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09abr23


Elvira Parra: "Pagué los platos rotos; me perdí el crecimiento de mis hijos"


En 2015 su hijo menor tenía 13 años. Hoy es un joven de 21. "Me perdí la niñez y adolescencia de mi hijito", se apena Elvira Parra. Toma aire y exclama: "¡Arruinaron mi vida y la de mi familia!". Después de ocho años, la exdirectora del Fondo Indígena está en casa, pero su calvario continúa.

Fue acusada de firmar contratos lesivos al Estado, por incumplimiento de deberes y conducta antieconómica, en el caso de corrupción, con un desfalco de más de 180 millones de dólares.

A sus 58 años, Elvira Parra enfrenta 180 procesos en su contra, pero ahora está con su familia. "En mi gestión no hubo corrupción, me arrepiento de haber llegado al Fondioc (Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígenas Originarios y Comunidades Campesinas)", enfatiza con convicción. Los años en prisión le quitaron "años de vida" y le dejaron una pesadilla que aún no termina. Tiene detención domiciliaria, luego de permanecer recluida en el cárcel de mujeres de Obrajes, en La Paz, durante dos años y dos meses; después de pasar por el penal de Palmasola, en Santa Cruz, y de retornar a la sede de Gobierno en enero de este año.

Transcurrieron ocho años y 15 días desde su detención, ¿cómo fue volver a casa?

Es una gran alegría. Ahora estoy mejor, con mi familia, mi esposo y mis hijos. Por lo menos ahora puedo compartir con ellos, pero siempre con la preocupación porque todavía sigo con la detención domiciliaria. Me faltan los juicios orales que tengo pendientes. Eso es lo que me preocupa por la situación económica y porque ya es mucho tiempo. Quisiera que de una vez se cierre todo y pueda estar libre totalmente y pueda hacer algo por mi familia. Puedo salir a trabajar, pero no puedo.

¿Qué evaluación hace después del recuento de los daños?

Tenemos muchas deudas porque nos tuvimos que defender con abogados particulares, nos sacaban plata, pero gracias a Dios, en este último tiempo, el doctor Vladimir González fue muy comprensivo y nos ayudó bastante. Tuve muchas complicaciones en mi salud. Mis hijos también fueron muy perjudicados porque ahora son mayorcitos, pero si yo hubiese estado, los hubiese visto crecer. A ellos les costó mucho mi ausencia. Me perdí la niñez de mis tres hijos.

¿A quiénes responsabiliza por la situación?

Al anterior gobierno, al Ministerio Público y a los que me han querellado. Yo pagué los platos rotos. Nunca hubo una base jurídica para procesarme. Simplemente se basaron en pequeños informes y para el colmo, en más de ocho años no han logrado investigar y a mí me perjudicaron. La Contraloría, el año pasado, se retiró del proceso; entonces, la interventora me querella y luego en el juicio oral que tuve en Santa Cruz, obtuve una sentencia absolutoria de toda culpa, ella aclaró que yo no firmé ningún contrato. Entonces, ¿por qué me han tenido tantos años? Yo aclaré eso desde el inicio, que no firmé contratos, sólo convenios, en cumplimiento a la resolución del directorio que aprobó una resolución del Ministerio de Desarrollo Rural donde autorizaba la transferencia público-privada. Si no hubiese firmado el convenio de ejecución del proyecto, para entonces ya me hubiesen procesado por incumplimiento de deberes, porque el Fondo de Desarrollo para los pueblos indígenas es muy diferente a otras instituciones públicas.

¿Y la gestión de Evo Morales tuvo algo que ver?

Bueno, podría ser porque todo fue en su gestión del compañero Evo. Tal vez pudieron darle un mal informe. La interventora debería hacer su trabajo correctamente, no debería seguir lo que estaba empezando.

¿Quiénes son los dirigentes responsables del desfalco al Fondo Indígena?

