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05ago16
Viuda del sargento Veramendi, que murió a manos de cocaleros, denuncia que el entonces diputado Morales no la ayudó
Sandra López, la viuda del sargento Julio Veramendi, que murió torturado el año 2000 a manos de cocaleros, denunció que el entonces diputado Evo Morales no la ayudó cuando ésta fue a pedirle ayuda para que su esposo pudiera ser hallado con vida.
"Personalmente me topé (con el entonces diputado Morales) al salir de la oficina de su bancada, en un pasillo del Parlamento, y ahí le dije, y me arrodillé, 'devuélvame a mi esposo'" contó López al programa radial Cabildeo que dirige la periodista Amalia Pando.
López, que tenía 28 años entonces, igual que su esposo, añadió que "la respuesta que me dijo (Morales) fue que nosotros 'gritábamos por cinco muertes y qué de los cocaleros'" que habían fallecido también (…). Solamente respondió de manera irónica y se retiró. No me hizo caso, nunca me dijo 'a ver, conversemos o algo, nada'. Simplemente fue esa respuesta y se salió".
La viuda del sargento Veramendi contó su experiencia tras haber sido mencionado el caso de la muerte de los esposos Andrade, también el año 2000, producida por la acción de grupos de cocaleros y que saltó a los medios después de que el presidente Morales anunciara un proceso judicial contra el periodista Humberto Vacaflor.
Vacaflor dijo en un programa de TV que fue Morales el que dio la orden de que los esposos Andrade fueran asesinados, lo que le valió el proceso penal por difamación, que todavía está en su parte preliminar.
En el año 2000, Morales negó haber tenido conocimiento de los hechos y un juez cerró el caso por falta de pruebas. Hace pocos días, el exsenador del MAS Filemón Escobar denunció que Morales participó en una reunión de cocaleros que decidió la muerte de los esposos Andrade. Maico, el hermano de Andrade, ratificó esa versión.
El 29 de septiembre de 2000 fue denunciada la desaparición de Veramendi y del suboficial Juan Lazarte, cuatro días después de la de los esposos Andrade y otros dos sargentos, en medio de fuertes protestas en el Chapare y amplia represión militar. Entre los años 2000 y 2002, siendo presidentes Hugo Banzer Suárez y Jorge Quiroga, se realizaron extensas campañas de erradicación de cocales, que provocaron extrema violencia, con decenas de cocaleros muertos y, también, uniformados.
López relató que su esposo y Lazarte fueron identificados por un grupo de cocaleros en Naranjitos, cerca de Villa Tunari y Cristal Mayu, y secuestrados. Primero fueron colocados en "palo santo" (atados a un hormiguero), donde pasaron la noche. Al día siguiente fueron obligados a caminar atados durante seis horas por una senda, periodo en el cual los cocaleros los siguieron golpeando.
Luego fueron introducidos a la vivienda de un dirigente, donde continuaron las golpizas. López dijo que, durante las torturas, su esposo perdió los dientes superiores, los dedos de una mano, un ojo, sufrió cuatro fracturas en una pierna y dos en la otra, le fue rota la espalda y destrozada la caja torácica.
Ello demuestra la brutalidad de las torturas a las que fue sometido. La situación de Lazarte fue similar, con fracturas y heridas en todo su organismo y con las manos cortadas.
Los supuestos responsables de las torturas y muertes de éstos y los otros uniformados estuvieron brevemente detenidos y luego fueron liberados. "Yo sigo buscando justicia", dijo López.
En medio de llanto López relató al programa Cabildeo que un oficial de alto rango de la Fuerza Aérea le sugirió no ver el cuerpo de su marido para evitarse la impresión, pero que posteriormente vio las fotos de la autopsia. Dijo que solo pudo reconocer a su marido por la forma de la quijada.
Tras la desaparición de su esposo, López inició una peregrinación por varias oficinas en el que buscó que autoridades de entonces y la dirigencia cocalera le ayudaran a hallarlo con vida. Como no tuvo ayuda, se internó al Chapare acompañada de algunos familiares y oficiales, donde recibió amenazas de muerte de los cocaleros.
Fue solo cuando los medios tomaron interés en el caso que las FFAA ordenaron una búsqueda más intensa, y tras aprehensiones de algunos cocaleros, el 12 de noviembre fueron hallados los cuerpos de Veramendi y Lazarte. Habían pasado seis semanas desde su desaparición.
"Míreme señor Evo morales, yo fui (a buscarlo) con toda humildad, con todo mi dolor. Estoy levantando y sacando la cicatriz de mi corazón, de mi alma, tras tantos años, esto es duro para mí", dijo López en el programa.
Una semana antes habían sido encontrados los cuerpos de los esposos Andrade. Los cadáveres de Chambi y Arroyo fueron hallados en octubre. En esas fechas los soldados Justo Antacagua y Mario Mercado Ochoa fuero heridos a bala por supuestos cocaleros y murieron desangrados en los hospitales a los que fueron conducidos.
[Fuente: ANF, La Paz, 05ago16]
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