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14feb08
La política de seguridad con diagnóstico reservado
El malestar oficial se ha incrementado en las últimas semanas y esa incomodidad ya tiene un diagnóstico que permanece encriptado en la Casa de Gobierno. Una consulta exhaustiva sobre el primer mes de gestión justicialista hizo emerger esta preocupación.
Testigos privilegiados de los movimientos gubernamentales confiaron que este primer testeo dio un resultado negativo para las expectativas de Celso Jaque y sus ministros. En especial los consultados fueron críticos con los primeros movimientos en Seguridad.
La encargada de hacer este estudio es la socióloga Susana Bistué y se ha mostrado hermética con esta información clasificada. Aún así durante el retiro espiritual del Gobierno concretado el fin de semana trascendieron algunos detalles de este trabajo de campo.
Los cuestionamientos y la caída de la imagen del Gobierno en este primer mes de administración se debe, según los comentarios de los informantes peronistas asistentes a esas jornadas de reflexión, a la falta de una dirección propia en la política de seguridad evidenciada en la convocatoria al Partido Demócrata para que se hiciera cargo de esta tarea.
"También se notó el disconformismo por la mezcla de funcionarios provenientes de distintas vertientes. Conservadores para Seguridad y progresistas en Derechos Humanos. Además del dudoso cumplimiento de las promesas electorales para Seguridad", explicó un confidente oficialista.
Por eso Luis Alejandro Cazabán, secretario General de la Gobernación, aseguró que los 40 millones de pesos de la Nación, prometidos para el área durante la campaña de Jaque, se irán dando a medida que la Provincia lo requiera, y el Gobierno central constate en qué se gastan.
A estas tribulaciones se suman las que quedaron luego de la visita presidencial del lunes. La presión de las entidades civiles que reclaman la salida del subsecretario de Seguridad, Carlos Rico, generó un clima adverso ante la presencia de Cristina Fernández. Si bien la mandataria evitó entrevistarse con las organizaciones, abrió la posibilidad de recibirlas en una semana en Casa Rosada. En el ambiente bodeguero que rodeó a Cristina, varios de sus colaboradores dijeron en voz baja que la Nación condicionará la llegada del dinero federal, como ayuda para reforzar la lucha contra la delincuencia, a que Mendoza se alinee con las políticas pro derechos humanos de los Kirchner.
[Fuente: Por Jorge Fernández Rojas, Los Andes, Mendoza, Arg, 14feb08]
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