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19ago08
El Tte Cnel Corres perteneció al servicio de inteligencia del Ejército
El ex teniente coronel del Ejército Julián Corres se desempeñó -hasta quedar involucrado en la causa judicial por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura- en el servicio de inteligencia del Ejército.
Está acusado de 47 secuestros, 38 casos de torturas, 17 homicidios y siete desapariciones de detenidos. Corres fue reconocido por una de las personas torturadas en el centro de detención clandestino conocido como "La Escuelita", en jurisdicción del V Cuerpo de Ejército en Bahía Blanca, durante los años de la última dictadura militar.
Había sido detenido el 3 de abril por personal de Interpol luego de que el juez de Bahía Blanca Alcindo Alvarez Canale libró la orden respectiva. Corres salía de un edificio ubicado en Uruguay y Córdoba, en la Capital Federal.
Corres nació en 1952 y egresó del Colegio Militar en 1974. Se retiró como teniente coronel, en una baja del servicio normal, ya que en ese grado dejan la actividad la mayoría de los oficiales, al no contarse con puestos para todos los que siguen en carrera. Si él hubiese seguido en servicio estaría en la edad de ser general, ya que su promoción hoy es una de las que integran los mandos del Ejército. En el Colegio Militar fue uno más, ocupando los últimos puestos en la orden de mérito de su promoción.
Uno de sus primeros destinos fue el Regimiento de Montaña 21, en Las Lajas, una unidad que en la década del 70 tenía cierto sentido estratégico en la antigua hipótesis de conflicto con Chile.
Operativo Independencia
Corres rápidamente se especializó en inteligencia militar y con tal comisión tuvo su paso por el Operativo Independencia, en Tucumán.
En 1975 llegó a la unidad de inteligencia del V Cuerpo del Ejército. En años en los que el enemigo interior formaba parte del trabajo de la inteligencia militar, Corres, por entonces un joven subteniente de 23 años, habría sido enviado a infiltrarse en la Universidad Nacional del Sur, según relataron los testigos que acusaron al oficial en el denominado Juicio por la Verdad que se realizó en Bahía Blanca.
Esa clase de tribunales fueron armados a fines de los años 90 para evitar la interrupción de los juicios que provocaban las vigencias de las leyes de punto final y de obediencia debida. En varios tribunales, especialmente en Bahía Blanca, Mar del Plata y La Plata, se avanzó con un sistema de causas que en principio no debían tener características punitivas, pero con la anulación de las leyes del perdón se transformaron en la base de las nuevas acusaciones contra militares y miembros de las fuerzas de seguridad.
Corres fue invitado por el tribunal de Bahía Blanca a prestar declaración en diciembre de 1999 en calidad de testigo. Aceptó entonces que habría integrado el cuerpo de guardias del centro de detención conocido como La Escuelita, pero negó su conocimiento sobre el destino de los prisioneros que pasaron por ese lugar.
Con los años, los testimonios obtenidos en ese expediente formaron parte de la acusación en su contra y permitieron avanzar en la causa hasta colocarla cercana a su elevación a juicio oral, según se asegura en Bahía Blanca.
[Fuente: La Nación, Bs As, Arg, 19ago08]
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