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DERECHOS

27mar12


Sinopsis de la audiencia de 27mar12 en el juicio "Ejército" en Bahía Blanca


Comando V Cpo de Ejército
Audiencia del martes 27 de marzo de 2012

La audiencia contó con la presencia de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca Jorge Ferro (Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata); José Mario Triputti (Tribunal Oral Federal de La Pampa), Martín Bava (juez federal de Azul) y el juez sustituto Oscar Hergott (Tribunal Oral Federal Nº5 de Capital Federal).

Además, participaron el fiscal Abel Córdoba; el abogado Walter Larrea en representación de la querella de familiares y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y la abogada Mónica Fernández Avello por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Nación. Por la defensa pública los doctores Alejandro Castelli, Leonardo Brond y Gustavo Rodríguez y los particulares Luis De Mira, Eduardo San Emeterio y Mauricio Gutiérrez.

El imputado Jorge Aníbal Masson no participó de la audiencia por encontrarse en el Hospital Militar Central por cuestiones familiares.

Se toman declaraciones testimoniales desde Chile con la colaboración del Cónsul General Ministro Raúl Martínez de la Unidad de Cooperación Operacional de la Fiscalía de Santiago de Chile.

Abogado defensor particular Eduardo San Emeterio: Voy a tener que introducir una cuestión incidental que es la recusación del presidente del tribunal. Está fundada en el hecho de que el 24 de marzo en el palacio legislativo con la presencia de ambas Cámaras, acto encabezado por el vicepresidente Amado Boudou y Julián Domínguez, aprobó un documento en el que se reconoció el compromiso con la investigación, juzgamiento y sanción de los crímenes por violaciones a los derechos humanos...

Juez José Mario Triputti: Yo qué tengo que ver, no estuve presente, no fui notificado y me enteré por los diarios como usted. Ojo con lo que va a decir. No estuve presente en Buenos Aires, no tenía la menor idea. Me gustaría por la relación profesional que nos une que esté mejor informado antes de seguir con la recusación.

Abogado defensor particular Eduardo San Emeterio: No voy a aceptar ninguna amenaza.

Juez José Mario Triputti: Va a tener que recusar al Congreso de la Nación. Me enteré por los diarios por una persona que me llamó. No estuve presente. Le digo para que todo lo que vaya a decir lo fundamente con más cuidado.

Abogado defensor particular Eduardo San Emeterio: La información que tengo fue publicada en un diario de la Capital Federal.

Juez José Mario Triputti: Usted está introduciendo un acto completamente nulo del cual soy totalmente ajeno. Muéstreme el documento donde fui notificado. Voy a seguir con la audiencia porque está completamente descalificado lo que está diciendo.

Abogado defensor particular Eduardo San Emeterio: Ante la respuesta dada por usted, la cual me satisface, voy a desistir del planteamiento porque entiendo que su no concurrencia no ha convalidado el acto, no ha sido para faltar el respeto a su investidura pero sus palabras me han ofendido.

Juez José Mario Triputti: Le pido disculpas si lo he ofendido, su desistimiento me conmueve y habla de su estima de caballero.

TESTIMONIOS

MARÍA EUGENIA FLORES RIQUELME

63 años, ingeniera química, residente en Chile.

Fiscal Abel Córdoba: Ha sido ofrecida como testigo en esta causa en relación a hechos ocurridos entre 1976 y 1977. ¿En qué año llegó a la Argentina?

Testigo: En septiembre de 1974.

Fiscal Abel Córdoba: ¿En el 76 dónde vivía?

Testigo: En la calle Rondeau.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Con quién vivía?

Testigo: Vivía con mi pareja Juan Carlos Monje, mi hija Viviana Monje Flores y mis suegros.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Cuál era su ocupación?

Testigo: Cuidaba dos niños de Nélida Scagnetti y Carlos Roberto Rivera en la casa de ellos.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Supo del secuestro de Carlos Rivera?

Testigo: Sí, salí durante la noche y al ir a trabajar a la mañana me enteré.

Cuando llego esa mañana a trabajar, estaba Nelly con los niños y me informa que durante la noche habían ido a buscar a Carlos, que lo habían sacado violentamente de la casa y que los días siguientes ella lo buscó infructuosamente contactando amistades y hasta el momento en que me detienen no tiene ninguna noticia. Yo sigo cuidando los niños en la casa de sus padres.

Fiscal Abel Córdoba: ¿La fecha de este hecho?

Testigo: Lo podría ubicar como un mes antes del secuestro mío, eso fue los primeros días de octubre de 1976.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Podría relatar su secuestro?

