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14ene15


Caen previsiones sobre renta de gas


A la hora de las declinaciones y junto a la renuncia de su máxima autoridad en los últimos seis años, el cesante Carlos Villegas, YPFB muestra no sólo el descenso de la cotización internacional sino una caída en las previsiones por la renta de hidrocarburos y un sustancial declive en inversiones, sobre todo para exploración, el punto más débil de la perspectiva boliviana en hidrocarburos.

Durante la campaña electoral, el presidente Evo Morales pregonó para el 2014 una potencial renta petrolera de $us7.000 millones de dólares, que, cinco meses después, apenas bordea los $us5.500 millones.

"Ahora que van a pagar más de 400 millones de dólares, si incluimos eso y luego el mercado a Cuiabá casi estoy seguro que este año podemos pasar los 7.000 millones de dólares en la renta petrolera", señaló Morales el pasado 21 de agosto en Cochabamba en referencia a ingresos adicionales por el "gas rico" a Petrobras y un reciente contrato con Brasil.

"He estado revisando datos: posiblemente este año en renta petrolera vamos a llegar cerca de 7.000 millones, estaba programado 6.000 millones de dólares", insistió el 8 de octubre al cerrar su campaña proselitista en El Alto, con base en las previsiones oficiales de YPFB y la ley Financial, publicitadas desde enero.

Pasada la euforia electoral y a días de iniciar su tercer mandato, el gobierno confirmó hace una semana el recorte en la inversión del sector hidrocarburos, que este año se reducirá a $us2.398 millones frente a los $us3.029 millones programados en 2014. De estos, la estatal petrolera llegó a ejecutar tan sólo $us2.050 millones, menos del 68%.

La sombra de las tendencias a la baja apunta a intensificar este año el declive general de las cifras en la estatal petrolera, en desmedro de las regiones y sus beneficiarios, entre los que se incluyen las universidades y los sectores expectantes de la cuota parte del estado boliviano en el negocio de los hidrocarburos.

Economistas independientes del régimen, como Mauricio Medinaceli y Gonzalo Chávez calculan que la pérdida de ingresos estatales promediará los $us1.500 millones.

Una de las mayores afectadas es la inversión en exploración para nuevos reservorios: de $us425 millones programados el 2014 sólo se ejecutaron 312 millones. YPFB no ha ofrecido el desglose de la destinada a las actividades exploratorias el 2015, aunque refirió que, aunada a exploración, será de 1.431 millones.

Por otro lado, los ingresos por exportación de gas natural sumaron $us6.089 millones el año pasado, aclaró este lunes 12 de enero el viceministro de Comercialización de Hidrocarburos, Álvaro Arnez, quien no informó la diferencia respecto de la renta hidrocarburífera ni ofreció el cálculo entre lo previsible y lo realmente obtenido. Tampoco mencionó la renta del sector prevista para el 2015.

De 2006 a 2014 Bolivia invirtió $us1.269 millones en exploración, lo que representa un 14% de la inversión total que llegó a 9.121 millones, recordó al arrancar su gestión este enero el actual presidente en ejercicio de YPFB, Guillermo Achá, que sustituye a Villegas.

Hace seis años, "la inversión estimada para llevar adelante la totalidad de las actividades planteadas de YPFB Corporación sumaba $us11.292 millones como sector", preveía el Plan de Inversiones 2009-2015 de Villegas, con desembolso promedio de $us1.713 millones por año.

Pero aparte de lo previsto para el 2015 (los citados 2.398 MM), el total de inversiones ejecutadas en ese lapso suma 8.164 MM$us, según cifras oficiales al jueves 8 de enero pasado, es decir, unos 1.360 millones anuales.

La diferencia entre la inversión efectivamente programada y la realmente ejecutada ($us11.225 millones y $us8.164 millones, respectivamente) da un acumulado de $us3.061 millones sin ejecutar en los últimos seis años, desde el 2009.

Tan sólo el año pasado YPFB dejó de ejecutar $us979 millones en inversiones. Y el bienio 2013-2012 no ejecutó otros $us865 millones en esta misma actividad.