En mi gestión yo no tengo conocimiento de que haya habido desfalco. Yo no puedo mentir. Posteriormente hemos escuchado que hay dirigentes que ejecutaron mal el proyecto o tienen otros intereses, eso no lo sé. Pero ahí tienen mucho que ver algunos de los técnicos. Para eso era bueno que hagan auditoría administrativa y auditoría técnica para poder procesarlos. Quién sabe, yo no hubiese estado tantos años encarcelada. Con esa auditoría se hubiese conocido a los verdaderos culpables. Sabemos que hay personas que buscaron sus intereses personales y grupales. Si no hay una auditoría, una documentación, no podemos decir nombres. En mi gestión no tengo conocimiento de algún desfalco.

¿Qué cargo tenía en el Fondo Indígena?

Yo era directora ejecutiva nacional del Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígenas Originarios y Comunidades Campesinas. Yo soy la primera directora que trabajó con los equipos técnicos que ya fueron nombrados. Con ellos trabajamos implementando en proyectos para asignar presupuestos y todo eso para la institución. Yo era responsable de todo el equipo técnico, con ellos coordinábamos. Mi inmediato jefe era el directorio conformado por personas de cinco organizaciones paceñas y nacionales, que son la Confederación Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, Confederación de Comunidades Interculturales de Bolivia, Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa, Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo y la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia, que son organizaciones, y los ministerios que conformaban el directorio.

Aparte de todo eso, como el Ministerio de Desarrollo Rural tenía dos representantes, el estatuto de la institución dice que el Fondo estará bajo la tuición del ministerio y la ministra del sector (Nemesia Achacollo) asumió como presidenta del directorio.

¿La exministra Nemesia Achacollo es la principal responsable del desfalco?

Yo no sabría decirle. El Ministerio Público debería investigar. Hay documentos del funcionamiento de la institución, pero también hay normas externas y todo eso debería ver el Ministerio Público porque a mí me tienen más de ocho años y no me pueden decir nada. No es que yo era la que tenía poder de decisión, el poder de decisión era del directorio. Yo simplemente cumplía lo que me mandaban.

¿Cuál era su relación con Achacollo?

No tenía mucha relación ni con ella ni con otra gente. Mi trabajo era gestionar proyectos, lo que era presentar los proyectos cumpliendo las normas y luego ser presentado al directorio para que sea aprobado y proseguir con los trámites de inversión pública.

El año pasado murió Marco Aramayo (denunció la corrupción en el Fondo Indígena) sin encontrar justicia, ¿cómo le afectó su trágico final?

A nosotros nos afectó mucho la impotencia, la desesperación. Antes de que muera don Marco Antonio Aramayo viajamos más de 30 veces a Santa Cruz para que nos inicien un juicio oral que nunca se iniciaba. Los jueces y los del Ministerio Público no estaban y nuestro viaje era en vano, gastábamos dinero en los pasajes. A veces no comíamos, el viaje era incómodo y teníamos que viajar por tierra, había problemas en las carreteras. Todo eso tuvimos que sufrir. Cada año teníamos las esperanzas, pero llegaban querellas que nos desesperaban porque eso significaba que nos quedaríamos más años. Yo creo que todo eso le afectó mucho.

¿Temió pasar por lo mismo?

Así es. Tuve miedo, por eso deberían hacer auditoría para saber quiénes se llevaron el dinero y cuánto. El director que me reemplazó sabe mucho, pero él se desaparece. Hasta donde terminó mi gestión, los proyectos estaban encaminados, después no sé qué habrán hecho.

¿Quién la reemplazó?

No quiero dar nombres, eso tiene que decir la investigación.

¿Hubo corrupción?

No había en mi gestión. Yo siempre peleé por eso. Si hubiese sabido que iba a tener este problema, hubiese tenido a más gente cuidando.

¿Usted firmó los desembolsos?

No me pueden culpar por algo que no hice, no firmé contratos, no cometí conducta antieconómica ni incumplimiento de deberes. Ahora, nada tendría que haber en contra mía. Ahora me harán gastar para dos juicios orales en Beni. Por ejemplo, ni siquiera estuve. Tengo que presentar documentos. ¿En qué ley dice que uno debe ser procesado sin ser funcionario público? No entiendo.

