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02sep11
Procesado y suspendido, el camarista federal Otilio Romano se fue del país
Acusado de ser partícipe en secuestros, torturas y violaciones en la dictadura, viajó a Chile un día antes de que lo suspendieran. En su departamento dijeron que no vive más allí. Técnicamente, se puede considerar una fuga.
El camarista federal Otilio Roque Irineo Romano, procesado como partícipe primario de más de cien causas de secuestros, torturas y homicidios durante la última dictadura militar, se fue del país un día antes de que el Consejo de la Magistratura de la Nación decidiera suspenderlo para iniciar el juicio político que puede determinar su destitución.
Romano salió de Mendoza el 24 de agosto, en un vuelo que despegó a las 10.41 hacia Chile. Y a partir de ese momento, se perdió su rastro. En ese mismo avión también viajaba, según las datos que aparecen en el listado de pasajeros, el ex juez federal Luis Leiva quien consultado por esta situación, contestó de manera tajante: "No voy a responder nada sobre ese tema".
El paradero de Romano es una incógnita en este momento; especialmente, porque cuando lo fueron a notificar sobre la suspensión recibida por el órgano que controla a los magistrados federales, el portero del edificio céntrico donde residía aseguró que el camarista federal no vivía más allí.
Romano habría decidido adelantarse a los hechos. Como su suspensión era un hecho y como la causa penal en su contra está próxima a ser elevada a juicio, evitó la posibilidad de que el juez Walter Bento decidiera prohibir su salida del territorio nacional.
Una de las posibilidades es que en las próximas horas Bento decida emitir un pedido de captura internacional contra Romano.
El camarista nunca se sometió al proceso judicial que lo tenía como protagonista. Y en reiteradas oportunidades trató de esquivar citaciones a indagatorias y buscó dilatar el normal desarrollo de las causas en su contra. Lo hizo a través de certificados de enfermedad, pedidos de suspensiones para ir a declarar y acciones de amparo.
Antes de viajar, Romano debería haber informado sobre su decisión. Lo mismo tendría que haber ocurrido si decidía cambiar de domicilio. No lo hizo. Y en esa condición, su viaje es considerado técnicamente una fuga.
[Fuente: Por Jorge Hirschbrand, El Sol Online, Mendoza, 02sep11]
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