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22may06
Ahora, las presas amenazan con una huelga de hambre.
Un grupo de 15 presas de la Unidad Penal de El Borbollón amenaza con emprender una huelga de hambre sino consiguen respuesta a sus pedidos.
El reclamo consta de 12 puntos, entre los que se encuentran el acceso a medicamentos, asesoramiento legal, punto final a los encierros prolongados, talleres de esparcimiento, e incluso alguna de las internas exigen ver a sus hijos.
El petitorio que da cuenta de la situación de las reclusas fue dado a conocer a este diario por la docente de Ética Ciudadana, Beatriz Leal, quien todos los martes tiene contacto con el grupo."Las chicas están haciendo una sentada en sus horarios de recreo y comenzarán con una huelga de hambre si sus reclamos no son escuchados" contó la profesora.
Según Leal, hay internas que tardan 6 meses en recibir los medicamentos que necesitan y se produjo un caso de "una chica embarazada que tenía peligro de aborto y pasó 90 días sin el tratamiento".
La mujer es muy clara sobre la cotidianidad de sus alumnas. "Les ronda la idea del suicidio todo el tiempo y yo no voy a ser cómplice de esto". Leal relata que durante las horas de clases, y al descubrir que "siendo presas también tienen derechos", lloran y gritan por la vida que llevan en El Borbollón.
Fiel a su profesión la docente recuerda que el artículo 18 de la Constitución Nacional garantiza que "las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas".
Lejos de este derecho "hay internas que como forma de protesta se autoflagelan" y la respuesta que reciben de las penitencias son "encierros prolongados y la suspensión de los horarios de visitas".
La Unidad de El Borbollón fue inaugurada el 29 de setiembre del año 2004. Ese día fueron trasladadas 100 internas de la penitenciaría provincial a las antiguas instalaciones del Monasterio Nuestra Señora del Rosario de las Monjas Domínicas, de Las Heras.
Diez días más tarde, algunas internas participaron del Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en nuestra provincia el 9, 10 y 11 de octubre. Este grupo fue parte de la Comisión de mujeres en situación de Cárcel que elevó un listado con pedidos a las autoridades de las cárceles de todo el país y de acuerdo a las palabras de Leal: "Las internas me repiten todo el tiempo que nada cambió desde aquel momento".
Incluso,el año pasado el por entonces Director del Penal, Omar Pérez Botti (hoy subsecretario de Seguridad) recibió un petitorio de las presas, y se convirtió así, en el único funcionario que escuchó ese reclamo. Pero la respuesta de Pérez Botti,las decepcionó: "Sólo recibimos redes de vóley y pelotas" le confesó una interna a la profesora.
La Unidad del Borbollón está a cargo de la Alcaide -cuerpo de Seguridad-, María del Rosario Terrasa. Según la docente "existe abuso de autoridad por parte de la directora que amenaza frecuentemente a las internas diciendo que se quedarán ahí toda la vida". De acuerdo al relato de Leal, habría connivencia entre internas que tienen cadena perpetua y las penitenciarias para esconder lo que sucede en la cárcel.
"Existen presas privilegiadas que tienen accesos a talleres, que no tienen otra opción que tener una buena relación con las agentes penitenciarias, mientras que otras no tienen ningún tipo de esparcimiento", aseguró la docente. Pero las "privilegiadas" no serían tales ya que en el taller de zapatería, por cada unidad de trabajo, las presas cobran $0,30 por unidad de trabajo mientras que algunos presos varones han logrado insertar sus productos en el mercado laboral.
El asesoramiento legal para conocer su situación judicial es otro de los requerimientos. La audiencia ante el juez es el mayor anhelo de las procesadas. Es la oportunidad de probar su inocencia, pero también la instancia más dura de pasar.
Desde el Gobierno aseguran desconocer los pedidos de las reclusas y la sentada que estarían haciendo como forma de protesta. La directora de Asuntos Penitenciarios, María Angélica Elorza aseguró a Los Andes que "el último reclamo que recibí fue sobre indultos y rebajas de penas, pero no este petitorio del que habla la docente" y agregó que "se han incrementado los talleres".
Respecto de la imposibilidad de ver a los hijos, la directora dijo que " las únicas presas que no pueden ver a sus hijos son las que han matado a menores", el resto vive con sus niños "hasta que cumplen cuatro años".
[Fuente: Laura Fiochetta, Los Andes, Mendoza, 22may06]
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