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08abr11
Molinos prepara su defensa, pero su acción se desplomó 5%
La suspensión en el Registro de Operadores de Cereales golpeó a Molinos, la compañía de la familia Perez Companc. Las acciones de la empresa cayeron ayer un 5,2% y, en algún momento, la pérdida tocó el 6%. La compañía está estudiando los pasos legales que dará para apelar la medida de la AFIP, que la acusa de evasión impositiva. Es probable que hoy haga su descargo, aunque tiene dos meses para ejercer su derecho a defenderse.
Dreyfus y Nidera, que también fueron suspendidas de ese Registro, ya presentaron apelaciones judiciales. En el sector creen que el caso de Nidera puede funcionar como efecto cascada: si la Justicia hace lugar a su amparo, las otras cerealeras tendrán más argumentos para sus reclamos. Ni en Nidera ni en AFIP informaron de novedades en la causa.
Más de dos tercios de las ventas de Molinos –que fueron de $ 10.544 millones en 2010 – corresponde al negocio de granel, que es el ahora afectado (el resto es marcas, la mayoría de consumo interno). La caída de ayer hizo que la acción de Molinos acumule una pérdida mensual del 3,7%, lo que no eclipsa la suba del 26,9% que Molinos lleva durante este año.
La suspensión de Molinos como “acopiador del Registro Fiscal de Operadores en la compraventa de granos y legumbres” también había alcanzado a Bunge, Oleaginosa Moreno, Cargill, ADM y Alfred Toepfer entre las empresas grandes. Con Molinos, fue la primer compañía de capital nacional. A todas se les imputa “incorrecta conducta fiscal”, según se desprende de la sanción del organismo recaudador.
En la larga disputa con el campo que arrancó en 2008, en el sector dan por seguro que el Gobierno lanzará en breve un nuevo manotazo, por el cuál se facultará a tener mayor poder de intervención en el comercio de granos.
La diferencia reciente entre la AFIP y Molinos es por una liquidación de impuestos a las Ganancias. Para la empresa, los períodos fiscales que están en discusión son 2004 y 2005. Entre los recaudadores, señalan que el incumplimiento impositivo comprendería entre 2004 y 2009. Eso se refleja en los montos imputados. Molinos informó a la Bolsa que “el impacto impositivo para los periodos fiscales 2004 y 2005 sería equivalente a $38,6 millones”. Pero el Gobierno entiende que la evasión es por $ 410 millones.
Una subsidiaria de Molinos en Chile está en el centro de la disputa. Para la empresa, los fondos generados en la operación trasandina tuvieron el tratamiento impositivo conforme al tratado de reciprocidad de inversiones que existe entre Argentina y Chile. En la AFIP dejaron entender –a través de la agencia estatal Télam– que “el mecanismo consistía en vender a terceros países, pero facturando esas ventas no al destino real sino a Uruguay y por un monto sensiblemente menor”.
La salida del Registro de Operadores implica que la retención del impuesto a las ganancias por cada venta salta del 2% al 15% y se les retiene 10,5% de IVA. Es probable que las exportadoras le trasladen esos costos a los productores.
La ofensiva del Gobierno contra las cerealeras viene encendiendo distintas alarmas. Las estadounidenses Cargill, ADM y Toepfer (oriunda de Hamburgo, Alemania, pero con cuarteles generales norteamericanos) lo leyeron como “una represalia” y llevaron sus lamentos a varios niveles de la administración del Gobierno de Estados Unidos.
[Fuente: Clarin, Bs As, 08abr11]
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