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02sep08
El gobierno elabora una nueva Ley de Hidrocarburos
El gobierno del Presidente Evo Morales Ayma elabora una nueva Ley de Hidrocarburos para sustituir a la que está vigente desde mayo de 2005, según pudo conocer éste medio en círculos oficiales y corporativos. Según la propuesta, desaparecen los actuales contratos de operación y producción compartida. Sólo habrán dos tipos de acuerdos contractuales para exploración y producción de hidrocarburos: de asociación y de servicios.
¿Bueno o malo? Para el ex ministro de Hidrocarburos Guillermo Torres, quién además fue promotor para la aprobación de la Ley No. 3058 de Hidrocarburos en actual vigencia, la intensión del Gobierno lo único que logrará será "...generar más problemas al sector y ahondar la incertidumbre...". "...No es coherente. lo que esta haciendo y viene ejecutando hasta ahora, por lo que el Estado tendrá dificultades para manejar el sector adecuadamente...".
¿Qué ha sucedido? A dos años de la "Nacionalización" del MAS, la inversión se secó. "...la incertidumbre continúa haciendo presa de las perspectivas de corto y mediano plazo de la industria petrolera...", dice la Cámara Boliviana de Hidrocarburos. ¿Será así? El sector enumera al menos cuatro factores estructurales para mostrar la crítica situación en la que se encuentran hoy la producción de gas y petróleo en nuestro país.
1. La inexistencia de un marco legal. Para la industria falta clarificación y reglamentación de varias aspectos estructurales de la Ley No. 3058 que tienen que ver directamente con la forma cómo se van operar las actividades de inversión y desarrollo. Según el gobierno se pretende hacer modificaciones a 45 de los 144 artículos de la Ley de Hidrocarburos.
Sobre mojado, llovido. Los anuncios de "renegociación" de los 18 tratados bilaterales de inversión suscritos y ratificados por el país a partir de 1986 y el "retiro" de Bolivia del CIADI del Banco Mundial, afecta drásticamente las garantías ofrecidas por el país a la inversión externa, advierten las empresas petroleras.
Como si fuera poco, las amenazas periódicas de rescisión de contratos "si las petroleras no invierten" y las condiciones de inseguridad jurídica derivadas de la prevalerte ambivalencia, sino abierto antagonismo del gobierno para con la inversión externa y privada, suman y no restan problemas estructurales al sector. ¿Qué decir sobre los alcances de la nueva Constitución Política del Estado que aprobó la Asamblea Constituyente?, el problema es más complejo aún, dice el sector.
2. Impedimentos operativos. A pesar que fueron suscritos los contratos de operación hace dos años, hasta ahora no existen acuerdos de entrega y planes de desarrollo que se encuentren "en negociación" entre YPFB y las empresas petroleras ¿Por qué?, nadie responde en el gobierno con precisión. Las empresas también alertan sobre el veto originario/campesino a las actividades de exploración, desarrollo y transporte de hidrocarburos.
3. Sin reservas certificadas. El país no conoce con exactitud, cuanto de gas y petróleo tenemos consignadas como reservas. La última vez que se hizo una certificación oficial fue en diciembre de 2004. Está situación limita la capacidad y seriedad para comprometer exportaciones, dicen las empresas.
4. Capacidad de transporte al límite. La subvención fiscal para los líquidos y el gas natural lo que hace es bajar las expectativas de incentivo para promover la industria, lo que supone en los hechos, bajar los niveles de inversión.
Según Torres, la propuesta de ley que tiene en carpeta el Gobierno está mostrando una cosa: "...busca más inversión y para lograrlo ofrece facilidades a las empresas que decidan hacer alianzas con YPFB...". "...se están abriendo a la inversión privada y eso supone reconocer que el capital extranjero es importante para hacer exploración y explotación de hidrocarburos...".
El experto incluso va más allá en sus apreciaciones y señala que "...el gobierno está flexibilizando condiciones para que lleguen empresas de Irán, Libia, Venezuela, China e incluso Enarsa de la Argentina..."
osición desesperada
Lo que se dice no siempre es verdad. A la fecha es ya inevitable concluir que el flujo de inversiones hacia el sector petrolero en Bolivia es insuficiente inclusive para garantizar, mínimamente, la indispensable reposición de reservas explotadas y comercializadas en la media década pasada, e, incluso, para sustentar los actuales niveles de producción de hidrocarburos, sostiene la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH) a propósito de la posición de Ramírez al respecto.
Más allá de los anuncios y las proclamas de buenas intenciones, en 2007 se perforaron concretamente tres pozos en Bolivia: dos exploratorios (Huacaya X1D por Repsol en Chuquisaca y Tacobo X 1002 por Pluspetrol en Santa Cruz) y uno de desarrollo (Sábalo 5D por Petrobrás en Tarija), precisa información de la CBH.
El Presidente de YPFB, a cambio desconoce estos datos. Señala que en nuestro país "...existe un pozo que esta siendo desarrollado ..."
Según la CBH, los tres pozos, contrasta marcadamente con los 64 a 65 pozos perforados anualmente en el país entre 1998 y 2000, con los 1.449 pozos perforados en Argentina, los 260 perforados en el Brasil; los 166 perforados en el Perú o los 73 perforados en Colombia el año pasado. ¿quién tiene los datos correctos?
Los montos globales de inversión en exploración y producción en el país alcanzaron su pico indiscutible en 1998, cuando se invirtieron 604.8 millones de dólares de los que $US. 374.6 fueron canalizados a exploración y $US. 230.3 a actividades de desarrollo y producción, dice la CBH.
Según las empresas petroleras y en respuesta a la afirmación de Ramírez, la inversión en exploración y producción en 2006 alcanzó apenas los $US 198.6 millones y, aunque las últimas cifras oficiales dadas a conocer a la opinión pública por YPFB datan ya de abril pasado, es decir de hace casi un año, se estima que la inversión en ambas actividades durante la pasada gestión habría alcanzado a sólo $US. 150 a 180 millones.
[Fuente: Bolpress, Energy Press, La Paz, 02sep08]
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