EQUIPO NIZKOR |
|
05jun11
Llamativo enriquecimiento de la familia y amigos de Schoklender
Para llevar adelante las maniobras que investiga la Justicia, Sergio Schoklender no estaba solo. Desde su desembarco en la Fundación Madres de Plaza de Mayo, en 1995, se rodeó de abogados, ingenieros, arquitectos, y hombres de las finanzas. Muchos aun hoy integran su círculo íntimo. Su último encuentro cara a cara fue el miércoles 25 de mayo al mediodía, justo a la misma hora que Clarín – desde su sitio web- revelaba la pelea entre los hermanos y se desataba el escándalo. Según pudo saber este diario, aprovecharon el feriado para compartir un asado en el barrio privado El Patacón, en la zona de La Lonja. Ese lugar, descubierto por este diario el miércoles, es clave para armar el rompecabezas. De los 18 lotes, más de la mitad pertenecen al grupo.
Ahí aparecen su hermano Pablo, que quedó a cargo de la Fundación; su socio y amigo, Eduardo Ramón González Fernández; su actual pareja y ex directora administrativa de Sueños Compartidos, Patricia Alonso; y Enrique Reale, entre otros. Ante una consulta de Clarín, Schoklender solo admitió que tiene una casa “chiquita” en el barrio, ubicado a 500 metros de la ruta 8. Dice que la compró para refaccionarla. Del resto, nadie se hace cargo.
El caso más llamativo es el de González Fernández. Según denunció un vecino y confirmaron otras fuentes, está construyendo su casa con materiales muy similares a los que utiliza la empresa Meldorek SA -donde Schoklender figura como director- y la propia Fundación. “Son los mismos paneles”, aseguró. Se trata del sistema M2 o Emmedue (en italiano), basado en paneles termoacústicos. Su representante en la Argentina es Cassaforma. González Fernández trabajaba en esa empresa hasta que conoció a Schoklender y se sumó al programa Sueños Compartidos. A partir de ese momento, su crecimiento económico fue muy evidente, admiten en su entorno. Actualmente se mueve en una camioneta Mercedes Benz que vale más de US$ 50 mil. También compró un departamento en Agüero al 2300, en el mismo edificio donde alquilaba. El viernes 20 de mayo dio una muestra de su fidelidad, y renunció a su cargo de director técnico de la Fundación. Todas sus pertenencias las trasladó hasta Alvarez Thomas 198, donde comparten domicilio fiscal Schoklender y Meldorek SA. Cuatro días después, se sumó al festejo del cumpleaños número 53 de su amigo. “No va a pasar nada, quédense tranquilos”, repite por estos días. Según el dirigente chaqueño Emerenciano Sena, González Fernández y Patricia Alonso viajaban muy seguido a esa provincia.
Pablo Schoklender no desconocía los manejos de Sergio y su entorno. También llegó a la Fundación de la mano de su hermano. Fue en 2001, cuando comenzó con las salidas transitorias de la cárcel. Arrancó en la imprenta. En poco tiempo, también se convirtió en un empresario. Hasta hace pocos meses era dueño de un restorán en Defensa 714 (San Telmo) desde donde salía la comida para el bufet de la Fundación. Antes de cerrar, el local fue clausurado tres veces. También está vinculado con la imprenta Pasart SRL, donde se imprimían el menú y los manteles del restorán, y una fábrica de estructuras en Pedro De Mendoza 3825, confirmaron fuentes del Gobierno porteño. Clarín se comunicó durante toda la semana a su oficina, pero no atendió los llamados. Tampoco quiso hablar cuando este periodista se presentó en la sede de la Fundación.
Diversas fuentes consultadas por Clarín señalan que la clave financiera de la organización funciona en Hipólito Yrigoyen 1321, a menos de 200 metros de la Fundación. Allí tiene una de sus tres sedes la empresa Cambios Trade Travel SA, propiedad de Ricardo Defalco y otros socios. El lugar está habilitado como casa de cambio y de viajes. “Tienen una relación muy estrecha con Schoklender”, coincidieron ex empleados de la Fundación. El viernes por la mañana se veía muy poco movimiento adentro del local y una sola empleada en su escritorio. Imágenes habituales de una “cueva” financiera. No por casualidad, los fiscales intentan rastrear por estas horas la ruta de los cheques de la Fundación y de los integrantes de la organización, lo que puso en alerta al Banco Central. “Es una prueba clave”, dijo una fuente judicial a Clarín.
El hermano de Ricardo, Eugenio Defalco, llamativamente, reemplazó a González Fernández en la Fundación. Su última aparición pública fue el 23 de mayo: participó de un panel en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo denominado “Viviendas Populares en el Proyecto Nacional – La Cámpora Universidad (FADU)”. El otro arquitecto involucrado es Julio Segura. “Dentro de la Fundación dirigió diversas obras pero a espaldas de Hebe lo fueron corriendo hacia las obras privadas”, apuntó una fuente.
Otro de los personajes principales es Enrique Reale. Su llegada a la Fundación también a través de Sergio, a quien conoció en la cárcel. Luego fue coordinador del Centro Universitario Devoto, otra creación del mayor de los Schoklender, y supervisor general del proyecto Sueños Compartidos hasta que llegó González Fernández. Al igual que otros integrantes del entorno, tiene una propiedad en El Patacón. Como preparándose para enfrentar un escándalo, puso todos sus bienes a nombre de su mujer, Mariana Nale.
También aparece dentro de esa organización Hugo Gallardo, un abogado que participó en el “Juicio ético y político a los jueces cómplices con la dictadura” en la Plaza de Mayo. Antes, patrocinó a Hebe de Bonafini en un juicio contra el conductor Roberto Pettinato. Y hace un mes, junto a otros abogados, presentó un amparo contra funcionarios del Gobierno porteño por el DNU que sancionaba los bloqueos contra los diarios.
Todos estos nombres quedarán ahora en la mira de los investigadores junto a las personas que crearon la red de sociedades fantasmas que rodean a Schoklender (Gustavo Serventich; Alejandro Gotkin y su mujer, Marcela Zlotogorski; Daniel Laurenti, Leonardo Hubscher y Marcelo Lewkowicz y Alberto Marcelo García).
La sospecha que tienen los fiscales es que se usaron fondos públicos que le giraba el Gobierno a la Fundación – se calcula que son entre 150 y 300 millones de dólares- para la compra de casas, autos lujosos, dos aviones y hasta un yate.
Cuando le preguntaron si se arrepiente de algo, Schoklender respondió: “De muchas cosas, todos los días de mi vida”. Ya no hay tiempo, ahora es el turno de la Justicia.
Para Oyarbide, un “caso delicado”
El juez federal Norberto Oyarbide calificó de “muy delicado” el caso que involucra al ex apoderado de Madres Sergio Schoklender y afirmó que en estas horas continuaban “en pleno desarrollo” los “procedimientos” vinculados al avance de la investigación por presunto desvío de fondos públicos y lavado de dinero.
[Fuente: Por Nicolás Pizzi, Clarin, Bs As, 05jun11]
 | This document has been published on 08Jun11 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |