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30sep06
En Honduras, Garré pidió perdón por los "asesores" que envió la dictadura.
La ministra de Defensa, Nilda Garré, pidió ayer "perdón al pueblo" de Honduras por la participación en los años 80 de militares argentinos en el adiestramiento de sus pares hondureños para la lucha contrainsurgente, con los mismos métodos de inteligencia —la tortura sistemática, el asesinato, las desapariciones— que había probado la dictadura en nuestro país.
Garré habló en Tegucigalpa frente a 150 oficiales de las fuerzas armadas hondureñas, ante los que deploró "el nefasto papel que algunos militares argentinos jugaron como asesores de la represión y la tortura en los años de los gobiernos castrenses".
Desde 1977 hasta 1984, la dictadura con el beneplácito de la CIA exportó a América Central su experiencia en la "guerra sucia": los "contras" de Nicaragua, militares de El Salvador, Guatemala y Honduras fueron formados por "asesores" argentinos en las técnicas del terrorismo de Estado.
En Honduras ayudaron a integrar el temible Batallón 3-16, un escuadrón de la muerte que fue autor de la desaparición de unos 200 opositores políticos.
Esa operación secreta de la dictadura en Centroamérica contribuyó a la convicción del dictador Leopoldo Galtieri de ser un "mimado de los norteamericanos" y que éstos no intervendrían en favor de Gran Bretaña cuando decidió la recuperación de las Malvinas en 1982. Se equivocó: puesto a elegir lealtades, EE.UU. apoyó a su aliado histórico a pesar de la ayuda que había recibido de los generales argentinos. Vale recordar que de 1977 a 1981, durante el gobierno del demócrata James Carter, la CIA estaba restringida para estas operaciones "sucias".
El ministro de Defensa hondureño, Arístides Mejía, respondió que "aplaudo y recibo con sumo respeto el perdón" pedido por Garré. Un vocero de la ministra relató a Clarín desde Honduras que los oficiales también aplaudieron su mensaje.
"Fue en un momento especial para Honduras donde están reformulando sus fuerzas armadas con un perfil profesional, de respeto a los derechos humanos y subordinación al poder civil. Ven a la Argentina como modelo", añadió.
En el marco de su visita, Garré firmó un convenio de cooperación para que militares hondureños cursen en institutos militares argentinos como la Escuela de Guerra Conjunta y el Centro de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (Caecopaz). Además, la ministra fue condecorada con la Orden de Gran Cruz de las fuerzas armadas.
Garré inició una gira la semana pasada que comenzó en Dublín, Irlanda, donde inauguró un busto del almirante Guillermo Brown. Tras dejar Tegucigalpa, viajará a Managua para participar del 1 al 5 de octubre de la VII Conferencia Interamericana de Ministros de Defensa.
Detrás del pedido de perdón de Garré estuvo también el embajador argentino en Honduras, Alfredo Forti, cuya historia personal está marcada dramáticamente por el terrorismo de Estado en un caso que fue ventilado en el Juicio a las Juntas Militares. En 1977, Forti y sus cuatro hermanos de entre 8 y 16 años fueron secuestrados junto a su madre Nélida Sosa de Forti de un avión con los motores en marcha cuando intentaban salir del país. Los llevaron al centro clandestino Pozo de Quilmes. Los hermanos fueron abandonados en Parque Patricios con las manos atadas a la espalda y los ojos vendados. La madre continúa desaparecida.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 30sep06]
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