Equipo Nizkor - ¿Quo Vadis, Remiro Brotóns?.

El abogado español Antonio Remiro Brotóns ha estado en el centro del debate en días pasados. Ello se ha debido a la manera insólita y simplona con la que el famoso jurista se ha referido a la derrota de Bolivia ante el Tribunal de La Haya. La falta de autocrítica, de profundidad en sus reflexiones y trivialidad del estilo han causado indignación en ciertos sectores de la opinión pública boliviana.

Lo más sorprendente de las varias declaraciones que ha realizado ha sido señalar que la posición de Bolivia con respecto a Chile “está mejor” que antes de iniciarse el proceso internacional ante la Corte Internacional de Justicia. Nunca pensamos que un abogado tan importante pudiera dar una declaración tan desubicada, cínica y, a la vez, mentirosa. No, señor Brotóns, Bolivia no está mejor que antes que usted dirigiera la defensa del país en La Haya. Está peor.

El fallo, como usted sabe, estableció que Chile no tiene obligación de negociar una salida soberana con Bolivia y ese era el quid del asunto. El hecho de que la Corte no haya “prohibido” a las partes dialogar no es, de ninguna manera, un éxito. Usted lo sabe bien.

¿Es culpa de Brotóns la derrota de Bolivia en La Haya? En su cuota de responsabilidad, sí. Él eligió un camino a seguir, que resultó fallido. ¿Es el único culpable? Por supuesto que no. También están los otros abogados internacionales, autoridades, especialistas y hasta medios de comunicación, entre otros Página Siete, que respaldaron la opción escogida por Brotóns (tomada en líneas generales de un estudio previo de Ramiro Orías, un abogado boliviano).

Ese no es el problema. En un proceso judicial, las posibilidades de derrota son, digamos, de 50% ya que hay dos partes en pugna. Bolivia podía perder, pero nadie quiso escuchar aquello, insuflada como estaba la población por los mensajes exitistas del presidente Evo Morales y su Gobierno. Como decimos, se podía perder (y, con ello, retroceder 100 años la aspiración boliviana).

Lo que no es aceptable del abogado Brotóns es el descaro, el desparpajo de decir una cosa por otra, la desvergüenza de colocar las cosas en un sentido exactamente opuesto a cómo sucedieron.

Más le valdría a Brotóns, a todo su equipo de abogados, a las autoridades involucradas en la negociación, en fin, a todos quienes estuvieron relacionados al caso reflexionar sincera y genuinamente sobre dónde estuvieron los errores y, si posible, ver si se puede aprender de ellos.

Simplemente dar vuelta la página, hacer como si no hubiera pasado nada en la corte de La Haya, aferrarse al parágrafo del fallo que no prohíbe a los dos países a dialogar, no sólo es ingenuo, sino irresponsable.

15nov18

¿Quo Vadis, Remiro Brotóns?

[Fuente: Página Siete, editorial, La Paz, 15nov18]

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