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07may06
"Puedo reconocer al policía que mató a mi hijo Mauro"
Durante el entierro del chico de 14 años, César Morán adelantó que mañana iniciará acciones legales. También la madre del bebé baleado en la mano dice que puede reconocer al atacante
Los familiares de las víctimas del caso ocurrido en Luján –donde un chico murió de un tiro en el pecho y otros dos resultaron heridos en el medio de una dura represión policial– dicen que pueden reconocer a los policías que dispararon. Los seis efectivos que intervinieron están en libertad.
El adolescente muerto se llamaba Mauricio Morán (14) y uno de los heridos es su sobrinito. Ayer a la tarde, minutos después de inhumar los restos de su hijo en el cementerio de Luján, César Morán le dijo a UNO, llorando: "El lunes (por mañana) vamos a empezar a hacer todo lo que tenemos que hacer legalmente para que a esto lo paren. Me acuerdo quién fue el policía que disparó y todo. Yo estaba ahí, si fui el primero en socorrer a mi nieto; por él salimos corriendo, por él... y cuando volvimos me encontré con el vecino y con mi hijo que se lo llevaban en un auto. Puedo reconocer al policía que lo mató".
Además, Vanesa Morán, hermana de la víctima fatal y mamá del bebé herido, de un año y ocho meses, aseguró: "Tengo grabada la cara del policía que disparó (contra el bebé); lo puedo reconocer entre cientos de rostros". Lo dijo en el Hospital Notti, mientras cuidaba al pequeño Raúl Frías. A este niño la bala le destrozó el dedo anular derecho –pudo ser recuperado pero le quedará más corto– y le produjo un raspón en el vientre, dejándole la ropa agujereada. Seguirá internado unos días más.
En el incidente también resultó herido de bala, en la nalga derecha, Angel Maximiliano Sosa, de 13 años, cuando la policía reprimió a tiros a un grupo de vecinos que sacaban carbón de un tren de carga que iba en dirección a Palmira, a la altura del barrio Cuadro Estación, en Perdriel (Luján), el viernes en la siesta.
Pese a los testimonios de los familiares, el Gobierno intentó desligarse del caso: puso en duda que las balas fueran de armas policiales y sostuvo que la investigación está en manos de la Justicia, que será quien determinará responsabilidades.
El cuerpo de Mauro fue enterrado ayer a la tarde en medio de una gran indignación. En el cortejo fúnebre hubo dos trafics del Municipio y un colectivo escolar con chicos que mostraban pancartas, algunas con las consignas "Justicia para Mauro" y "Venimos a enterrar a una víctima de un gatillo fácil".
Todavía no se comunicó oficialmente si la bala que le quitó la vida a Mauro fue de goma o de metal. Pero anoche trascendió que sería posta de guerra de una escopeta policial.
Vanesa Morán, de 21 años, en diálogo con Diario UNO ayer la mediodía en el hospital Notti, indicó que es habitual que los chicos en la época de invierno paren el tren para sacar carbón que usan para calefaccionarse, como ocurrió el viernes.
Esa siesta, Vanesa sintió el tumulto de los tiros en la puerta de su casa y corrió a alzar en brazos a su hijo, que estaba en la puerta. En ese instante vio que su hijo tenía la mano ensangrentada, le pasó el niño al esposo y salió enfurecida a insultar al policía que ella identificó como el agresor de su hijo. "El policía nos apuntaba a mí y a mi papá", sostuvo.
"Luego agarré a mi hijo y le dije al policía que estaba en el auto que me llevara la centro de Salud. Me contestó que no podía dejar a sus compañeros. Me subí igual, lo insulté y aceptaron llevarme. Pero ante de arrancar se subió al auto el policía que había herido a mi hijo. Cuando llegué al centro de salud y lo atendieron; intenté buscarlo pero ya no estaba", relató la joven madre.
"Uno de ellos se volvió con furia tirando contra los chicos"
Alejandra Corvalán y Raimundo Sosa son los padres de Angel Sosa, el chico de 13 años que tiene alojada una bala o perdigón de plomo en la nalga derecha, según confirmó ayer el director asistencial del hospital Notti, Guillermo Oliva.
Ellos relataron a este diario en el nosocomio que fueron policías los que apuntaban a la gente que corría en dirección a las casas para protegerse de los tiros.
El matrimonio vive en el barrio Cuadro Estación y tiene cinco hijos. Angel, quien resultó herido, es el único varón y asiste al séptimo año de la escuela especial Romilio Villalobos, en Luján, porque tiene "problemas de inmadurez", explicaron sus padres.
Según el relato de la madre, cerca de las 14.30 un grupo de chicos paró el tren para sacar carbón.
Algunos muchachos subieron y comenzaron a bajarlo. Luego llegaron los móviles de la policía y a los pocos minutos el tren comenzó a andar. Ahí los chicos empezaron a cargar el carbón para llevarlo a las casas.
"Los policías que venían en los móviles se comenzaron a retirar pero yo vi cómo uno de ellos se volvió con furia apuntando y tirando tiros contra los chicos que corrían hacia las casas. Los tiros iban en dirección al barrio. Por eso hirieron al bebé que estaba en la vereda de su casa", explicó Alejandra.
"En medio de los gritos y las corridas me di cuenta de que hirieron a mi hijo, él cayó y se siguió arrastrando. Cuando lo alcé para llevarlo en el auto de un vecino al Centro de Salud estaba lleno de sangre y de tierra.
"Yo no sé qué le pasó a la policía. No sé qué les dio por proteger de esa manera 300 kilos de carbón. Generalmente comienzan a tirar tiros al aire y ahí termina todo el problema", comentó la madre.
"El policía se volvió con una furia increíble, los chicos le habían comenzado a tirar piedras y pedazos de carbón, probablemente también los insultaron, esto provocó la reacción de los policías", amplió la mujer. El chico está fuera de peligro y será dado de alta en los próximos días.
[Fuente: Diario Uno, Mendoza, 07may06]
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