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29ene17
Argentina endurece controles migratorios y Bolivia protesta
El Gobierno de Mauricio Macri ha pasado de los dichos a los hechos para endurecer su política inmigratoria, con efectos que recaen, especialmente, sobre bolivianos, peruanos y paraguayos. Y la administración de Evo Morales reaccionó con una nota de protesta diplomática y pedido de aclaraciones a la Casa Rosada, el primer reto para el nuevo canciller Fernando Huanacuni.
De las expresiones de la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, que insinuó que muchos bolivianos que van o viven en Argentina están ligados al narcotráfico, ayer se pasó a la aplicación de un operativo sorpresa, ordenado por ella y ejecutado por la Policía Federal, en la terminal de Liniers (Buenos Aires), donde se indagó a 500 viajeros extranjeros, la mayoría de ellos de Bolivia, Perú y Paraguay, informó Clarín.
"Muchos ciudadanos paraguayos, bolivianos y peruanos se comprometen como choferes, mulas, partes de una cadena, en los temas de narcotráfico", expresó Bullrich el jueves, en una entrevista.
En respuesta, Huanacuni llamó el viernes a la delegación de la embajada argentina en La Paz, entre ellos, al secretario Pablo Ciotti, para expresar el malestar de Bolivia por los dichos con tintes xenófobos de la ministra Bullrich y para pedirle aclaraciones a la Casa Rosada. El embajador argentino en La Paz, Normando Álvarez, no asistió a la reunión, ya que se encontraba fuera del país.
Antes, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, se pronunció para rechazar la estigmatización de los bolivianos con dichos xenofóbicos que coinciden con el discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Según la Cancillería: "(se) expresó el rechazo del Gobierno de Bolivia por afirmaciones infundadas que no contribuyen en la lucha contra la discriminación y xenofobia en nuestros países".
Los operativos y un decreto
Mientras Bolivia protesta, el Gobierno de Macri aplicó el operativo en Liniers con oficiales de Drogas Peligrosas, de la Policía Federal, de la Superintendencia Federal de Transporte, de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y personal de Interpol. "Fue un trabajo coordinado con la Dirección Nacional de Migraciones y de la AFIP y la Aduana", informó el diario Clarín, de Buenos Aires.
Según este diario, los agentes subieron a los buses "con equipos morpho rapid, que permiten constatar rápidamente la identidad de los individuos y analizar si tenían algún impedimento legal para permanecer en el país". Los pasajeros y sus equipajes fueron derivados hacia el escáner móvil de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, cuyos operadores los controlaron.
La Policía Federal argentina usó perros entrenados para localizar drogas, en las bauleras de los ómnibus, mientras que Migraciones verificaba la documentación de las 500 personas. Sin embargo, según fuentes oficiales citadas por Clarín, no hubo detenidos, demorados ni deportados entre los indagados.
De acuerdo con El Tribuno de Salta, Macri ya firmó un decreto que endurece y refuerza los controles en las fronteras de Argentina y solo falta su publicación oficial para que se modifique la Ley de Migraciones. Según Bullrich, este decreto facilita la expulsión de extranjeros con antecedentes en su país o que cometan delitos en Argentina
[Fuente: Por Ruy DŽAlencar, El Deber, Santa Cruz de la Sierra, 29ene17]
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