Información | ||
Derechos | Equipo Nizkor
|
26ago24
Más de 9 años de la Gran Estafa del Fondo Indígena
En mayo de 2015 tuvimos el privilegio de publicar el Libro "Fondo Indígena La Gran Estafa, denuncias y propuestas desde los pueblos indígenas". Han transcurrido más de 9 años y el tema merece una reflexión categórica.
El fondo indígena fue una demanda del pueblo guaraní para obtener un beneficio de la explotación de hidrocarburos en territorios indígenas, reclamo que se materializa con un 5% anual del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), recursos económicos instaurados el año 2005 pero para todos los pueblos indígenas y campesinos de Bolivia. Así, desde el año 2006 a la fecha, se debita el 5% de ese impuesto para el beneficio de las comunidades campesinas, indígenas, originarias para encarar aspectos productivos, a nivel agrícola y pecuario. La instancia beneficiaria comenzó siendo el Fondo de Desarrollo para los Pueblos
Indígenas y Comunidades Campesinas FDPPIOYCC, denominado comúnmente Fondo Indígena hasta el 26 de agosto de 2015, fecha de su liquidación mediante el Decreto Supremo Nš 2493, dando nacimiento al actual Fondo de Desarrollo Indígena (FDI).
Evo Morales fue el artífice de la liquidación de la institución por Decreto y pese a que se manejada desde los Ministerios, el entonces presidente, acuso a los integrantes del directorio (los delegados de las organizaciones CSUTCB, Interculturales, Bartolina Sisa, CIDOB, CONAMAQ, APG) de ser los responsables del mayor desfalco de recursos destinados a los pequeños productores de toda nuestra historia.
La denuncia de la Gran Estafa del Fondo Indígena toco las fibras más profundas del nuevo poder azul, se ponía en tela de juicio la "reserva moral" del mundo indígena salpicado en una serie de casos de corrupción desconocidos hasta el momento. Así, la ciudadanía se enteró de la creación de "pueblos fantasmas" supuestos beneficiarios inexistentes de los proyectos; o el caso de ovejas caras negras de raza compradas y entregadas a los comunarios, que después de la lluvia se despintaban del color negro con que habían sido pintadas comunes y vulgares ovejas. El caso notable del desembolso de 22 millones de bolivianos a la cuenta de una mujer dirigente dela CIDOB en varios pagos menores en un solo día y a su cuenta particular. La presentación de una simple hoja con algunos datos y firmas como justificativo para el desembolso de hasta un millón de bolivianos. El caso de una Ministra del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras que compró máquinas de tejer, las tenía en su casa de Tarija sin uso alguno y cobraba por el alquiler de las mismas.
Esta es la experiencia más grande de transferencia de recursos públicos a privados que se ha conocido en la historia de Bolivia. Del año 2006 al 2015 (10 años) el FDPPIOYCC recibió aproximadamente 5.000 millones de bolivianos, monto estafado a las comunidades por parte de los dirigentes de las organizaciones controladas por el Movimiento Al Socialismo. Del año 2015 al 2024 (10 años) el FDI recibió más de 2.000 millones de bolivianos, monto expropiado por el gobierno del MAS a título de la "municipalización del Fondo Indígena" una vez cambiada la razón social de la institución. Pérdida de derechos económicos, porque desde el 2015, son los Municipios y el Ministerio de la Presidencia los que deciden sobre estos recursos destinados a las comunidades campesinas.
El interrogante más importante probablemente no sea el ¿por qué sucedió?, ni ¿quiénes fueron los responsables?, sino ¿el por qué los campesinos indígenas originarios no han reaccionado frente a tan grande pérdida económica? El FDPPIOYCC y el FDI han desviado 7.000 millones de bolivianos para proyectos en las comunidades campesinas e indígenas a FONDO PERDIDO, es decir, desembolsos de disponibilidad productiva sin la devolución de capital ni de intereses. Con estos recursos, ninguna comunidad campesina debería recurrir a ningún Banco, ONG o casa comercial.
La realidad es que detrás de la gran estafa se esconde la expropiación de un derecho económico conquistado por los campesinos e indígenas, que ha vuelto a manos del Estado bajo la forma de municipalización de sus recursos económicos. Se observa la conducta desleal del gobierno que observo la corrupción de los dirigentes campesinos, la promovió, según el caso, para tener cautivas a las organizaciones indígenas bajo su férula.
A esto, le llamamos en su momento la "corrupción bastarda", procedimiento de control de los dirigentes enlodados por el desvió de los dineros a sus bolsillos, bajo la atenta mirada del gobierno, dispuesto a protegerlos judicialmente o procesarlos a la menor sospecha de traición o deslealtad.
Entonces, ahora se puede comprender mejor al sujeto económico comunitario. Produce solo para sí mismo (autoconsumo y muy poco para el mercado), se encuentra gobernado por el individualismo crónico, no tiene apego a la tierra, a la producción de alimentos ni a la defensa de la naturaleza. En este mar de desidia, por supuesto que hay muchas y honrosas excepciones.
El Fondo Indígena fue durante varios años la caja chica del gobierno para movilizar a las llamadas organizaciones sociales. Del Fondo Indígena salieron recursos para pagar movilizaciones a favor del gobierno, parte de la renta dignidad, el presupuesto de las Universidades Indígenas y gastos utilizados por diferentes ministerios.
De parte de los dirigentes que asaltaron el fondo indígena, usaron esos recursos para viajar, comprarse movilidades y pagar campañas políticas, ya que muchos de ellos son en la actualidad senadores, diputados, funcionarios públicos y dirigentes tanto del ala Evista como Arcista.
[Fuente: Por Manuel Morales Alvarez, Erbol, La Paz, 26ago24]
This document has been published on 12Oct24 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |