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29jul08
El Tte Cnel Corres se fugó con ayuda o negligencia de la policía federal
El ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, entendió ayer que "no hay grises" en el caso de la fuga del represor Julián Corres, porque "bien hubo una altísima cuota de negligencia o bien hubo una connivencia formal" para poder concretar la huida.
Así Fernández justificó por radio el desplazamiento de toda la cúpula de la delegación Bahía Blanca de la Policía Federal, donde se encontraba detenido Corres.
En sintonía con Fernández, el fiscal Hugo Cañón no descartó que la huida del represor del pasado sábado haya contado con ayuda externa.
Por eso indagan en las llamadas telefónicas que el ex militar habría realizado desde la seccional el día anterior a su desaparición.
El juez Eduardo Tentoni, subrogante del titular Alcindo Alvarez Canale, quien se encuentra de licencia, le encargó la instrucción del caso a Cañón.
Para garantizar "la independencia del proceso", Cañón solicitó la participación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria como brazo ejecutor de sus decisiones. Una de las primeras fue allanar, el domingo por la noche, la sede de la Federal, donde se constató que en la dependencia no había registro de visitas, no funcionaba la cámara de seguridad y la puerta de entrada no tenía policía de consigna por las noches.
"Corres y otros tres represores que estaban con él tenían acceso libre a la cocina y a una escalera que da a una ventana, por lo que podría haberse escapado también por allí", reveló Cañón a Clarín.
La libertad de movimientos que el ex militar de 55 años tenía dentro de la dependencia y que incluiría el uso de un teléfono móvil hace que el fiscal descrea del argumento del pedido para ir al baño como paso previo a la fuga.
Quien dio esa versión es el inspector Juan Carlos Lastra, uno de los dos efectivos de la Federal detenidos por su vinculación directa con la huida del ex militar.
El otro es el cabo primero Pablo Carbajal, quien había sido designado por Lastra como guardia nocturno y custodia general de Corres, a quien vio por última vez en la madrugada del sábado.
Las viviendas de ambos policías también fueron allanadas. Otros nueve efectivos de la dependencia, entre ellos el jefe y el subjefe, fueron puestos en disponibilidad y se analizan sus responsabilidades en el hecho.
Corres fue procesado el 6 de junio pasado por varios homicidios, tormentos y desaparición forzada de personas en el centro clandestino de detención La Escuelita.
El 26 del mismo mes el juez Alvarez Canale había dispuesto su traslado al penal de Marcos Paz, pero la medida, un mes después, aún no se había efectivizado. "No tenemos bien en claro por qué no se produjo su cambio de lugar de detención", reveló Cañón.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 29jul08]
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