Testigo: El día que me secuestraron, que es el 3 de noviembre de 1976, yo asistía a la casa de los padres de Nelly a cuidar a los niños, yo llevaba a mi hija y ese día de lluvia la dejé con su papá y partí sola. Llegué a la casa temprano, serían las 8 de la mañana y no sé si sería una hora después golpearon a la puerta de la casa de los padres de Nelly Scagnetti y le preguntaron por Kone, que es un diminutivo que aquí en Chile se usa mucho para los Eugenios y Eugenias.

Se identificaron como que venían del Departamento de Migraciones porque yo tenía algún problema con Migraciones. A la señora le pareció raro que preguntaran por Kone y no por mi nombre.

Los dejó en la puerta, me dijo que había dos hombres que buscaban a Kone. Yo no tenía ningún problema con Migraciones. Me asomé a la puerta y me repitieron más o menos lo mismo y yo con mucho temor decidí acompañarlo porque ellos le afirmaron a la madre de Nelly que era un trámite corto y que me devolverían a la casa ellos mismos.

Me metieron al auto, eran dos hombre de civil, me tiraron al suelo y me cubrieron con una manta, me llevaron directamente al lugar que identifico hoy como La Escuelita.

Cuando llegué me trataron mal, me preguntaron mi nombre, me dijeron palabras groseras, golpes, empujones, me desnudaron completamente. Quede sola y desnuda completamente bajo la lluvia, después me llevaron a la sesión de interrogatorio.

Ya me habían vendado, me estaquearon en el fondo de pies y manos abiertas a una cama, comenzaron los interrogatorios y esto fue con golpes, obviamente con mucha grosería, y me aplicaron corriente eléctrica en general en todo el cuerpo, particularmente en las sienes, lo cual prácticamente me llevaba a un estado de inconsciencia. Ya era noche cuando me sacaron de esa habitación, allí también torturaban cerca mío a Juan Carlos Monje que es el padre de mis hijos.

Me preguntaban cosas y luego iban con él y volvían como para que me contradijera. Procedían nuevamente a torturarnos a raíz de eso. A él lo escuché cuando gritaba y entiendo que él me escuchaba cuando me torturaban a mí.

Fueron muchas hora y posteriormente me pasaron a una pieza donde había un camarote. A mí me ubicaron en la parte baja de la cucheta donde no había siquiera un colchón, con las manos amarradas y los ojos vendados.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Su marido cuándo fue secuestrado?

Testigo: Yo no sabría decirle ahora pero evidentemente fuimos secuestrados en forma simultánea, él fue secuestrado en la casa de Rondeau a la mañana, él estaba desempleado y vendía unas rifas en cuota en bicicleta, como llovía ese día decidió no salir y quedó con mi hija. A él lo secuestraron también en la mañana.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Habían sido perseguidos?

Testigo: No. Mucho antes de eso, en el año 75 nos había ido a detener alguien de la policía pero andaban buscando a un chileno que no tenía nada que ver con esto.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Los interrogadores tenían alguna denominación?

Testigo: Sí, en ese interrogatorio donde me torturaron había un grupo de personas. A los que pude identificar es a una persona apodada el Tío y a otra apodada el Laucha. Esos eran los sobrenombres y jugaban el bueno y el malo.

En el lugar había otras personas pero no las pude identificar. Dentro de La Escuelita había una guardia que hasta donde me pude dar cuenta eran de gendarmería. En ese tiempo había otro oficial, tengo entendido que era un tal Manuel. Posteriormente en la cárcel conversando me pude dar cuenta que era quien dirigía estas sesiones de interrogatorios.

Estaban los guardias que nos cuidaban en estas habitaciones donde había varias personas más detenidas, había gente en el suelo vendadas y esposadas a las patas de los camarotes y estos guardias estaban para cuidar a los presos y para golpear en realidad, que era el pan de cada día, con algo sólido repartían golpes a diestra y siniestra y siempre había algunos que se mostraban más afables pero no sé si era un rol que jugaban o era parte de su idiosincrasia.

Entre los guardias están el Zorzal, que era una persona que decía tener una abuela chilena, estaba el Chamamé, el Gabi -que era una persona ya con sus años en ese entonces porque una vez que me llevó al baño a ducharme y se quedó mirándome, cómo me había sacado la venda le vi la cara. Estaba el Abuelo que me golpeó y maltrató bastante. Cuando salímos al baño me agarraba la parte trasera, yo reaccioné frente a él, se lo dije y me dijo 'bueno si no querés que te toque te pego'. De manera que estaba expuesta permanentemente a los golpes cuando iba al baño. Si intuía o escuchaba que estaba él no me atrevía de pedir ir al baño.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Pudo comunicarse con el resto de las personas?

