02feb11
Garcetti contó su detención durante la dictadura
También declaró otro de los ex detenidos, quien reveló que varios de sus compañeros se suicidaron en sus celdas tras padecer torturas.
Marcos Garcetti dio su testimonio ayer y contó cómo fue su detención durante la última dictadura en el marco del juicio por delitos de lesa humanidad que se inició en noviembre pasado y tiene como acusados a ex militares y ex policías.
El ex titular del SUTE fue detenido el 23 de marzo de 1976 por "un grupo de personas que irrumpieron por los techos" en la sede del sindicato de calle Perú, según recordó. Lo trasladaron hasta el Liceo donde estuvo hasta el 23 de setiembre.
De ese lugar recordó a González Viescas, "un militar que nos tenía a su cargo; el suboficial Peralta y el jefe, el teniente Migno", pero ese día fue llevado en un Hércules ("donde nos pegaron durante todo el vuelo") a La Plata. Ahí estuvo detenido hasta el 13 ó 14 de junio de 1977.
Su encierro tuvo continuidad en Coordinación Federal y finalmente en la cárcel de Mendoza, hasta que le dieron la libertad unos meses después, sin que nunca le informaran "por qué había sido detenido".
El sindicalista, que hace unos años fue senador provincial, recordó el intento de golpe a fines del '75 por un tal Capellini, al que consideró "como un globo de ensayo para ver qué pasaba". En razón de ello, su gremio publicó una solicitada alertando sobre las consecuencias de la intentona golpista y llamando la atención.
"En el diario (por Los Andes) fui atendido por la periodista Norma Sibila (detenida en aquellos días y hoy fallecida), quien me dijo que para qué iba a publicar eso y yo le dije que lo publicara igual. Firmé la solicitada pero me quedé pensando en eso y pensé también las consecuencias que ha tenido para el país el silencio de las instituciones del país y también el silencio del país".
Garcetti desmintió que hubiera sospechado "que se venía el golpe", a la vez que recordó que el militar Paulino Furio -uno de los acusados de ahora- le dijo que "había sido un error".
La jornada también incluyó el testimonio de Luis María Vázquez Ahualli, quien fuera empleado en la DGE (fundador, junto a otras personas, del sindicato de estatales SOEP, gremio muy combativo y con una militancia muy fuerte en la provincia), quien señaló que fue secuestrado el 1 de diciembre de 1975.
"En ese momento era presidenta María Estela Martínez de Perón; interventor federal de la provincia el general Lucero; el arzobispo era monseñor Maresma y secretario general de la CGT, Carlos Mendoza".
De su relato, en el que no faltaron las referencias a golpes y torturas, rescató que estuvo cinco años detenido pero que "nunca estuve ante un juez, ni frente a un fiscal. El único contacto con el tema legal fue cuando me pusieron una pistola para que firmara una declaración".
Finalmente recordó que su madre fue a ver a Maresma, pero "siempre la respuesta fue negativa". Rescató una nota que le mandó un cura auxiliar del vicario castrense que le decía que "no podía hacer nada porque estaba resfriado".
[Fuente: Eduardo Ayassa, Diario Los Andes, Arg, 02feb11]
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