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01jun05
Identifican positivamente al paramilitar Nebojasa Minic como criminal de guerra.
Interpol le comunicó ayer al Gobierno de la Provincia que las huellas dactilares del ciudadano serbio detenido en el Pabellón judicial del Hospital Lagomaggiore corresponden a Nebojsa Minic. El criminal de guerra realizaba actividades comerciales en Mendoza y fue detenido luego de una investigación de la Dirección de Inteligencia Criminal.
El Ministerio de Justicia y Seguridad confirmó que el ciudadano serbio que está detenido en el pabellón judicial del Hospital Lagomaggiore es Nebojsa Minic, un criminal de guerra que participó en asesinatos, matanzas y cremación de cadáveres de ciudadanos albaneses en el conflicto de los Balcanes a fines de los noventa.
La confirmación fue realizada por Interpol luego de que el Juzgado Federal Número 1 de Mendoza, a cargo de Juan Castilla, le envió a la policía internacional las huellas dactilares de los diez dedos de las manos del sospechoso.
Minic padece cáncer de pulmón y es HIV positivo y por eso está detenido en el sector penitenciario del Hospital Lagomaggiore. Fue atrapado gracias a una investigación de la Dirección de Inteligencia Criminal a partir de una denuncia anónima. Según indicó el Ministerio de Justicia y Seguridad, fue muy importante el asesoramiento y la colaboración que prestó la Fiscalía federal a cargo de Alejandra Obregón.
Los hechos.
La denuncia contra Minic fue recibida en Justicia y Seguridad el 3 de marzo. Desde ese día, la Dirección de Inteligencia Criminal investigó al sospechoso, y determinó que, en principio, había serias dudas sobre su verdadera identidad. Fue así que el 28 de marzo se realizó una presentación ante la Justicia federal dando detalles de lo investigado y solicitando la continuidad de las pesquisas. El juzgado ordenó entonces que se profundizara la investigación, y el 13 de mayo el sospechoso es detenido.
Minic siempre se identificó con nombres falsos y tenía pasaportes también falsos, uno a nombre de Goran Petrovic, un ex funcionario del Ministerio del Interior serbio del gobierno Milosevic y que tenía pedido de captura. Cuando la Policía lo detuvo, Minic dijo que se llamaba Vlada Radivojevic.
La Justicia ordenó la toma de huellas dactilares completas, que fueron enviadas a Interpol para confirmar la identidad del sospechoso.
Mientras crecen las sospechas de que realmente se puede tratar de un criminal de guerra, el ministro de Justicia y Seguridad mantiene comunicación con el ministro del Interior, Aníbal Fernández. Asimismo, el director de Inteligencia Criminal, Omar Pérez Botti, se contacta con el embajador de Serbia en la Argentina, Iván Salvjic.
El 25 de mayo, la policía internacional comunica a la Justicia federal mendocina que las huellas dactilares del ciudadano serbio corresponden a las de Nebojsa Minic, quien actuó en la guerra de los Balcanes, donde cometió numerosos crímenes.
Minic continúa detenido en el Lagomaggiore. Lo custodia personal del Grupo Especial de Seguridad (GES), de Gendarmería e Infantería. Se espera el pedido de extradición desde la República de Serbia y Montenegro.
Quién es Nebojsa Minic
Nebojsa Minic vive en Mendoza desde hace varios años y durante todo ese tiempo se ha identificado con nombres y pasaportes falsos. Su primer ingreso registrado a la provincia se produjo en setiembre de 2003, desde Chile. También se sabe que entró al país por el norte, desde Bolivia.
Vivía en una casa en Godoy Cruz y se dedicaba a la gastronomía: tenía dos pizzerías, una en Guaymallén y otra en Las Heras.
Alias “Muerto”, Minic comandó una organización paramilitar llamada “Relámpago”, encargada de tareas de “limpieza étnica” contra ciudadanos albaneses y que respondía al régimen del dictador Slobodan Milosevic.
Según se indica en el sitio de internet de Human Rights Watch, se determinó que en mayo de 1998, el grupo Relámpago ocultaba e incineraba cadáveres de familias enteras de albaneses en la ciudad de Kusca. Además, se indica que según fuentes del ejército y la policía serbia, Minic y sus hombres escoltaron entregas de cadáveres en sepulcros de Serbia y en el norte de Kosovo. Los cuerpos eran quemados en el horno de una refinería de plomo.
Los crímenes y las atrocidades cometidas por Minic son descriptos también por el corresponsal de guerra Matthew McAllester en su libro “Más allá de las montañas del maldecido”. Sobre la base de testimonios de familiares de víctimas, McAllester reconstruye las matanzas, violaciones y saqueos y demás crímenes de guerra cometidos por Minic y su grupo.
[Fuente: Sitio Web del Gobierno de Mendoza, visitado el 01jun05]
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