La mengua del 2015 casi duplica los $us522 millones previstos para bonos sociales a la tercera edad, madres y escolares, según cifras gubernamentales, en un contexto que va dejando atrás los años de bonanza.

Gasto corriente Vs inversiones

En cambio, para el 2015 parecen mantenerse los actuales niveles de intensificada monetización de las alicaídas reservas probadas (10.45 TCF respecto de 26 TCF hace 10 años), de desembolsos en gasto corriente y de opacidad en desmedro de la transparencia, si no se presentan otros casos de corrupción que se sumen a los recientes que involucraron a Villegas, declarado enfermo y en curso de tratamiento médico, aunque después Morales le diera su respaldo y dijera estar orgulloso de él.

El entonces presidente de YPFB anunció en noviembre pasado que la inversión 2014 cerraría en $us2.500 millones, pero al 28 de diciembre puso otra cifra: $us2050 millones, sin explicar la diferencia que equivale a casi el total de los bonos sociales del 2015.

Sólo para Renta Dignidad el presupuesto estatal prevé asignar $us429 millones destinado a un millón de adultos mayores de 60 años, un promedio de $us402 anuales, equivalentes a Bs8 al día. Los otros bonos sociales, Juancito Pinto, Juana Azurduy de Padilla completan el monto de $us522 millones para el 2015.

Contra todas las favorables expectativas de que YPFB haría posible el 2014 ejecutar el 90% de la inversión prevista en pleno "año del auge en Yacimientos" con desembolsos fuertes para proyectos de pre industrialización, las cifras de cierre de gestión dan cuenta de una ejecución porcentualmente menor.

Esta deficiencia se extiende incluso al 2013, 2012 y 2011, en que no se desarrollaron las costosas separadoras de líquidos o los prolegómenos de la industrialización del gas destinado a la petroquímica.

Eso sí, la estatal fue eficiente, si la ejecución presupuestaria se toma como un indicador de ese factor, en gasto corriente -incluido el de publicidad y eventos- pues el 2014 llegó a ejecutar $us11.800 millones (92%) de los $us12.900 millones que el Estado le concedió para la pasada gestión.

En los últimos tres meses (06-oct y 31-dic), activamente relacionados con la campaña proselitista para la tercera reelección de Morales y la antesala de los comicios subnacionales, YPFB ejecutó 5.288 millones de dólares (42%) de su presupuesto general gasto corriente, sin que se sepa hasta ahora el destino, desglosado o en porciones significativas de esos pagos.

Tan sólo en las tres semanas transcurridas del 6 al 27 de octubre YPFB habría desembolsado $us1.000 millones.

De acuerdo al Sistema Integrado de Gestión y Modernización Administrativa (SIGMA) del Ministerio de Economía, que indica la ejecución presupuestaria, sobre un presupuesto aprobado de Bs88.911 millones (unos $us12.700 millones) al 6 de octubre YPFB tenía devengados Bs45.776 millones ($us6.539.4 millones) y al 27 de octubre ejecutó Bs52.735 millones ($us7.533.5 millones).

Al 19 de diciembre ejecutó Bs66.461 millones ($us9.494 millones) y al 31 de diciembre unos Bs82.795 millones ($us11.827 millones) para cerrar el año un saldo no ejecutado de Bs874 millones, es decir una ejecución aproximada del 92%, la mayor parte en gasto corriente.

Pese a la no ejecución de buena parte de la inversión pública en general, y de la inversión petrolera en particular, el presidente Morales sugirió hace días invertir más fondos, utilizando incluso las Reservas Internacionales Netas, (RIN)

"Si sigue reduciendo el precio del barril de petróleo (…) por qué no meter nuestras reservas internacionales, unos 2.000 o 3.00 millones de dólares, especialmente en proyectos productivos, no sólo en infraestructura (…) Yo no tengo miedo a ese tema, tenemos ministros con capacidad, hay debate, hay propuesta", indicó. El Banco Central (BCB), cerró el 2014 con $us15.123 millones de RIN.

