17sep08
Detienen en Brasil al Mayor Norberto Raúl Tozzo imputado en la Masacre de Margarita Belén
La policía brasileña, en colaboración con la Interpol, arrestó hoy al ex jefe mayor del Ejército
argentino Norberto Raúl Tozzo, acusado de crímenes contra la humanidad durante la
dictadura de Jorge Videla, informaron fuentes policiales.
Tozzo, de 63 años, que fue detenido en Río de Janeiro, era el único prófugo de los militares
responsables de la tortura y asesinato de 22 opositores al régimen militar argentino el 13 de
diciembre de 1976, hecho conocido como la "masacre de Margarita Belén", en alusión a la
localidad donde ocurrieron los asesinatos en la norteña provincia del Chaco.
En el momento de su detención, Tozzo estaba hospedado en un hotel en un barrio turístico de
Río, con una identidad falsa. No opuso resistencia alguna a su detención, según la Policía
Federal.
El argentino fue conducido a la prisión de Ary Franco, donde estará a disposición del
Tribunal Supremo Federal, a la espera de los trámites para su extradición.
En la madrugada del día de la matanza, una patrulla militar sacó de la prisión de Resistencia,
a unos 1.000 kilómetros al norte de Buenos Aires, a los 22 opositores y los transportó en
camiones del Ejército hasta Margarita Belén, donde los torturaron y luego fusilaron.
El Ejército justificó la matanza como un enfrentamiento entre grupos subversivos rivales.
Sólo siete de los 22 cadáveres fueron entregados a sus familias y el resto nunca fue
encontrado.
Los militares involucrados en la matanza se habían amparado en la llamada Ley de
Obediencia Debida, promulgada en 1987 por el Gobierno constitucional de Raúl Alfonsín,
que eximió de responsabilidad criminal a un millar y medio de miembros de las Fuerzas
Armadas y de Seguridad acusados de crímenes de lesa humanidad.
En octubre de 2004 diez de los cabecillas fueron acusados, juzgados y condenados, después
de que un juez declarase inconstitucional esta ley.
Tozzo fue el único que consiguió huir de la Justicia, después de haber sido excarcelado, al
igual que el resto de implicados, en un polémico fallo judicial en 2003.
Desde entonces, el ex militar argentino huyó a Brasil y pasó a vivir de manera clandestina, sin
ninguna documentación ni identificación, hasta ser descubierto por la Interpol en Río de
Janeiro.