Testigo: No, uno podía de manera oculta pero a mí me sucedió un hecho bastante fuerte cuando los primeros días que yo llegué, alguien dijo 'ey la chilena, yo soy chileno'. Y yo como no tenía idea de cómo era el sistema le contesté en forma moderada, intercambiamos algo más pero no pasaron ni dos minutos y nos tomaron a los dos, nos sacaron como al patio o algo así y nos hicieron un simulacro de fusilamiento. Después de esa experiencia evité al máximo hablar con otras personas pero igualmente me comuniqué con el joven que estaba arriba en la cucheta. Y después escuchaba a otros presos que decían cosas entre ellos porque hacía más tiempo que estaban ahí o tenían menos miedo que yo.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Había algo permitido en ese lugar?

Testigo: No. No había nada permitido en ese lugar. Todo era prohibido. Estaba acostada en una cucheta, vendada con las manos atadas. El tiempo que estuve, que fueron 52 días, me habré bañado tres veces y era porque ellos no aguantaban más el olor que había en el lugar. Estuve 52 días con la misma ropa, tuve un período de menstruación en el cual estuve que estar tal cual. No podíamos movernos porque si la gente cambiaba de posición en la cama podían golpearlo.

El joven que estaba arriba en la cucheta llevaba como cinco meses cuando yo llegué a ese lugar y se atrevía hasta si podía levantarse un poco la venda. Él dijo llamarse Tito, su nombre era Fernando, me parece que era Fernando Jara. Él me dio todos sus datos pero yo salí expulsada de la Argentina y no pude contactar a nadie.

Este joven, una tarde lo sacaron y cuando regresó me dijo 'gorda me sacaron a bañarme, me cortaron las uñas y me cambiaron la ropa, creo que me van a matar'. Lo sacaron en la noche, no volvió, al día siguiente el guardia puso la radio alta y daban una noticia donde habían matado a una persona, me parece que dijeron un tal Tito. A él lo fusilaron en el fondo en un intento de fuga en el barrio Palihue, me comentó que lo acusaban de haber participado en un operativo, tengo en el recuerdo que se cumplía un año de este hecho y me parece que lo llevaron a ese lugar para matarlo porque eso lo dijo la radio.

Él me dijo todo eso y cuando se fue yo estaba ahí. Fue tarde en la noche pero lo sacaron, la cucheta se movía. En general yo a la noche no dormía producto del mismo estrés, muchas veces traían detenidos, sentía los gritos de las personas que torturaban...

Fiscal Abel Córdoba: ¿Lo sacan despierto a él?

Testigo: A él sí lo sacan despierto. A otras personas... a él lo sacan despierto. No escuché que lo hayan drogado o algo antes.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda si dijo algo en el momento?

Testigo: No recuerdo.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda algún otro compañero de cautiverio?

Testigo: Sí, está el caso del mismo Carlos Rivera. Yo lo escuché una noche que no sabría decir con certeza pero me da la impresión que era el 6 de diciembre, reconocí su voz, preguntó 'dónde me llevan' y le contestaron 'a la cárcel'. Al día siguiente, nuevamente el guardia puso la radio y dieron a conocer el intento de fuga de dos personas que habrían sido sorprendidas y lo mencionaron a uno como alias Cacho y el otro un NN. Esto fue la noticia al día siguiente que escuché a Carlos que preguntó 'a dónde me llevan'.

Cuando llegué a la cárcel lo primero que quise averiguar es... me enteré de que Carlos no estaba en la cárcel, que estaba desaparecido, de manera que asumí en ese momento que el NN del cual habían dado cuenta en esa noticia era Carlos rivera. Hasta el día de hoy tengo ese convencimiento.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Se lo pudo avisar a la familia?

Testigo: No, porque en ese momento la que me iba a ver era mi suegra, estaba un poco agobiada y la verdad que para mí era difícil. Yo nunca tuve la oportunidad de hacerlo porque a mí me expulsaron rumbo a Bélgica desde Ezeiza y no vi a estas personas hasta años después que volví a Bahía y estuve con Nelly, cerca del 2000 y pude plantearle lo que sabía a Nelly.

Fiscal Abel Córdoba: Recién cuando le pregunté si a Jara lo habían sacado despierto...

Testigo: Lo que pasa que en una oportunidad, había una chica embarazada a la cual la dejaban dar vueltas, caminar un poco en el lugar, no conozco su nombre pero voy a nombrarla por un hecho en particular que se dio con un guardia. Estaba María Eugenia que había perdido un bebé, que estaba con una hemorragia, fue detenida después de nosotros y torturada, y estaba con su esposo Néstor. Él trabajaba en la petroquímica y conocía a mi esposo. Una vez nos cruzamos en la calle. Esa vez me enteré que estaban ahí presos, ella mencionó que había tenido la pérdida de un bebé, que estaba con una hemorragia y estaba con su esposo.