Consumismo: volatilidad de los ingresos

El Estado Plurinacional, que rige desde el 2006, no ha tomado virtualmente ninguna de las previsiones destinadas a contrarrestar la volatilidad de los ingresos, emergente entre otros factores del consumismo, el gasto corriente y la inflación, ni ha puesto en marcha un fondo de ahorro de reservas específicamente de hidrocarburos, para utilizarlas cuando el precio internacional del petróleo caiga más de lo previsto.

Diversos sectores y analistas advirtieron en los últimos años que los ingresos de la bonanza se escurrirán como agua si no se controla la volatilidad de los ingresos, derivaba también de la concesión de bonos y aguinaldos dobles como los pagados el 2013 y 2014.

La Carta mundial de los Recursos Naturales, de Naciones Unidas, prevé, por ejemplo, que el uso eficaz de los ingresos procedentes de los recursos requiere que la inversión y el gasto locales se intensifiquen lentamente y se nivelen para tener en cuenta la volatilidad de los ingresos.

En Bolivia, la denominada "inflación de los pobres", basada en el costo de la canasta alimentaria, especialmente de los sectores menos beneficiados, ha resultado en el curso de la última década, más alta que el promedio inflacionario publicitado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

La Fundación Jubileo, de la Iglesia Católica en Bolivia, estableció que el 2014 la inflación de los alimentos alcanzó el 6,9% frente al 5,1% registrado por el gobierno. Lo peor fue que la variación acumulada del precio de alimentos en Tarija, Cochabamba y Santa Cruz fue superior al promedio nacional, entre 16,4% y 11,7%

Jubileo alertó también que menos de 2% del gasto público se orienta a inversión para diversificar la economía y que un 60% de impuestos y regalías se queda en el Nivel Central, con lo cual se observa que una menor parte de los recursos son administrados por municipios, gobernaciones y otras instituciones.

El reparto de los ingresos

A mediados de gestión en polémica sobre los costos recuperables de las empresas, Carlos Villegas anunció que la comercialización del gas de mayo del 2007 a julio del 2014 generó $us30.797 millones y que en ese periodo se les reconoció $us4.798 millones en costos recuperables de los $us4.931 millones que habían reportado.

Otro monto cercano a $us3.200 millones en ese mismo periodo parecía corresponder a las utilidades de las operadoras, que conforman la segunda parte de su remuneración consistente en la suma de costos recuperados y ganancias.

En esa controversia, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que las utilidades de las empresas extranjeras significaban un 10,9% y que los costos recuperables sumaban 14,4%, quedando la porción nacional en 74.7%.

La retribución, paga final o remuneración de las empresas petroleras titulares de los contratos de hidrocarburos, podría sin embargo superar los $us9.700 millones si se agregan $us587 millones en costos recuperables equivalentes de la gestión 2006 y un mínimo estimado de $us650 millones para el 2014, sin contar ganancias de estos años ($us485 millones sólo el 2006).

En septiembre pasado, con cifras oficiales de la Fundación Jubileo y otros centros de estudio, se pudo establecer que los costos recuperables suman los $us4.931 millones reportados, de los que $us133.3 millones fueron observados, por lo que el Estado resolvió reconocer y pagar el 97.2%.

Sin embargo, los vericuetos del reparto de la riqueza -por la explotación de hidrocarburos entre diversos actores- y el recorte de la inversión en el sector, contrastan con el sustancial aumento por participaciones que obtiene YPFB en el negocio de los hidrocarburos, recursos que alcanzarían a los $us5.300 millones en los últimos ocho años y que al parecer no cuentan con una gestión transparente, según diversos centros de estudios y organizaciones de la sociedad civil.

Esas participaciones de YPFB emergentes de la renegociación de contratos el 2006, constituyen ingreso aparte de las regalías departamentales y el impuesto directo a los hidrocarburos (IDH) definidos el 2005 y conformados por un 50 % de la renta petrolera.

Una porción de esas participaciones sería destinada a bonos sociales, calculados entre $us300 millones y $us500 millones anuales en las últimas gestiones, aunque la normativa no está normada, de acuerdo al último reporte de la Fundación Jubileo.

[Fuente: Erbol, La Paz, 14ene15]

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