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04jun05
HRW pide a la Argentina que no libere a Minic.
Fred Abrahams, miembro de la organización norteamericana de derechos humanos Human Right Watch, investigó las masacres realizadas por paramilitares serbios en la guerra de los Balcanes.
Quien integraba uno de esos grupos era Nebojsa Minic, detenido en nuestra provincia y quien va a ser expulsado del país, acusado de comandar una tarea de “ limpieza étnica”, tal como se conoció al genocidio de miles de albano-kosovares de la ex Yugoslavia.
“Estuve trabajando en Kosovo desde 1995. Allí me reuní con integrantes de las fuerzas de liberación de Kosovo, que era la gente de las fuerzas rebeldes de Albania. Ellos me dieron las fotos de los paramilitares serbios del lugar y las mostramos en varias localidades albanesas”, recordó Abrahams durante una entrevista realizada por Pablo Pérez Delgado y Pilar González en Radio Nihuil.
–¿En las fotos aparece Nebojsa Minic?
–Sí. El señor Minic no estuvo en el pueblo de Cusca el día de la masacre, el 14 de mayo de 1999, pero lo vieron en los alrededores de la ciudad de Pec. En la zona es conocido como un notable criminal, un gangster y como miembro de un grupo paramilitar denominado Muña, que en serbio quiere decir “relámpago”. Muchas personas lo identificaron como el comandante de ese grupo responsable de muchos, muchos crimenes. Encontramos un caso en el que Minic estuvo a la cabeza del grupo (el 12 de junio de 1999), que robó, extorsionó y mató a siete miembros de una familia.
–¿Hay una orden internacional de captura para Minic?
–No tengo conocimiento. Creemos que debe ser investigado por su vinculación con crímenes de guerra. Esperamos que sea extraditado y enfrente a la Justicia en los fueros de la ex Yugoslavia. Estamos muy preocupados porque tememos que las autoridades argentinas lo liberen. Nosotros les pedimos por favor que no hagan eso. Esperen la orden de extradición de Yugoslavia.
–Minic dijo aquí que fue obligado a obedecer órdenes. ¿Es posible eso?
–No sé qué pasaba dentro del sistema militar y de seguridad serbio. Pero seguir órdenes para cometer crímenes de guerra no es una excusa para cometer crímenes de guerra. Los que apuntaron y asesinaron a civiles y cometieron otras violaciones a leyes internacionales siguen siendo responsables. En mi opinión, eso no es una excusa.
[Fuente: Diario Uno, Mendoza, Arg, 04jun05]
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