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06may06
Un niño muerto en represión policial.
Ocurrió en el barrio Estación Perdriel, de Luján, cuando unas 50 personas sacaban carbón de un tren de carga y fueron atacadas a tiros por efectivos policiales desde unos 50 metros. Investigan
Un chico de 14 años falleció ayer con un impacto en el pecho, otro de 13 fue herido en el glúteo y un bebé de un año y ocho meses resultó lesionado en la mano durante un grave episodio donde se investiga a cuatro efectivos policiales. Estos habrían tirado con posta de goma y presuntamente con otras armas hacia un grupo de casi 50 personas, en el barrio Estación Perdriel, Luján de Cuyo.
La víctima fatal es Mauro Morán, quien cursaba el octavo año de una escuela de Agrelo.
El grave suceso ocurrió alrededor de las 15, al paso de un tren carguero que llevaba carbón de coque con destino a Palmira. Como ocurre habitualmente con los primeros fríos, varios vecinos de la zona, en su mayoría mujeres y niños, suelen abordar el convoy para sacar carbón para calefaccionar sus casas.
Ayer se repitió la historia. La máquina iba cargada y custodiada por dos efectivos. Sin embargo, según varios testigos, éstos no efectuaron disparos hacia la gente ."Es más –dijo a UNO un adolescente–, hasta nos dijeron que sacáramos rápido antes de que se hiciera tarde. Ellos no tiraron", afirmó.
Mauro estaba con otros chicos también buscando carbón y de repente llegaron al lugar los móviles policiales 1550 y la 4x4 Ford Ranger 1393 de la cuadrícula de Luján.
Cuando el tren ya había arrancado-afirmaron más testigos- desde el lado opuesto de las vías, donde estaban apostados los efectivos partieron varios disparos dirigidos hacia un grupo formado por niños y mujeres.
Un roce de proyectil dio en la manito del pequeño Raúl Frías, de tan sólo 1año y 8 meses, sobrino de la víctima fatal. El otro chico que también recibió un impacto en el glúteo izquierdo fue Angel Maximiliano Sosa, de 13 años. En pocos segundos todo fue un caos general. La mamá del bebé alzó a su hijo herido y corrió hacia uno de los móviles de donde partían los disparos. Subió y llevaron al niño al Centro de Salud Nº 31, David Busana ubicado en calle Serpa y República del Líbano de Luján, donde lo asistió el médico Carlos Peralta. También ingresó allí poco después Mauro, quien fue llevado por un vecino y acompañado por su cuñado, Cristian Fredes.
El profesional pese a que el menor ingresó sin signos vitales, hizo esfuerzos desesperados para reanimarlo. Todo fue en vano. También pasó por ese centro Angel Sosa, quien recibió un impacto en el glúteo izquierdo. Los dos heridos fueron derivados luego al hospital Notti.
El más pequeño tuvo una lesión en la mano derecha y escoriaciones en el abdomen, por lo que fue operado en la mano derecha. También quedó internado Angel Sosa, quien deberá ser sometido a una intervención quirúrgica al tener una herida penetrante posiblemente por bala de goma.
Consternación e impotencia.
Los momentos que se sucedieron tras conocerse la muerte de Mauro en el Centro de Salud fueron tremendos. Su madre, Miriam Rosales, y el padre, César Morán, no hallaban consuelo ante tanto dolor. La mujer fuera de sí no se cansaba de preguntarse: "¿Para que le tiraron si ya estaba muerto. No pueden habérmelo matado así. Yo tengo a mi hijo en el cajón por culpa de estos milicos desgraciados. Pregúntele a cualquiera quién era Mauro... no puede ser… quiero que paguen por esto que hicieron."
"Siento tanta impotencia", dijo sollozando mientras su esposo hacía grandes esfuerzos por contenerla.
Todo esto delante de los fiscales Luis Correa Llano y Hernán Ríos, que se hicieron presentes en el acto en el lugar.A las 17 el cadáver del menor fue subido a la morguera de la Científica para ser llevado al Forense, donde se le hará la necropsia que será determinante para establecer qué proyectil le ocasionó la muerte.
[Fuente: Diario Uno, Mendoza, 06abr06]
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