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02oct09
Argentina detiene a otro piloto de los 'vuelos de la muerte'
Otro oficial retirado y ex piloto de la Armada fue detenido en Argentina por orden del juez federal Sergio Torres, que investiga si el militar pilotó los 'vuelos de la muerte' con los que el régimen dictatorial (1976-1983) se deshizo de guerrilleros y opositores políticos arrojándolos vivos al Atlántico austral.
Fuentes judiciales identificaron al arrestado como el capitán Emir Sisul Hess, de 70 años, camarada de fuerza armada de Julio Alberto Poch, el también ex marino y desde 1998 piloto civil de la línea holandesa Transavia que el 22 de setiembre pasado cayó detenido en el aeropuerto valenciano de Manises.
Hess vivía en la ciudad turística de Bariloche, 1800 kilómetros al suroeste de Buenos Aires, ubicada entre lagos de agua cristalina y las cumbres nevadas de la cordillera de los Andes, donde varios nazis alemanes y de otros países de Europa se refugiaron después de la II Guerra Mundial. Por ejemplo, el oficial de las SS del Tercer Reich Erich Priebke vivió en Bariloche tranquilamente de 1947 a 1994, e incluso era un vecino destacado, hasta que fue capturado y extraditado a Italia. Allí cumple ahora prisión perpetua por la matanza de 335 italianos en las Fosas Ardeatinas de Roma.
Al allanar la casa de Hess en Bariloche, las autoridades habrían encontrado manuscritos del ex marino relativos a los 'vuelos de la muerte', donde se decía que los hombres y mujeres arrojados al mar "no sufrían, porque estaban dopados y caían como hormiguitas" al vacío. Según las fuentes, algunos testigos que le conocían dijeron que el ex piloto naval solía contar "con orgullo" sus presuntas andanzas en la 'guerra sucia' e incluso confiaron que "hablaba con bronca y resentimiento; era un tipo íntimamente trastornado".
Este viernes, el juez Torres va a tomar declaración como imputado a Hess y le preguntará acerca de su presunta actuación en la eliminación física de alrededor de 900 prisioneros en las mazmorras de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los mayores campos de la muerte de la dictadura. El magistrado ya pidió a España la extradición de Poch, detenido y a disposición de la Audiencia Nacional, al que imputó haber pilotado 'vuelos de la muerte' en que se produjeron 950 víctimas.
"En la ESMA funcionó un sistema complejo de represión, en el que muchas personas participaban en distintas etapas: secuestro, torturas, encarcelamiento, toma de decisiones y eliminación física", comentó la fuente judicial. En la comisión rogatoria a la Justicia de España, el juez Torres hizo constar los delitos que imputa a Poch: "Pprivación ilegal de la libertad, tormentos y tormentos seguidos de muerte".
Poch fue detenido la semana pasada en el aeropuerto de Valencia, donde llegó con un avión de la compañía Transavia, de la cual integraba el selecto grupo de comandantes 'senior'. Era el último vuelo de su carrera antes de jubilarse y con él viajaban su esposa argentina, un hijo que también es piloto y la mujer de éste. Era su último viaje antes de jubilarse, todos los cuales habían querido acompañarlo en su último viaje antes de la jubilación. Poch se encuentra ahora en la cárcel de Picassent, en Valencia.
Los métodos de la dictadura
En los 'vuelos de la muerte' la Armada argentina arrojó vivos y dopados al océano a unos 4.500 guerrilleros y detenidos políticos que mantenía secuestrados en la ESMA. Pero las mareas del Atlántico devolvieron algunos cadáveres a la costa bonaerense. Por ejemplo, en las playas de Santa Teresita aparecieron en 1977 los cadáveres de la fundadora de la Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, y la monja francesa Leonie Duquet, con los huesos hechos añicos por el impacto.
Las primeras noticias de los 'vuelos de la muerte' se escucharon de boca de los sobrevivientes de la Escuela de Mecánica de la Armada. En 1995, el ex represor y capitán de corbeta de la Armada Adolfo Scilingo confesó haber participado en dos de estos vuelos. Ahora cumple una condena de 640 años de prisión en España.
En la llamada 'guerra sucia' de la dictadura, las fuerzas armadas secuestraron e hicieron desaparecer o fusilaron a 7.954 personas, según la Secretaría de Derechos Humanos. Pero los organismos defensores de los Derechos Humanos aseguran que el número de víctimas ascendió a 30.000 detenidos desaparecidos. Actualmente hay medio millar de ex represores detenidos y a la espera de juicio oral.
[Fuente: Por Juan Ignacio Irigaray, El Mundo, Madrid, 02oct09]
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