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30sep11
"Los guerrilleros normalmente eran feos", dijo el ex militar Jorge Mansueto Swendsen
Un teniente coronel que se desempeñó como jefe del Batallón de Comunicaciones del Comando 181 de Bahía Blanca y que se encuentra detenido en el marco de las investigaciones por delitos de lesa humanidad, declaró hoy en el marco del juicio oral y público que se lleva a cabo en Bahía Blanca.
Se trata del teniente coronel retirado Jorger Enrique Mansueto Swendsen, de 80 años, quien solicitó hoy en el marco de la audiencia prestar testimonio ante el Tribunal en lo Criminal Federal
Ante el Tribunal, Swendsen dijo que "yo fui jefe exclusivametne del Batallón de Comunicaciones y no tuve ninguna atribución fuera de ese batallón y está demostrada a lo largo de la causa en el primer informe de CONADEP Bahía Blanca".
"Yo fui jefe desde el 9 de diciembre de 1976 hasta octubre de 1978 y estábamos abocados a temas muy complejos que son difíciles de explicar, como el relevamiento de toda la Patagonia desde el punto de vista de telecomunicaciones", agregó.
Además el ex militar dijo que "no detuve a nadie, no tenía facultades y no ordené ningún tipo de tortura". "No estoy abogando por mi libertad, ya no me interesa. Me interesa mi familia y mis queridos amigos", agregó.
Durante el testimonio Swendsen expresó que "tres testigos que vinieron acá me nombraron en forma planeada, coordinada y atemporal, en una operación de prensa para cubrir alguno y relevar a otros".
"Dicen que maltrataba a soldados, que tenía poder sobre la vida y yo no metía miedo. Excepto a mis alumnos de historia en la Escuela Superior de Guerra, pero nunca metí miedo a nadie en Bahía Blanca", expresó durante la declaración.
Al ser consultado por el Tribunal sobre su conocimiento del centro clandestino de detención "La Escuelita" que funcionaba en el mismo predio el imputado dijo que "intenté entrar a la escuelita pero me lo prohibían" los guardias que se encontraban en el acceso.
"No tenía acceso ni a lugares como La Escuelita porque estaban prohibidos, reconozco que intenté entrar por curiosidad para ver lo que pasaba", comentó. El imputado dijo que "tenía curiosidad porque había una guardia previa y otra en la entrada sobre el camino La Carrindanga".
"Me acerqué a la tranquera, pasé la guardia de día y me detuvo una persona armada, evidentemente me conocía y me invitó a retirarme porque tenía prohibído el acceso", relató.
Sobre el centro clandestino de detención agregó "ahora tengo noción cabal de lo que ha ocurrido. A Hipólito Solari Yrigoyen le creí, pero en la misma población no se hacía mención que se torturaba gente", expresó.
En ese contexto afirmó: "Era vox populí, se comentaba que la gente enflaquecía, se enflaquecía en la escuelita porque la comida no era abundante".
"En la población hubo muchos detenidos de la Escuelita y al ser liberados lo comentaban pero ninguno de ellos me dijo que fueron torturados pero sí sometidos a un trato inhumano porque comían poco, que era propio de los cuarteles", agregó.
Al ser consultado por el fiscal Abel Córdoba sobre la hipótesis de conflicto que asumió como jefe del batallón, Swendsen señaló que "era con un país vecino en 1977 y en el plano interno era la lucha contra la subersión o algo parecido".
"Entre las medias que se tomaron en seguridad del Batallón me interesaba instruir a la tropa de oficiales, suboficiales y soldados para defender el cuartel e incluso el traslado de garitas móviles de acero", agregó. Durante el testimonio el militar expresó también que "no había interrogatorios por parte del Batallón y si los hubo fue por interrogadores que venían de Buenos Aires".
"El interrogador es una especialidad muy rara, creo que uno sólo de apellido Cruciani estaba en la Escuelita", agregó en referencia a Santiago "El Tío" Cruciani, represor quien estuvo detenido por causas de Lesa Humanidad y que falleció por una larga enfermedad.
"La gente del Batallón no participó en nada, ningún soldado, oficial ni suboficial participó de acto alguno y antes no lo sé", agregó.
En el marco del relato el teniente coronel dijo que existían patrullas que eran ordenadas para recorrer distintas calles de la ciudad de Bahía Blanca y que figuraba un libro de personas buscadas.
"Eran personas sospechadsa de cometer algún delito porque el libro estaba en el Comando en V Cuerpo y estaba facilitado para el uso del Batallón", comentó. En ese contexto afirmó que el citado libro "era confeccionado por el Comando que tenía medios de inteligencia y contactos con autoridades policiales y de la marina pero no formaba parte del Batallón".
"El Batallón cumplía la órden de efectuar patrullajes, en realidad recorrer las calles sin bajarse y si había novedades sobre detenciones se lo ponía inmediatamente al Comando", expresó.
Preguntado sobre como reconocia a un "colimba terrorista", Swendsen respondió que "los guerrilleros normalmente eran feos".
[Fuente: La Brújula24, Telám y LB24, Bahía Blanca, 30sep11]
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