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08ago14
Un ganadero habría gestionado la entrega de Guido Carlotto
En Colonia San Miguel, el pueblo más cercano al campo donde Guido Montoya Carlotto se crió como Ignacio Hurban, el rumor se escuchaba sin eufemismos desde las primeras horas de ayer. Francisco Aguilar, propietario del establecimiento rural donde Clemente y Juana Hurban viven y ejercían como caseros, podría haber sido el intermediario que entregó al hijo de Laura Carlotto al matrimonio. La muerte del estanciero, en marzo pasado, no disipa las versiones y por el contrario las multiplica. La repetían, entre otros, funcionarios, vecinos, y activistas de Derechos Humanos de Olavarría.
La viuda del ganadero, Susana Clara Mozotegui, se desentendió de los rumores.
"¡No sé nada de eso y mi marido no está!", gritó al escuchar por teléfono la consulta de Clarín.
Asociaciones de Derechos Humanos de la zona confirmaron a Clarín que la presunta responsabilidad de Aguilar en la entrega Guido a sus padres de crianza es por ahora la única hipótesis que se maneja. Consignan, también, su cercanía con militares durante la dictadura, alimentado por su pertenencia a la Sociedad Rural. Algunos activistas aseguran que la conexión entre La Plata -donde funcionaba el centro clandestino La Cacha, donde Laura Carlotto estaba secuestrada- y Olavarría, probaría la responsabilidad de Aguilar, puesto que estarían implicadas personas de su círculo íntimo. Ese camino empezará a recorrerse el 22 de septiembre, cuando comience el juicio por los crímenes cometidos en Monte Peloni, el centro de clandestino de tortura que funcionó allí.
Aguilar fue además vicepresidente de Estudiantes de Olavarría y titular del Consejo de Promoción Agropecuaria del INTA de Balcarce. También era integrante de la sociedad de la cantera Cerro del Aguila. En el campo en el que vivían los Hurban y creció Ignacio también se extraía piedra caliza. El empresario estaba jubilado pero presidía hasta la fecha de su muerte dos emprendimientos familiares: Aguilares S.A, para la explotación ganadera, y el Club de Equitación, que hoy preside uno de sus dos hijos, Jerónimo Aguilar.
El diario local El Popular insistió con la versión que asegura que "el disparador para que Guido llegara hasta Abuelas queriendo conocer su identidad habría tenido que ver con el comentario o la confesión que le habría hecho alguien muy cercano, relacionado supuestamente con el dueño del campo".
Mientras tanto, el intendente José Eseverri mantiene un cerrojo informativo sobre el tema y dio instrucciones a sus funcionarios de no hablar sobre el tema. El martes, había anticipado en la radio local que (se) "un debate sobre cómo llegó a nuestra ciudad". Según pudo reconstruir Clarín, se debería a un pedido del propio Guido de "bajar el perfil".
[Fuente: Por Guido Carelli Lynch, Clarín, Bs As, 08ago14]
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