extrema medida.
Entre tanto, los marchistas, en su quinto día de caminata, llegaron al municipio de San Pablo, completando 145 kilómetros desde que salieron de Trinidad.
Por encargo del Gobierno, el ex candidato a la Alcaldía de Santa Cruz por el MAS, Roberto Fernández, llegó ayer hasta la comunidad de Lomas del Amor, donde descansaban los marchistas, y entregó una carta en la que el ministro Carlos Romero invitaba a los dirigentes indígenas a una reunión.
Según el tenor de la misiva, el encuentro para reiniciar el diálogo debía realizarse ayer en las oficinas de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT); sin embargo, los indígenas hicieron una contrapropuesta al Gobierno exigiendo que la comitiva del Ejecutivo vaya este domingo a San Pablo para restablecer las negociaciones.
Los marchistas demandan la presencia en San Pablo por lo menos de cinco ministros para tratar tanto el proyecto de Ley Marco de Autonomías como el de Régimen Electoral, por el que un grupo de diputados ingresó en huelga de hambre en La Paz en demanda de más escaños para los pueblos indígenas.
Los líderes indígenas rompieron el diálogo con el Gobierno hace una semana y un día después, coincidiendo con el feriado por el año nuevo aymara, iniciaron su caminata desde la capital beniana con rumbo a La Paz.
Durante más de dos meses las negociaciones entre la Cidob y el Gobierno giraron en torno al alcance de la autonomía que tendrán los territorios indígenas y la cantidad de recursos económicos con que dispondrán por ley; empero, las demandas que apuntan al proyecto de Ley Marco de Autonomías fueron consideradas por el Ejecutivo como anticonstitucionales, por lo tanto no son atendibles.
"He venido enviado por el Gobierno como mediador y lo importante es que hemos logrado que haya predisposición de los líderes indígenas para abrirse al diálogo", dijo Fernández, a tiempo de realizar la primera evaluación política y dejar en manos del ministro de la Presidencia, Óscar Coca, la respuesta a la contrapropuesta de los indígenas.
Coca fue el ministro que el jueves pasado mostró pruebas de la injerencia política de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), en las organizaciones indígenas de Bolivia, para presuntamente desestabilizar al Gobierno.
"Estamos seguros de la intromisión que hay de entidades externas", dijo Coca, al señalar que Usaid actúa junto a otras ONG para penetrar, dividir y enfrentar a los indígenas con el presidente Evo Morales.
Días antes el Presidente había advertido que si conseguía pruebas contundentes sobre los afanes desestabilizadores de Usaid, no le temblaría la mano para decidir su expulsión del país.
"Lo que más nos duele a los hermanos indígenas que estamos en la marcha es que el Gobierno nos haya vinculado con la derecha diciendo que recibimos recursos para desestabilizarlo", dijo en respuesta el presidente de la Cidob , Adolfo Chávez.
Ayer, mientras la directiva de la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (Cpsc) anunciaba que alrededor de 200 de sus afiliados se plegarían a la marcha, una comisión de 30 integrantes de la Central de Mujeres Indígenas de Beni (Cmib) llegó desde Trinidad, al igual que otros representantes de varias TCO de este departamento.
Por el momento el contingente de caminantes bordea las 300 personas, pero según el dirigente beniano Víctor Eamara, el número de marchistas no es mayor por falta de dinero para la alimentación y otros gastos menores que se deben cubrir en una movilización que pretende recorrer más de 1.550 kilómetros.
El primer gran objetivo de los caminantes, según reconocen sus dirigentes, es llegar al municipio de Ascensión de Guarayos, donde se sumarían por lo menos 200 indígenas del pueblo guarayo y un número similar del pueblo chiquitano.
Solidaridad entre pueblos
Ocho de las 11 regionales afiliadas a la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) participan en la VII marcha por tierra, territorio y autonomía.
Ángel Loras Pessoa, un indígena del pueblo pandino, es el más viejo de los marchistas. A los 72 años, el anciano que camina junto a su esposa dice tener fuerzas como para cubrir todo el recorrido que dispongan los dirigentes de la Cidob.
Según Loras, poco o nada tenía que perder si hubiera adoptado una postura indiferente a la demanda de sus hermanos indígenas, por cuanto fue uno de los que el Gobierno trasladó de su lugar de origen cuando dispuso la migración de muchas familias.
Ángel Yuvánore, dirigente del pueblo guarayo, es uno de los más entusiastas de los marchistas. El hombre es optimista a la hora de pronosticar la cantidad de indígenas que se sumarán cuando el grupo llegue a Ascensión de Guarayos.
Una de las tareas más sacrificadas corre por cuenta de la enfermera del pueblo guarayo, María Eugenia Guasase, que con un pequeño botiquín se da modos para atender a los marchistas que presentan dolores musculares y ampollas en los pies.
La enfermera guaraya es una de las más mimadas de los dirigentes de la Cidob por cuanto, al no contar con una ambulancia y médicos para la atención básica, la mujer se ha convertido en la única opción para los enfermos. En cuanto a las cocineras, cada una de los ocho pueblos se llevó su propio equipo.
La marcha
Los alrededor de 300 marchistas hicieron ayer dos turnos de tres horas y media cada uno. El viernes pernoctaron en la comunidad de Lomas del Amor y anoche llegaron a San Pablo, un municipio de la provincia Marbán, ubicado en el límite entre los departamentos de Santa Cruz y Beni, donde la mayoría son colonizadores afines al MAS.
La Subalcaldía de San Pablo es el campamento improvisado por los indígenas. Anoche el recibimiento fue con música, comida y mucha mixtura. Hoy descansarán en el lugar a la espera de la comitiva del Gobierno para restablecer el diálogo. En la comunidad de Lomas del Amor ayer almorzaron sopa de arroz y segundo guiso de fideo. Por la noche tomaron café con pan. La preocupación de los dirigentes es que más adelante falten los alimentos.
[Fuente: Los Tiempos, Cochabamba, 27jun10]
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