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03ago12
Declaración de Norma Liliana Millet y Lilian Lopez ante el TOF Nº1 de Mendoza.
Norma Liliana Millet
Raúl Gómez era mi esposo, en la madrugada del 17 de mayo de 1978, eran como la una o dos de la mañana estábamos acostados, por el costado de la casa, por el garaje entró un grupo de personas alumbrándonos con linternas, vinieron con las caras tapadas, no me acuerdo con que, estaban apuntándonos con armas, la órden era ponernos boca abajo, a él lo levantaron, nosotros pensábamos que era un robo, él dijo llévense todo pero no les hagan daño. Le dejaron ponerse los zapatos, pantalón y pulover y lo sacaron, le taparon los ojos y le ataron las manos. A mi me taparon los ojos y me ataron las manos, una persona se queda conmigo. Con nosotros estaba nuestro bebé que tenía 2 años y lloraba muchísimo, me desataron para darle el biberón al niño. Revisaron todos los cajones, por los papeles que encontraban preguntaban, preguntaban por las cartas que tenía quiénes eran los que escribían y porqué, me dijo que esperara media hora para desatarme y sacarme las vendas. A mi marido me dijeron que lo iban a traer de vuelta a las seis de la mañana. En la otra parte de la casa estaba mi hermana y allí también entraron, revisaron todo. El dormitorio de mi papá que no vivía con nosotros también lo revisaron, sacaron todo lo que había en el ropero, se robaron cosas de la casa, el reloj de mi cuñado, mi reloj, dos bolsas de dormir, trataron de abrir un escritorio y no pudieron. Yo desaté a mi cuñado y se fue a buscar a su papá que era comisario retirado, el nos acompañó a la séptima de Godoy cruz donde hicimos la denuncia. El domicilio del hecho fue en calle Mariano Moreno, donde yo vivo ahora. En la séptima nos tomaron declaración y fueron después de científica, buscaban huellas, dicen que no encontraron nada. En esos días nos llamaron de la séptima para corroborar la denuncia. A partir de allí nos movimos con mi suegro para hacer denuncias en todos lados. Fuimos a varios lugares juntos y yo por mi cuenta, al arzobispado, a la policía, hicimos habeas corpus, a la octava brigada, mi suegro fue a la morgue y eso hasta diciembre seguimos haciendo denuncias, después en el 79 me citaron de la comisaria de Godoy cruz, eran un destacamento de Benegas, allí me citaron y era para decirme que habían hecho un relevamiento sobre mi esposo en el barrio y que todos los vecinos coincidían que era muy buena persona, no sé para que me llamaron. Hicimos denuncias al papa, a la OEA, a la Cruz Roja, a la CIDH cuando vino, en la CONADEP. Yo sé que citaron a dos vecinos pero dicen que nadie vio nada. Se comentó que lo habían subido a un auto blanco pero no me acuerdo quien me lo dijo. Mi hermana y mi cuñado no viven en el país, están en España. En el D2 a mi cuñado le dijeron que no indagara más, si no quería que le pase lo mismo.
Yo recuerdo después que pasó el tiempo, que nos preguntamos como conocían la casa, supongo que eran como 4 o 5 personas. Un tiempo antes del procedimiento mi papá comentó que había venido un señor que no me acuerdo, no sé si era de obras sanitarias o de que, en otros documentos sale que actuó gente de obras sanitarias o de agua y energía y allí me acordé que vino una persona unos días antes del procedimiento. Ellos parece que vinieron a mirar las cañerías. Después fue el procedimiento.
Yo fui a la octava brigada a declarar.
En el 78 mi esposo no estaba militando, en el 75 y 76 mi esposo militó en la organización comunista poder obrero hasta mediados del 76, la organización se fue de la provincia, todos se fueron, ellos pedían que sus militantes se fueran con ellos, nosotros no nos fuimos, yo tenía mi mamá muy enferma. El resto de las personas de la casa no tenían militancia política.
A Juan José Galamba lo conocía, después me enteré que era Galamba, mucho tiempo después lo supe, fue cuando se empezó a armar el juicio antes de las leyes de obediencia debida y punto final. Margarita Dolz y su esposo Carlos eran muy amigos míos, fueron a la casa de mi mamá a decirme que a la esposa de un compañero lo habían metido preso y que a él lo buscaban y que si yo lo podía tener en mi casa y yo le dije que si, lo llevaron a mi casa, era invierno, hacía frío, ésto fue en el 76. Yo vivía cerca de las casa de mis padres, Carlos y Margarita lo llevan a mi casa, estuvo tres o cuatro días, salía de trabajar iba a mediodía a llevarle la comida a mi perro y a Galamba, allí lo conocí. Cuando mi marido llega de Córdoba me dice que cómo tenía una persona que estaban buscando? Que era muy arriesgado y que iba a tratar de ver si alguien del partido lo podía tener y asi fue, él lo lleva de mi casa un sábado a un lugar donde lo esperaba otra persona y allí lo dejan y no supe más de Galamba.
