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19ago08
Sorpresa en el barrio donde se escondía el militar prófugo
Pese a saber que era el primer lugar a donde lo iban a ir a buscar, Julio Corres, el ex teniente coronel acusado de delitos de lesa humanidad que se había fugado de una prisión bahiense en julio pasado, buscó refugio en la casa familiar.
Fue ahí, en la casona de dos plantas de diseño colonial ubicada en la esquina de Lisandro de la Torre y avenida Colón, de la localidad santafecina de Villa Constitución, donde lo apresó a primera hora de la tarde una comisión policial a las órdenes de Interpol.
En la vivienda, pintada de rosa pálido y con amplios ventanales con plantas protegidos con rejas gruesas, vivían la madre del ex represor, a quien los vecinos del barrio conocen como "Doña Blanca", y una de las hermanas, María Belén.
"Hace cuatro o cinco días que llegó, menos de una semana", comentó María Belén, quien no ocultó la sorpresa que le causó la celeridad con que actuó la policía. "Me llama la atención lo rápido que pasó todo", se preguntó serena, aunque también suspicaz.
Según el relato de los vecinos, Corres, desde que llegó al lugar, hacía una vida normal y nadie sospechó que podía tratarse de un prófugo de la Justicia . Es más: ayer mismo, minutos antes de ser apresado, había salido a dar un paseo.
"Lo vi varias veces, pero nunca se me cruzó por la cabeza pensar que podía ser el militar que era buscado por la policía", admitió Flavio Bangioni, uno de los testigos que convocó la policía para el procedimiento que terminó con la detención de Corres.
"No se me ocurrió que podía ser él, yo no lo veía hace años, era muy chico, y el recuerdo que tengo es el de un hombre seguro, elegante, y no barbudo, con el pelo largo y desaliñado como lo encontré ahora", añadió Bangioni. "Se lo veía entregado", añadió.
Asombro
María Belén, que vive y cuida a la madre, Blanca, de 81 años, negó que su hermano hubiera recibido ayuda para fugarse. "Hizo como McGiver: pidió permiso para ir al baño y con un Tramontina abrió la ventana por donde se escapó", contó.
Al enterarse de que Corres, acusado por la Justicia de haber participado activamente durante la represión en los años 70 en Bahía Blanca, había sido apresado en la ciudad, los pobladores de Villa Constitución, localidad situada 60 kilómetros al sur de esta ciudad -donde ayer la Federación Agraria realizó un tractorazo-, no podían salir de su asombro.
"Yo lo vi varias veces, salía a la calle siempre, salía hasta para hacer las compras", relató uno de los vecinos del barrio, que pidió no ser identificado. "Me pregunté quién era ese hombre que iba a la casa de doña Blanca, pero no se me ocurrió que podía ser Corres", añadió.
Una vez que fue detenido, y mientras los efectivos policiales ultimaban su traslado a Buenos Aires, Corres permaneció largo rato esposado a bordo de un móvil policial. Así y todo la gente del barrio no lo reconoció. Su fisonomía era distinta de la que tenía cuando visitaba a su madre.
[Fuente: La Nación, Bs As, Arg, 19ago08]
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