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05ene14
El estanciero Sergio Usandivaras usa su poder político para perseguir arbitrariamente a un equipo de periódistas
En una muestra de abuso de poder, el coordinador general de Tierras y Bienes de la Provincia, Sergio Usandivaras, activó el pasado jueves un inusual despliegue policial desde Talapampa, donde un equipo periodístico de El Tribuno recogía testimonios de lugareños que viven sin agua potable en las inmediaciones de su finca.
Contrariado con la presencia de los trabajadores de prensa que tomaban imágenes desde un camino vecinal que colinda con sus tierras, el impetuoso funcionario salió del haras donde cría caballos Peruano de Paso y acometió al galope contra los reporteros. No conforme con su embestida, regresó a su estancia e hizo un llamado con el que pidió el apresamiento de los reporteros, la detención y requisa del móvil de prensa y la incautación de los equipos con el material fotográfico y fílmico del informe periodístico en desarrollo.
La orden del intemperante "Cid Campeador" de Talapampa no se hizo esperar en la Jefatura de la Policía de Salta. Apenas 15 minutos después, camino a Guachipas, hacia donde se dirigía para cubrir una mortandad de peces denunciada en el sector sur del dique Cabra Corral, el equipo periodístico fue advertido, a través de una llamada telefónica, que el móvil de prensa era "intensamente buscado" en todo el Valle de Lerma por "un mundo de policías".
El motivo: una supuesta intrusión en propiedad privada que jamás existió y que tiene pruebas incontrastables tanto en los testimonios grabados esa tarde, como en las fotografías y filmaciones que la Policía no logró incautar solo porque el cielo se vino abajo en Guachipas, La Viña, Ampascachi, Coronel Moldes, El Carril y otras localidades del Valle de Lerma.
Por fortuna, para mucha gente que la pasó bastante mal con los vendavales, granizadas, tormentas y anegamientos que se extendieron hasta la madrugada del viernes, el camino a Cafayate tuvo en esas horas críticas una redoblada presencia de patrulleros y policías.
Desmedido despliegue
A las 18, tras tomar conocimiento de las inauditas actuaciones que Usandivaras había requerido a la fuerza pública de la Provincia, otro equipo periodístico de El Tribuno salió desde la capital salteña rumbo a Guachipas. Y solo en los 22 kilómetros entre Coronel Moldes y La Viña atravesó cuatro retenes, con patrullas apostadas a la vera de la ruta 68. Los efectivos observaban minuciosamente automóviles y pasajeros.
Un primer grupo de policías estaba apostado en el acceso norte de Coronel Moldes, cerca de la estación de servicio.
En el acceso sur de esa misma localidad, a poca distancia del arroyo Chuñapampa, había un segundo dispositivo de seguridad con móviles y uniformados. Apenas un kilómetro más adelante, a la altura de finca San Vicente, un tercer puesto llamaba la atención de los automovilistas.
Ni en febrero, cuando miles de salteños viajan hacia a los Valles Calchaquíes para la Serenata a Cafayate, suele verse semejante despliegue policial como el que hubo en la tarde del jueves último.
Hasta minutos antes de que se desatará en la zona uno de los peores temporales de los últimos tiempos, quienes circulaban por la ruta 68 se dieron con un cuarto retén policial entre finca Ampascachi y La Viña.
Autos requisados
En ese control, los efectivos policiales pararon y requisaron algunos automóviles, acompañados por integrantes del Grupo Especial de Apoyo Motorizado (GEDAM). Allí, cerca de las 18.50, el conductor de un auto blanco, de similares características que las del móvil de prensa que Usandivaras había pedido detener y secuestrar, fue obligado a abrir las puertas y el baúl. Sin resultados en la requisa, el automovilista fue autorizado a seguir su viaje hacia Salta.
A las 19, se desató el fuerte temporal que asoló cultivos, derrumbó árboles, voló techos, anegó viviendas, inundó caminos y obligó a los policías a socorrer vehículos accidentados, prevenir tragedias viales y ayudar en la evacuación de damnificados. Dos equipos con choferes, periodistas y reporteros gráficos de El Tribuno vivieron ese infierno en primera persona hasta el último minuto del jueves, pero no pudieron tomar fotografías ni filmar los hechos, porque debieron desprenderse de los equipos profesionales para ponerlos a resguardo, porque el "Señor de Talapampa", el mismo que logró que Aguas del Norte habilitara una extensión de la red del pueblo hasta su haras de caballos Peruano de Paso, pidió incautarlos.
La raíz del reclamo de los lugareños
La ampliación de la red de Aguas del Norte en Talapampa mide algo más de un kilómetro y tiene al haras de caballos Peruano de Paso de Sergio Usandivaras como única usuaria. Esa es la raíz del reclamo de 18 familias vecinas que, sin acceso a la red de agua potable del pueblo, siguen dependiendo de las entregas que la Municipalidad de La Viña les hace cada 15 o 20 días con tanques cisternas.
El camino vecinal que se extiende desde el kilómetro 90 de la ruta 68 hasta el arroyo Ayusa tiene tramos difíciles de transitar en la época de lluvias. Por ese motivo muchas de las familias lugareñas deben ir a buscar agua, con bidones de 20 litros, a distancias de más de tres kilómetros. Hace algunas semanas, al ver las excavaciones y el tendido de la red hasta el establecimiento de Usandivaras, esas familias campesinas se ilusionaron, porque esperan desde hace años la ejecución de una red de agua prometida con captación desde el arroyo Ayusa. Por ello, grande fue su decepción cuando les confirmaron que el único beneficiario de la ampliación concretada en la red pública de Cosaysa sería el coordinador general de Tierras y Bienes de la Provincia.
Dudas y preocupación
La sobrecargada red de Talapampa sumó el año pasado un nuevo pozo en la escuela 4333. Muchos vecinos dudan de la potabilidad de esa fuente. Sienten el agua salada y con gusto extraño. Notan que en determinados momentos sale blanquecina. Aseguran que mancha hasta las plantas y que los problemas gastroenterológicos se acentuaron en grandes y en chicos desde que fue sumado el nuevo pozo. Aguas del Norte les comunicó que el recurso es potable, pero los vecinos dudan del informe oficial y piden nuevos análisis de calidad con profesionales y laboratorios independientes.
A disposición de la Justicia
El equipo periodístico que trabajó en Talapampa puso a resguardo las cámaras fotográficas y filmadoras para evitar una incautación arbitraria. Las grabaciones serán puestas a disposición de la Justicia para demostrar que no hubo invasión de propiedad privada, sino hostigamiento a la prensa en un camino vecinal.
[Fuente: El Tribuno, Salta, 05ene14]
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