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28jul05
Reclaman “una política de Estado seria’’ en materia penitenciaria.
Si no existe el compromiso de toda la sociedad en una política seria en materia penitenciaria, el día de mañana los hijos o nietos de esta sociedad mendocina no van a poder salir a la calle, caminar tranquilos. Es que se van a encontrar con el delincuente perfeccionado o con gente como la de Infantería de la Policía de Mendoza, con una mentalidad enferma y sádica que en vez de construir es dañina. Acá hay que parar la cultura de la violencia. Acá, como dice la Constitución, hay que resocializar, construir”, reflexionó ayer el capellán de la Penitenciaría, padre Roberto Juárez, acompañado por Pedro Alejandro Camus, de la Pastoral Penitenciaria del Arzobispado de Mendoza.
Camus indicó que “para los que inculcan la violencia, llámense señores de los derechos para algunos humanos, dirigentes políticos, gobernantes, señores jefes que no escuchan a sus empleados, para todos aquellos que se acercan y utilizan a los internos en la moledora de carne, les digo que la justicia de Dios puede estar en cualquier esquina”.
Tanto el sacerdote como el laico insistieron y coincidieron con la Comisión de Seguimiento de Políticas Penitenciarias en que debe haber una “verdadera y seria’’ política de Estado en la materia. Sostuvo el cura que invertir en la política penitenciaria es el mejor recurso de seguridad.
“Hemos comprado alambre de púa, luces que se prenden, perros, alarmas, vigilantes. El próximo paso es el foso de los cocodrilos con puente levadizo. Pero ése no es el camino. Acá todos somos responsables de que en la cárcel de Mendoza nosotros mismos estemos reciclando la delincuencia, ya que esta gente cuando salga, si no hemos hecho nada por ella, va a volver más agresiva, más delincuente, con más odio. Y después de experiencias como la que vivimos el lunes pasado, de una agresión tan grande, lo hará con mucho más resentimiento todavía. La mejor forma, la mejor inversión de seguridad es trabajar en una política penitenciaria seria, que sea un compromiso de todos en todos los ámbitos. Todos tenemos que ver con esto. Es gente que viene de nuestras comunidades, que tiene su familia en nuestras comunidades, y todos tenemos que sentir el compromiso hacia ellos y hacia su familia, para cambiar esta realidad tan dura y tan dolorosa. De lo contrario vamos a estar en el camino hacia una sociedad invivible’’.
El sacerdote calificó la requisa como un acto de saqueo, en la que se rompió hasta la imagen de la Virgen. Ello sumado a los motines y cambios de directores dijo que ha conmocionado a todos los que trabajan en la Penitenciaría: agentes, profesionales, internos. Calificó la requisa como un acto de terrorismo de Estado.
“Los policías destruyeron, humillaron, vejaron, tiraron a los hombres desnudos al piso y les metieron el bastón en el ano, además de pisarlos. Destruyeron equipos de música, televisores y hasta les robaron el dinero”, testificó el sacerdote.
Destacó que el motín fue un acto de barbarie, realmente, ya que no se puede tomar a un hombre sin que tenga nada que ver con riesgo de su vida. Pero no se puede responder con una barbarie mucho más grave como la del Estado. Fueron hombres y mujeres encapuchados, que en nuestras calles andan sin capucha y les confiamos nuestra seguridad. Esto es preocupante, indicó.
[Fuente: Diario Los Andes, Mendoza, Arg, 28jul05]
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