Yo soy del municipio de Tiwanaku, en mi comunidad está la Universidad Católica Boliviana, ahí nací y crecí, y también ayudé al párroco. Yo aprendí a no engañar a las personas y menos a mis hermanos, ni ser mentirosa. Trabajé por más de 10 años; a mí me gusta trabajar y no puedo engañar a nadie.

¿Cómo llegó al Fondioc?

Estuve trabajando en el Fondo Indígena Internacional, que es una institución privada, pero cuando dijeron que yo era elegida para directora nacional del Fondioc, el directorio me llama. Como se trataba de organizaciones y como yo conocía la realidad de las comunidades, acepté y renuncié a mi trabajo. Asumí con toda voluntad y muchas ganas de trabajar. Antes, cuando trabajaba en el Fondo Internacional, fui invitada de las Bartolinas. Ahí comencé como técnica. Yo estudié en la Universidad Católica, en su extensión. Estando ahí estudié enfermería, luego me invitó el ejecutivo de Túpac Katari, Esteban Silvestre, que en paz descanse. Trabajé por 10 años en ese centro.

Llegué a mis 46 años al Fondo Indígena. Ahora tengo 58 años.

Después de lo que vivió en estos años, ¿qué significó el Fondo Indígena en su vida?

A veces me arrepiento porque si no hubiese aceptado esa invitación estuviese trabajando en otro lado, no me hubiese perdido el crecimiento de mis hijos. Toda esta situación afecta mucho porque les he visto que están muy afectados, como mi esposo, psicológicamente, moralmente. Él sufría mucho por mi ausencia.

¿Sumaron penas y deudas?

Sí, tenemos varias deudas por pagar. Quiero trabajar porque queremos que este calvario se acabe de una vez y podamos descansar porque llevar esta cruz pesada es bien difícil. Ya van más de ocho años. Así es la justicia, sólo hay injusticia. En la cárcel no hay trabajo. Aquí en La Paz se turnan para entrar a algún beneficio, pero son filas interminables. Todo el mundo necesita. Es perder un año o año y medio para que te toque algún beneficio. En Palmasola la pasé muy difícil. En las noches generalmente me ponía a leer y por las tardes iba a la iglesia. Quisiera que de una vez termine toda esta pesadilla.

¿Quién o qué puede terminar con su pesadilla?

Creo que el Ministerio Público. Nunca estuve en ningún partido político y tampoco pienso estar. Nunca he sido ni seré politiquera, ahí nomás me quedo.

¿Qué le dice a la gente que la puso en esta situación?

Que me arruinaron mi vida y la de mi familia. Me perjudicaron mucho. Me perdí casi una década del crecimiento de mis hijos. A las autoridades decirles que tomen en serio el proceso y que de una vez termine la pesadilla para mí. Que actúen correctamente los jueces y el Ministerio Público, y que todo se haga correctamente. Que no cometan más injusticias porque tengo sentimientos, ya no pueden humillarme, pisotear mis derechos. Muchas veces digo ¿será por lo que soy mujer aymara, mujer de pollera por eso me hacen esto?

¿Cuál es su situación en este momento, después de más de ocho años fuera de su hogar?

Mi esposo está trabajando, a veces hay y otras no. Mi esposo es auditor, pero tiene trabajo a veces. Ahora estoy con mis tres hijos y Dios quiera que pueda volver a trabajar. Ellos son un pedazo de mi vida y estaré con ellos para apoyarlos.

¿Planea volver a la dirigencia indígena?

(Silencio) No, me han decepcionado. Quiero volver al lugar de mi nacimiento, volver ahí para curar mis heridas. Mi hijito tenía 13 años cuando lo dejé. Ahora tiene 21 años. Me perdí toda su adolescencia. Quiero disfrutar de mis hijos.

Parra se despide del contacto telefónico. Agradece a Dios y pide: "¡Que haya justicia, de una vez!".

[Fuente: Por Roxana Pomier Fernández, Página Siete, La Paz, 09abr23]

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