Equipo Nizkor - Patrones y padrinos del 45%.

La pregunta final y sin solución es ¿por qué Walter Ferrufino sigue gobernando O´Connor?; antes de esa hay muchas otras sin respuesta, porque analistas y políticos no han podido dar con ellas.

La Ley de redistribución de regalías que los municipios potencialmente productores de Entre Ríos, Bermejo y Padcaya han impulsado está en puertas del pleno de la Asamblea Legislativa Departamental. La intención es modificar el actual Pacto Fiscal Departamental y que adjudica el 45 por ciento de los recursos a la provincia del Gran Chaco, que ocupa aproximadamente ese porcentaje territorial y en su momento, poblacional.

La propuesta de Ley – argumentan desde el Chaco – no tiene sustento legal, el Servicio Estatal de Autonomías ya en mayo advirtió que la Asamblea Departamental no podía modificar la Ley Nacional 3038, ni los decretos supremos, ni los Estatutos Departamental y Regional que recogen esta peculiaridad. En aquel momento, cuando la Ley fue rechazada en la Asamblea Plurinacional objetando la competencia, se habló de solicitar un informe al Tribunal Constitucional del que hasta la fecha nadie sabe nada.

Los números no siempre mandan

La Ley pretende modificar un concepto constitucionalizado como la regalía departamental, en un derecho municipal, afectando así al ordenamiento jurídico boliviano. Pero por encima de todos los argumentos está la política, pues en política, todo se puede, eso sí, si se cuenta con los votos.

En 2014 el presidente Evo Morales en el departamento de Tarija recibió el 51,68 por ciento de los votos; un total de 136.014 ciudadanos, como recuerda el Atlas Electoral del Tribunal Supremo Electoral, votaron por la renovación del mandato del Presidente.

De esa cantidad, 50.781 vivían en Cercado, aunque representaban a un 40,67 por ciento de los capitalinos, siendo la única provincia donde el MAS no superó el 50%. En el Chaco Morales obtuvo una votación histórica del 60,23%, lo que supuso el voto de 45.023 votantes. Las otras dos provincias en litigio por el 45%, O´Connor y Arce – Bermejo y Padcaya – apoyaron también masivamente a Evo Morales como tradicionalmente lo venían haciendo. Mientras en O´Connor se logró un 67,48, convirtiéndose en la provincia más afín, en Arce se alcanzaba el 64,71. Sin embargo, en número de votantes, Entre Ríos sumó 6.045 y Arce 18.655, en conjunto 24.700.

Es matemático que 24.700 es menos que 45.023, pero además es evidente que para ganar en el departamento Evo y el MAS necesitan de los unos y de los otros. ¿Por qué entonces el debate del 45% sigue abierto?

“Para cagarlo a Oliva”. Los asambleístas más figureteadores y que, como todos, no tienen idea por donde salir del entuerto, han hecho intentos de lanzar la pelota al Gobernador Adrián Oliva, exigirle un posicionamiento sobre el tema que le pueda restar en uno u otro sentido. Es posible incluso que ahí se detenga el debate, porque el Gobernador no va a pronunciarse sobre un asunto que – dice – es de la Asamblea y en último término, del MAS. Con masistas gobernando en el Chaco, en Padcaya, en Entre Ríos, en Bermejo, en la Asamblea Departamental, en la Asamblea Regional, en el Gobierno Nacional y en el Ministerio de Hidrocarburos, resulta fácil ponerse de perfil y pedir que el partido decida. No será el liderazgo esperado, pero es absolutamente legítimo.

“Es la estrategia de dividir”. Es verdad que al MAS le gusta dividir y es uno de los axiomas más antiguos del arte de la guerra, pero obviamente se aplica con los de las filas contrarias, no con las propias. Maniobras de ese vuelo han acabado por derrotar imperios poderosos y al mismísimo Madrid de Mourinho. Nadie hasta el momento ha podido argumentar como con este lío acabaría siendo beneficiado – en número de votos, se entiende – el partido de Gobierno.

“Décimo departamento”.

El asunto no es tan sencillo, no tanto por lo que acontece a Tarija, cuya Región Autónoma ya tiene toda la estructura para caminar en solitario, sino por lo que significaría en otros departamentos del país con viejas inquinas. Para los chaqueños más supremacistas, perder la batalla sería ganar la guerra, ya que la modificación del Pacto Fiscal Departamental supondría una afrenta plena y un empujón para consolidar su propio departamento, probablemente con legítima ascendencia. El problema es que el procedimiento sería largo y complejo (ríase del Brexit), contemplaría elecciones por el medio y serían miles los perdedores que ya no tendrían tantas ganas de votar por Evo.

“Es por Quecaña”. Hay quienes lo aman y quienes lo odian, pero en general todos están de acuerdo que una pelea de este vuelo le supera porque no tiene raíz autonomista ni acaba de conectar con el discurso histórico. Quecaña ha acabado siendo el jefe del Chaco por incomparecencia de rivales; el fracaso de los neomasistas alineados al bloque de Peñaloza lo ha colocado como referente y pese a lo medianero de su gestión, no hay una razón objetiva para hacerle dar un paso al costado.

