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Señalan a Manzano como informante de militares
El testigo Eugenio París dijo en el debate por delitos de lesa humanidad que el ex ministro del Interior era sindicado en la UNCuyo como colaborador de las autoridades locales de la dictadura. También mencionó a Guillermo Amstutz y a Roberto Lucas.
Quedaban sólo las preguntas de los fiscales y de los defensores, ya que Eugenio París había contado su historia en la tarde del lunes, sin embargo, sus respuestas bastaron para sorprender a más de uno y para que en el juicio por delitos de lesa humanidad se escucharan algunos nombres de dirigentes políticos por primera vez.
Asimismo, sirvió para que el ex detenido confirmara haber visto cómo dos efectivos policiales (actualmente detenidos) ingresaban a un calabozo del D2 a violar a una mujer encerrada en ese lugar.
menciones. La sola mención de algunos nombres de parte de Eugenio París causó algo de sorpresa en el debate, aunque no mucha, ya que entre los militantes de los organismos de derechos humanos estos nombres eran muy conocidos.
París, quien fue encarcelado en mayo de 1976 y liberado en diciembre de 1983, estudiaba Medicina al momento de su detención.
La noche en que una patota policial lo fue a buscar a su trabajo, cursaba el tercer año de la carrera y tuvo que afrontar, a la fuerza, que algunos médicos no sólo estaban para mantener con vida a las personas, sino que también servían para avalar algunos minutos más de torturas antes de decidir que estaban en riesgo de muerte.
París conoció a varias de las víctimas fatales de la dictadura, entre ellas, a Virginia Suárez y a Daniel Moyano, quienes fueron sus responsables en la militancia de la juventud guevarista, pero también lo conocía a Mario Susso, quien fue asesinado el 20 de marzo de 1976, cuatro días antes del Golpe de Estado.
París relató que, tras la muerte de este, varias veces habló con el padre del joven, quien le contó que el día en que lo fueron a buscar, el joven le pidió ayuda porque sabía que lo iban a matar.
Ante esta afirmación, una de las abogadas querellantes, Viviana Beigel, le preguntó a París si había informantes dentro de la universidad, y en ese momento el testigo pronunció varios nombres muy conocidos por los mendocinos.
El primero fue el de José Luis Manzano, ex ministro menemista y actual socio de Daniel Vila en el Multimedios Uno, sobre quien dijo que se sabía que pertenecía a la organización Guardia de Hierro, un sector del peronismo enfrentado a Montoneros.
Justamente, París explicó que Guardia de Hierro era muy fuerte en la Facultad de Medicina, la misma en la que el testigo estudiaba.
Sin embargo, no fue el único nombre que París mencionó, sino que también señaló a varios dirigentes del justicialismo que llegaron a ser piezas muy importantes del partido en los últimos diez años.
"Son los nombres que circulaban", argumentó París, y mencionó a "(Roberto) Lucas y al que fue intendente de Las Heras (Guillermo) Amstutz".
Estos dos dirigentes políticos, según París, pertenecieron a la Concertación Nacional Universitaria (CNU), que operó en la Universidad Tecnológica Nacional y que fue el brazo estudiantil de la Alianza Argentina Anticomunista (Triple A).
Actualmente, Amstutz es senador provincial y en el 2003 fue el rival de Julio Cobos por la gobernación provincial.
En tanto, Lucas, quien estuvo a punto de sucederlo a Amstutz en la intendencia de Las Heras cuando este se fue, en el 2001, al Congreso nacional, volvió a la política el año pasado.
En aquel momento, cuando estuvo a punto de comandar Las Heras, se vio involucrado en una denuncia que lo llevó a renunciar a su banca en el Concejo Deliberante.
Junto con aquella denuncia, en la que figuraba el haber formado parte de un robo a una estación de servicio en 1976, aparecía también su pasado en la CNU, agrupación ya disuelta y que actualmente cuenta con varios ex miembros investigados por la Justicia, en distintos puntos del país, por delitos cometidos antes del golpe de Estado.
la presencia de médicos. París, en su testimonio del lunes, señaló que uno de los momentos más duros de su cautiverio fue cuando comprobó, en medio de una tortura, que había un médico en la sala, que lo revisó y autorizó a que lo siguieran picaneando.
Ayer, durante su testimonio, volvió a explayarse sobre la presencia de galenos en el D2 y señaló que, en algunas oportunidades, entraron médicos al pasillo donde se encontraban los calabozos.
"Cada tanto abrían las celdas, preguntaban si nos pasaba algo, pero no nos revisaban", afirmó París, quien definió al D2 como "un infierno".
Justamente, con respecto a los policías que actuaron en el D2, París reconoció a varios de ellos en fotos que el tribunal le mostró.
Los efectivos policiales identificados por el testigo fueron Eduardo Smaha, quien es uno de los acusados junto a Celustiano Lucero, al que París señaló como uno de los miembros de la "patota policial" que lo detuvieron.
Tras nombrarlos, París también reconoció a varios de los desaparecidos en manos de las fuerzas militares y policiales.
Así fueron pasando los nombres de Adriana Bonoldi y Virginia Suárez, y a medida que se iban escuchando los nombres, la voz de París se iba quebrando cada vez más y más, hasta que dijo: "No puedo más", y mientras soltaba las fotos y los asistentes lo aplaudían, el tribunal daba por terminada la jornada.
Tras ese final, una vez fuera de la sala se volvió a escuchar el grito de "30 mil detenidos desaparecidos, presentes, ahora y siempre".
[Fuente: Daniel Calivero, El Sol, Arg, 11ene11]
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