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17abr09
Dos mercenarios vivos y la punta del ovillo
Dos supuestos mercenarios, parte de la célula de terroristas desarticulada en la ciudad de Santa Cruz (900 km al este de La Paz), eran la punta del ovillo que las autoridades bolivianas exploraban el viernes en busca de despejar un sin número de incógnitas sobre la existencia de una compleja red irregular con contactos en Europa.
La información que se pueda extraer del boliviano Mario Fardig Astorga, un militar en retiro que frisa los 60 años y que se formó en centros castrenses croatas, y del húngaro Iedad Votel Toazo, dos de los cinco miembros de una facción irregular interceptada en un hotel de Santa Cruz, resulta vital para establecer el tamaño y las extensiones de lo que se supone un plan para desestabilizar Bolivia, o matar al presidente Evo Morales, que viene a ser lo mismo.
Fardig y Toazo salieron indemnes de una feroz balacera que siguió a una poderosa explosión que voló por los aires 30 habitaciones del cuarto piso del Hotel Las Américas, donde fueron abatidos el rumano Mayarosi Ariad, el irlandés Duayer Michael Martin y el boliviano Eduardo Rózsa Flores, primariamente identificado como Jorge Hurtado Flores.
Fardig y Toazo permanecen detenidos bajo un extraordinario dispositivo de seguridad en los calabozos de la Fiscalía de La Paz y, según el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, que habló en el consulado boliviano en Río de Janeiro, ya admitieron su participación en los atentados terroristas a las residencias del viceministro Saúl Avalos, en marzo, y del jerarca de la iglesia católica boliviana Julio Terrazas, el pasado miércoles.
En poder de los caídos en el hotel, uno de ellos descoyuntado por la explosión del artefacto, se encontró una computadora que era objeto de un minucioso estudio por peritos en La Paz. El ordenador portátil era, a estas alturas del día, una caja de Pandora y su información podría trazar el curso de las pesquisas.
En la cómoda de Rózsa Flores, la policía encontró una Uzis, metralleta livianísima que es capaz de percutar 20 balas por segundo y que el boliviano, que comandó un batallón de 380 soldados en la guerra secesionista en la exYugoslavia, en la década de los ‘90, a favor de las fuerzas croatas, no alcanzó a blandir impedido por el fuego nutrido que se desató entre las 4h30 y 5h00 del jueves en el cuarto piso del hotel Las Américas, reveló el comandante de la Policía, general Víctor Hugo Escóbar.
El palmarés de Rózas Flores daba para confundir a los más esclarecidos, pues detrás del guerrero por Croacia, este hijo de húngaro comunista convencido y de boliviana ferviente católica nacido en Santa Cruz en 1960, había un corresponsal, nada menos que de la BBC y de la Vanguardia española.
Este hombre contactado en Croacia por el “Viejo”, un personaje, por el momento sin rostro ni nombre y que supuestamente opera desde algún punto de Bolivia, estuvo en la resistencia al dictador Augusto Pinochet en el Chile del primer presidente marxista de Latinoamérica, el inmolado Salvador Allende, en setiembre de 1973, y hasta compuso grupos humanitarios y, para plantear el rompecabezas, adscribió El Corán.
Miembro de una familia de artistas reconocida en Santa Cruz, Rózsas Flores, que ha sido filmado en traje de fajina, llegó a realizarse, también de cineasta.
Los cuerpos de los abatidos fueron levantados 14 horas después de la balacera, lapso en el que autoridades bolivianas tomaron todas las pistas que podrían conducir a la captura de otros miembros de la célula o integrantes de otra facción irregular que opera en Bolivia.
El vicepresidente Alvaro García Linera reveló que en el depósito de la privada telefónica Cotas, en el campo de la Expocruz, en el centro de Santa Cruz, se encontraron cajas vacías de armas de guerra y explosivos, lo que hace suponer que uno o varios grupos se han apoderado de rifles de alta precisión y metralletas de último generación.
“No estamos sólo ante una célula. Deducimos que hay otras, por la cantidad de armas encontradas en este stand y por las cajas vacías de armamento que deben ser encontradas”, argumentó.
Los suposiciones se han regado, pues la Policía halló en el almacén de Cotas C-4, un devastador explosivo de exclusivo uso militar que había sido combinado con gasolina. Este cóctel, por la cantidad de C-4 encontrado pudo haber volado por los aires el barrio en que se encuentra enclava la Expocruz.
En el depósito de Cotas también se hallaron planos, croquis y documentos con datos sobre los movimientos del presidente Evo Morales, García Linera y los ministros de Estado. En una lista de muerte recabada por la Policía de manos de los supuestos terroristas, estaba también el prefecto Rubén Costas, según informó el viceministro de Interiores, Marcos Farfán.
García Linera denunció que la célula de mercenarios planificaba un magnicidio en Bolivia.
En la madeja que las autoridades deben desenvolver con cuidado sumo figura el origen del financiamiento del plan y el establecimiento en las próximas horas de quién o quienes contactaron a los sicarios.
“Quién paga, quien contrata a estos extranjeros”, se preguntó Morales durante la cumbre de la Alternativa Bolivariana para Latinoamérica y El Caribe, celebrada en la ciudad venezolana de Cumaná.
“En Bolivia la derecha intentó sacarme con el voto del pueblo mediante el voto del pueblo(en julio último) y fracasaron; intentaron sacarme con un golpe de Estado cívico prefectural (en agosto y setiembre siguientes) y fracasaron, y ahora planificaban con mercenarios, fracasaron. Ojalá fracasen para siempre”, hizo votos el mandatario boliviano.
·El ascendiente croata Rózsas percutaba las miradas hacia el ex presidente del Comité Pro Santa Cruz, Branco Bora Marincovic, el poderoso empresario agropecuario convertido en el más fiero de los opositores de Morales, mientras un senador oficialista, Ricardo Díaz, afirmaba que la célula neofacista Ustasha opera en Bolivia, “no sólo de ahora, está trabajando esta organización hace ya tiempo”.
Los hallazgos en el depósito de Cotas, han puesto a la telefónica en el ojo de la tormenta, también por la composición de su plana gerencial, su poder económico y sus vinculaciones con una serie de cooperativas de servicios en Santa Cruz, todas vinculadas al político empresarial Comité Pro Santa Cruz, la oposición más radical a Morales.
“No tenemos ningún nexo, no tenemos la menor vinculación con este caso, esta es una cooperativa de telecomunicaciones que presta servicios a toda la población de Santa Cruz, ese es su fin y no tiene otro”, agregó el asesor jurídico de Cotas, Roberto Paz.
La envergadura del asunto llevó a García Linera a declarar a las investigaciones antiterroristas como prioridad de la seguridad del Estado.
“Estos actos han dejado de ser un tema meramente delincuencial para convertirse un tema de seguridad de Estado y de los bolivianos”, manifestó.
Las investigaciones policiales pasarán por esclarecer las interrogantes sobre quién o quiénes trajeron a los terroristas del extranjero; quién o quiénes los trajo de Croacia y de Irlanda a Santa Cruz; quién pagó sus pasajes; quién los mantenía; quién les daba el dinero para que vivieran en un hotel y contrataran casas; quién les daba información sobre el desplazamiento de las autoridades, quién los mantenía informados y protegidos y quién les proporcionó el armamento.
También cómo llegó a Bolivia el explosivo C-4; quién y a quién o quienes lo compraron.
García Linera pidió esclarecer los móviles ideológicos que impulsaron los actos terroristas que “estarían vinculados, por la documentación que hemos podido observar, a una ideología de extrema derecha fascista”.
[Fuente: ABI, La Paz, 17abr09]
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