No es no, o bloqueo

Morales enfrentó el problema en el mes de abril de este año. La Asamblea Plurinacional recién debía dar a conocer su veredicto sobre la procedencia o no de la Ley de Redistribución de Regalías que debía abrogar la 3038. Había mucha presión por todos lados y los “cívicos” de Entre Ríos, Padcaya y Arce estaban dispuestos a hacerse notar. Masistas (casi) todos ellos, tenían espacios privilegiados en los actos de la efeméride departamental y por primera vez, de forma organizada y premeditada, una corriente interna se atrevió a exigirle a Evo Morales que tome partido. Y lo tomó.

El primer golpe lo recibió en Chiquiacá, al que le quitó hierro. Pero al día siguiente los carteles en el acto de Bermejo le obligaron a pronunciarse catalogando de “molestosos” a los promotores. Unos días después fue más explícito y tras señalar que se trataba de un asunto departamental, pidió no abordarlo hasta que se consumara la exploración de forma satisfactoria.

Unos días después, al final de abril, Walter Ferrufino fue protagonista absoluto en el acto de entrega provisional de la ruta Entre Ríos Palos Blancos a la que asistió Evo Morales y asistieron también todos los lideres chaqueños para entregar simbólicamente la ruta que debía unir a los tarijeños. Ferrufino en ese momento habló de unidad y de respeto a la conquista chaqueña del 45%. Una semana después los suyos bloqueaban el ingreso al pozo Juaguar X6, que debía iniciar operaciones de exploración. El reclamo: la modificación de la Ley del 45%.

El bloqueo acabó una semana después, el pozo se inauguró con bombo y platillo y Evo Morales en el escenario, pero no Walter Ferrufino. Con todo, el ejecutivo de O´Connor, con media docena de procesos complejos en sus espaldas y un perfil mucho más bajo, se mantiene al frente de la institución.

Una incertidumbre

El asunto puede ingresar en el pleno mañana lunes, pero difícilmente lo hará conocidos los antecedentes de la propia Asamblea y su eficiencia en el manejo de los tiempos. Lo normal es que la semana se dedique a pulsar con el Gobernador sobre su posición mientras el Chaco se desgasta en un bloqueo que nadie quiere y que las autoridades no han escrito negro sobre blanco. De hecho, en el Chaco hay preocupación por el escaso eco que ha despertado en la población el llamado a la defensa del 45 por ciento. Para unos, “milenials”, para otros, “los mismos corruptos de siempre peleando por quien administra las pegas”.

Lo cierto es que el asunto se ha enquistado demasiado y los puentes de diálogo parecen rotos mientras el departamento, en su conjunto, sufre.

La tozuda aritmética no da solución

La Ley 3038 vino a sacramentar un Pacto Fiscal que significaba entregar directamente a las autoridades del Chaco el 45 por ciento de la renta petrolera departamental. El asunto estaba justificado en el territorio que ocupa la provincia, además de un pasado de olvido sistemático. Incluso dieron a elegir la ruta con Bermejo o con el Chaco, y se perdió de nuevo el Chaco. El pacto se hizo antes siquiera de que la Autonomía Regional se atisbara como posible en el horizonte. Primero fue la plata, luego la estructura.

El proyecto de Ley en la Asamblea solo atiende a un criterio, por cierto, bien capitalista: la regalía es por municipio en el caso de que haya producción. Poca solidaridad, poco cambio estructural, poco de todo. Con planteamientos de ese tamaño, la solución tiene menos que ver con la política y más con la aritmética.

En una Asamblea con 30 asambleístas, el MAS definirá la suerte de la Ley, pues son 16 asambleístas de ese color, si bien solo tres son de circunscripciones chaqueñas.

De los 30 asambleístas, tres pertenecen a los pueblos indígenas que precisamente habitan en el Chaco – salvo el rotatorio de los guaranís -, en cualquier caso, la Autonomía Regional siempre ha negado el acceso directo de estos pueblos a un porcentaje de las regalías, por lo que los votos no serían tan sencillos.

De los seis asambleístas chaqueños no existen dudas respecto al sentido de su voto, pese a que desde el Chaco se les afea que no hayan advertido con mayor vehemencia de los riesgos del proceso legislativo.

La propuesta de Ley planteada por Arce y O´Connor (5 y 3 asambleístas respectivamente) contempla también un porcentaje de compensación para las provincias no productoras, es decir, Méndez (3 asambleístas) y Avilés (3 asambleístas), lo que sumaría 14 votos a favor de la modificación. La llave en este caso estaría en Cercado y sus siete curules, que de acuerdo a la fórmula de reparto recibiría un porcentaje residual tomando en cuenta su población; además de consolidar un sistema de reparto que vacía de recursos a la Gobernación Departamental y por tanto, frustra cualquier proyecto de desarrollo común y que no pasa por Cercado.

Con algo más de 17.000 kilómetros cuadrados, el Gran Chaco ocupa el 46 por ciento del territorio departamental, mientras que O´Connor y Arce, cada una con poco más de 5.000 kilómetros, representan un 14 por ciento.

25nov18

Patrones y padrinos del 45%

[Fuente: Por Miguel V. de Torres, La Mano del Moto, El País, Tarija, 25nov18]

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