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21jul10
Dramática confesión en el juicio por crímenes de lesa humanidad
"A los cuerpos los tiraban en una mina de yeso cerca de El Nihuil"
En la octava jornada del juicio oral que se lleva a cabo en nuestra ciudad por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, el hijo del desaparecido Francisco Tripiana puso un momento dramático en el momento que declaraba, cuando señaló que "un hijo del comisario Loyola le comentó al doctor Armando Dauverné que los cuerpos los tiraban en una mina de yeso", agregando en la oportunidad que "para acceder a la mina hay que ir por ruta 40 hasta la ruta 222, para girar 10 kilómetros al oeste".
Esta jornada comenzó en la mañana cuando prestó declaración el ex soldado Mario Agustín Lemos, oriundo de Tunuyán, quien señaló que durante el servicio militar estuvo en Tucumán luchando contra la guerrilla y también manifestó que "fuimos a pintar escuelas y cuando llegamos nos cambiaron el pincel por el fusil", retornando a su provincia, más específicamente a Campo de los Andes, siendo trasladado posteriormente a San Rafael, donde estuvo en varias dependencias.
Más adelante puntualizó que en una oportunidad tuvo que acompañar a los jefes militares a un allanamiento que estaba dirigido por el entonces teniente Aníbal Guevara y que los soldados solamente tuvieron a cargo rodear y custodiar toda la manzana donde se llevaba a cabo el procedimiento, y que a esa casa solamente ingresaron los militares de rango.
Señaló que aunque al hombre apresado lo vio a la distancia, reconoció que el mismo era Tripiana. Que éste fue conducido a una dependencia policial que citó como la "32" y que le tocó custodiar la celda de Tripiana y que estableció con él una pequeña relación, contando que le daba lástima verlo en ese estado, que no se encontraba bien, pasaba hambre.
Dijo Lemos que el prisionero tenía mucho miedo y preguntaba insistentemente que iban hacer con él. Que en una oportunidad le convidó con masitas y un cigarrillo, agregando que lo que ocurría con esta gente se enteró después "por lo que se comentaba, que a los detenidos se los torturaba, quemándolos con cigarrillos, con picana, golpes y submarino húmedo".
También declaró Carlos Villar, quien no aportó mucho a la causa, lo mismo que el hijo del ex gobernador Alberto Martínez Baca. La persona que denunció que había sufrido golpes y torturas fue el ex miembro del Sindicato de la Alimentación, en esos años delegado en la fábrica La Colina, Osvaldo Montenegro, manifestando que "quien más me pegaba era Mussere junto con Suárez; nos daban patadas y nos pisaban, además de tratarnos de 'zurdos', 'montoneros' y 'guerrilleros".
Por la tarde estuvo frente al estrado Mariano Tripiana, hijo de Francisco, quien ofreció un dramático relato, recordando el sufrimiento que atravesó su madre en la intensa búsqueda por conocer el destino de su esposo, mientras criaba a su hijo de 8 meses. El joven recordó que Pedro González, hoy jubilado de Tribunales, le había contado que vio a su padre en los calabozos de la Departamental, teniendo en cuenta que era amigo y vecino del barrio y que con el paso de los años le entregó una fotografía que presentó ante la Justicia Federal, porque en la misma estaba el militar que más pegaba.
Luego declaró Susana Estela Urquiza Balacco, esposa del ex comisario Daniel López, fallecido hace un par de años atrás, y vecina por ese entonces de la familia Tripiana en Pueblo Diamante.
Su testimonio debía certificar que había visto mientras se desarrolló el operativo militar-policial que se realizó en la vivienda de Francisco Tripiana cuando fue detenido.
Fuente: Diario de San Rafael, Mendoza, 21jul10]
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