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15ene11
La batalla por los baños, el conflicto silencioso del Roca
Al principio, eran sólo 8. Luego fueron 13, 34, 72 y, ahora, son más de 120. Desde que se inició el reclamo de los tercerizados ferroviarios, cada vez son más quienes se presentan como cuidadores de los baños de la línea Roca. Su expectativa es alta: podrían ser efectivizados como ferroviarios, dejar de sobrevivir de las monedas de los clientes y cobrar un sueldo estatal. Pero también es alto el riesgo de que su reclamo exacerbe el conflicto ferroviario.
En la batalla por los baños del Roca, por momentos silenciosa y subterránea, se cruzan los intereses del Estado, el gremio de la Unión Ferroviaria (UF), la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (Ugofe, concesionaria del ramal), los trabajadores y los partidos de izquierda.
El Estado terminará pagando los nuevos sueldos y recibe las presiones de la UF, que recela de una avanzada de la izquierda entre sus afiliados; la concesionaria teme que el reclamo de los cuidabaños se extienda a otras líneas bajo su administración; los cuidabaños que se reivindican "verdaderos" ven aparecer de la nada a "nuevos compañeros"; y los partidos de izquierda se acusan mutuamente de "inflar" las listas de trabajadores para "infiltrar" a sus militantes.
Aunque el número total de candidatos parece poco significativo, el pasado 23 de diciembre quedó demostrada la capacidad de fuego de sus protestas: los cuidabaños fueron unos de los protagonistas del corte de vías en Avellaneda, que terminó desencadenando una violenta revuelta en la estación de Constitución, con un muerto y decenas de heridos y detenidos como trágico saldo.
En las 70 estaciones de la línea Roca existen unos 40 baños. Según fuentes de Ugofe -la concesionaria conformada por Metrovías, Ferrovías y TBA-, no más de 10 están habilitados y cuentan con cuidabaños. El resto, indicaron a La Nacion, están inhabilitados, en reparación o cerrados (sólo se abren cuando el pasajero pide la llave en la boletería).
Un alto directivo de Ugofe explicó por qué sólo algunos baños tenían cuidadores: "Pocas estaciones, como Lanús, Lomas de Zamora, Berazategui o Quilmes, son rentables". Aludía a la cantidad de usuarios y las monedas que aportan. Durante el diálogo nunca se refirió a los sanitarios como un servicio para los pasajeros.
En sus presentaciones ante el Ministerio de Trabajo, los abogados del Partido Obrero (PO) y el PTS denuncian la existencia de un acuerdo "ilegal" entre la concesionaria y los cuidabaños: sostienen que cada día recibían de la empresa las llaves de los sanitarios y, aunque no eran reconocidos formalmente como empleados, debían cumplir horarios y proveer los elementos de limpieza.
"Hace ocho años que limpio baños. Gastó casi el 50% de lo que gano en papel higiénico y productos de limpieza, arreglo puertas, candados y lo que se rompa. Eso sí, con todas las infecciones que hay, si me enfermo no me atiende nadie", denunció una trabajadora de la estación de Florencio Varela. "El Ministerio avala todo esto, porque hace años que nos censa y conoce las condiciones de trabajo", agregó el delegado de los cuidabaños del Roca, Miguel Ayala.
A diferencia de lo que sostiene la Ugofe, para Ayala existen 20 baños con cuidadores en todo el ramal. "Con dos o tres turnos, más los fines de semana, se necesitan al menos 80 personas para limpiarlos. Nuestra lista tiene 72 personas", sostuvo.
Pero ese registro, avalado por la comisión de tercerizados y el PTS, no es el único. El PO también presentó su lista: no todos los nombres coinciden y, en total, hay más de un centenar de trabajadores que se dicen cuidabaños. Por lo bajo, los partidos de izquierda se acusan mutuamente de "inflar" las listas con sus militantes.
La informalidad previa al conflicto y la falta de un registro de la empresa o el Ministerio dificulta reconocer a los verdaderos trabajadores. Fuentes de la cartera laboral, que recibió el primer reclamo de los cuidabaños en junio del año pasado, indicaron que las listas no son "confiables". Prometieron realizar un nuevo censo.
"Hasta ahora firmaron cuatro actas pero no cumplieron nada", sostuvo Ayala. Sus compañeros de faena asienten. También dicen que su situación se repite en el resto de las líneas administradas por la Ugofe (Belgrano Sur y San Martín). Y que la única forma de ser escuchados es cortando las vías.
[Fuente: Por Marcelo Veneranda, La Nación, Bs As, 15ene11]
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