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25mar17
Rivadavia un puerto seco para el comercio ilegal
Solo recorrer las, por ahora, barrosas calles de Rivadavia, conversar con su gente, visitar el antiguo lecho del Bermejo y escuchar las cientos de versiones y relatos -aún en la memoria- sobre los cascos de los barcos varados sobre el cauce seco demuestran que tras más de 150 años los rivadaveños, los descendidos de aquellos barcos y los hijos de los militares que finalmente conquistaron el Chaco aún esperan de la Nación argentina las promesas que su fundador, Natalio Roldán, les hiciera siglo y medio atrás: el progreso.
Será por eso que la mayoría de los policías, todos nacidos en la zona, no bajan los brazos y en ese último bastión salvaje sostienen la justicia, el derecho y la soberanía argentinas sobre el avance del poder corruptor del narcotráfico.
Una prueba de ello la dieron los uniformados, que ante la carencia de señal telefónica tejieron en la extensa jurisdicción una red de antenas "criollas" ubicadas en los altos de los árboles de la zona. A 30 metros de altura, uno de los policías logró hallar señal y solo media hora después un traficante de mercancías fue detenido cuando pasaba la carga a una camioneta 4x4, propiedad de un conocido empleado de la salud del pueblo.
"No tenemos elementos satelitales, ellos sí", dijeron los uniformados, pero aclararon: "Nosotros tenemos honor y respeto por las leyes argentinas y por los argentinos, y no estamos en esa transa que tanto mal nos hace".
A la vez, un vecino de un paraje cercano al río Teuco afirmó: "Aquí, en los montes de la nueva frontera caliente, podés hallar cualquier cosa, incluso una bala mortal, aún así la policía cumple con los patrullajes de los caminos, que están abandonados por la Provincia, por el municipio y también por la Nación. Vivimos en una jurisdicción que prácticamente se encuentra incomunicada y los últimos problemas nos están superando a todos. Urge nuevamente la presencia de la Nación en esta tierra de nadie", dijo el colono.
Historia
El pueblo de Rivadavia nació en 1870, casi conjuntamente con la creación de la Compañía de Navegación a Vapor del Río Bermejo, que marcó el último gran intento por transformar el río en una vía navegable. Dirigida por Natalio Roldán, la compañía unió Buenos Aires con Colonia Rivadavia en marzo de 1871, cuando el Sol Argentino, barco de la compañía, entró en el Bermejo conducido por el propio Roldán.
Para ese entonces algunas secciones del Bermejo ya estaban cambiando de curso y parte del agua estaba comenzando a seguir el cauce del río Teuco. Era un brazo que se desprendía del curso principal río arriba en Esquina Grande y fluía en paralelo al viejo curso a lo largo de más de 400 kilómetros (salteando Colonia Rivadavia por el norte), y luego convergía con el curso principal aguas abajo a más de 300 kilómetros. Ese fue el final de los sueños de progreso de Colonia Rivadavia.
[Fuente: El Tribuno, Salta, 25mar17]
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