Galamba me dijo que tenía mucho temor, sabía que se habían llevado a su esposa e hijos, que tenía miedo por él, por su mujer y sus hijos, me dijo que la policía lo buscaba, en ese momento sabíamos que quién perseguía era el ejército y la policía. Yo sabía que Galamba era montonero, Margarita me lo dijo. Raúl me dijo que Galamba era montonero.
Mi hermana recuerda que una de las personas tenia borceguíes, mi cuñado no se acuerda mucho. Alguien me dijo que había un Peugeot blanco pero no me acuerdo quién lo dijo. Puede ser que yo haya mencionado a la séptima como participes de este hecho, pero no me acuerdo.
Se le exhibe declaración de CONADEP donde dijo que eran personas de civil que obedecían a una de ellas que le ordenaba como hacer las cosas. Dijo que por averiguaciones extraoficiales de una persona conocida que tenía vinculaciones en el D2, el suegro de mi hermana, dijo que allí en el D2 le dijeron que no averiguara más porque iba a terminar igual. Este señor se llamaba Roberto Jofre, yo tenía otros parientes policías y de aeronáutica pero el único que nos dio una mano fue Jofre. Nos cuidaba en las noches con el auto en la puerta de la casa. Él nos dijo que fue al D2.
El grupo que ingreso a mi casa venia de civil con las caras cubiertas, nos iluminaron con linternas, vi las armas, nos hicieron dar vuelta. Mi hermana vio borceguíes. No traían orden de allanamiento. No dijeron que buscaban. No encontraron nada en mi casa. El grupo estaba armado, exhibieron armas.
Yo fui al palacio policial a preguntar por mi marido, solo tomaban la denuncia, nunca me dijeron nada. Encontré un borrador de carta que yo escribí en el 80 donde aparentemente el ministerio del interior le piden que envie datos míos de mi suegro y de mi hijo y allí mando los datos. A quien le dijeron que no busqué más fue a Roberto Jofre, suegro de mi hermana que era comisario retirado, dice que esto se lo dijeron en el D2, en el año 78.
Fuimos a la octava brigada, al arzobispado, en la octava entregaron una lista donde había gente que estaba tachada. En el juzgado hicimos habeas corpus todos fueron negativos.
Margarita Dolz militaba en el partido socialista, en el año 73. Cuando yo la conocí, en el año 74 ya no militaba. No encuentro puntos en común con ella respecto de la desaparición de mi marido.
En el libro de la séptima se hace mención a la denuncia que hicieron. Fue a las tres horas, en el interior del inmueble de calle Moreno, Benegas Godoy Cruz, entran alrededor de 4 personas de civil, encapuchas, amenazan con armas de fuego, los amenazan y revisan la casa, se llevan a Raúl Óscar GÓmez, argentino de 25 años de edad.
Carlos Alberto Ferreyra es un vecino, Lilia Marta Lopez también es vecina. No me hicieron comentarios, Lilia se enteró y fue a mi casa para acompañarme al otro dia.
Yo pienso que a mi esposo lo mataron. Sé que Margarita Dolz, Victor Hugo Herrera y Daniel Romero les pasó lo mismo. De Margarita sé que fue el 17 de mayo pero en la noche.
En el prontuario de Gómez figura el domicilio donde se quedó Galamba. El domicilio de calle José Hernandez. El día que se da el pase del prontuario del D-5 al D-2 es el 17 de mayo de 1978.
Sra. Lilian Lopez (vecina de Gómez)
El dia 17 de mayo cuando nos levantamos vimos la puerta de la casa de enfrente abierta y nos dijeron que no preguntaramos nada, policía que había enfrente le dijo que no preguntaran nada, había un móvil, de esos furgones azules de esa época. Después nos enteramos que habían llevado al esposo de Liliana. Ese día no vimos a nadie. Esa noche no escuchamos ruidos, solo vimos las puertas abiertas. Mi padre se levantó y averiguó. Le dijeron a mi papá que se vaya a su casa. A mi me llamaron a declarar del comando, no recuerdo cuanto tiempo después. En el año 86 fue la declaración según la constancia.
Sé que fueron a hacer la denuncia. Nosotros vivíamos en la casa de enfrente, no justo enfrente.
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