Estaba la Flaca, una bioquímica que trabajaba en la UNS, Dora Rita Mercero cuyo esposo lo habían muerto en un asalto a la casa. Ella llevaba mucho tiempo ahí y a ella un día porque podría ser en el mes de diciembre, podría ser posterior a lo de Rivera, a ella la sacan del lugar y la devuelven, alguien le pregunta 'qué te hicieron Flaca' y ella dice 'me pichicatearon'.

A esta persona un rato después la sacaron del lugar y sacaron a las otras personas también, el guardia me da la impresión que podría ser Chamamé, y comentó que la embarazada -él era uno de los que la dejaba caminar- a María Eugenia, a su esposo Néstor y a la Flaca los habían tirado al mar.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Qué fecha aproximada supone usted que ocurrió?

Testigo: En diciembre pero tengo la impresión que podría ser a mediados.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Había algún secuestrado que haya sido colimba?

Testigo: Sí, no conozco el nombre pero había un joven que le decían 'el Colimba' y lo habían llevado a ese lugar.

Fiscal Abel Córdoba: Pese a estar con la visión bloqueada ¿podría describir al tribunal las características del lugar?

Testigo: El lugar era viejo, parecía una casa vieja. Había dos habitaciones y había otra parte como afuera de estas habitaciones que no sé si eran cerradas o era un porche y ahí también había presos. A mí cuando me sacaron para este intento de fusilamiento me sacaron como a un patio, cuando recién llegué tengo la impresión que donde me dejaron estaba cerca de una especie de galpón, no estaba muy lejos de donde me llevaron para torturarme.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Escuchaba algún sonido?

Testigo: No, nunca me ubiqué, no conocía tanto la ciudad, nunca había andado por lo menos por esos lugares. Pero durante todo ese tiempo a mí me dominaba el miedo y no estaba muy atenta.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Hubo agresiones sexuales a las o los detenidos?

Testigo: Yo no lo ví a eso pero me insinuaron cosas mientras me torturaron, por lo menos me insinuaron cosas de esa naturaleza.

Estuve hasta el día 24 de diciembre de 1976, esa noche me trasladaron a Villa Floresta. Nos comunican en la noche que nos van a trasladar a la cárcel, me dicen que va Juan Carlos, pregunto si estaba ahí, nos tocamos, fuimos en el mismo vehículo. Fue como de golpe y porrazo, nos sacaron de la cucheta y nos subieron al coche.

Fue en dos vehículos, nos sacaron en medio de la noche, nos subieron a un camión o algo donde tuve que saltar y ahí me golpearon. Habré sido a las once de la noche que me pasaron al pabellón de mujeres, había uno de varones, y ahí me recibió una celadora de nombre Mari que me pasó con una presa común que me pasó el uniforme y posteriormente me llevaron a bañarme, y a las celdas. Las presas todavía estaban levantadas en el comedor, no las vi en ese momento porque como era noche buena estaban hasta más tarde. Al otro día cuando me despertaron no podía caminar, prácticamente me arrastraba por las paredes. En La Escuelita casi no comí, estaba débil y delgada, se me caían los pantalones, estaba tan débil que no podía ni firmar. Se me acercó otra chica que me dijo que era la única política, que el resto eran comunes, que había estado en La Escuelita y ahí sé que esos días trasladaron mucha gente a la cárcel. Ella era Patricia Chabat. Me inspiró confianza pese a que no la conocía pero una está tan sola y atemorizada y ella me manifestó su solidaridad inmediatamente, me ayudó a caminar y a bañarme...

Fiscal Abel Córdoba: ¿Cuando la sacan del centro clandestino de detención tenía los ojos vendados?

Testigo: Sí y las manos amarradas siempre. Cuando subí al camión también.

Fiscal Abel Córdoba: ¿A la cárcel llegó vendada?

Testigo: Sí, entré vendada, la venda me la sacaron casi antes de entrar al pabellón de mujeres. Ingresé a la cárcel vendada.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Podría describir en qué condiciones físicas llegó?

Testigo: Había perdido estimo unos diez kilos en esos 52 días, estaba muy debilitaba, estaba entre comillas feliz porque para mí llegar a la cárcel fue sentir que no iba a morir. Estoy viva, esa fue mi expresión. Obviamente era un sentimiento pasajero pero siempre temí que me iban a matar.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Fue atendida por algún médico?

Testigo: No.

Fiscal Abel Córdoba: Cuando la celadora está ante usted y usted estaba en esas condiciones ¿le preguntó de dónde venía?

Testigo: No, ellas sabían bien ahí. Tenían muy buenas migas con el oficial Nuñez.

Fiscal Abel Córdoba: ¿En algún tiempo de este cautiverio se le formuló alguna acusación?

Testigo: Quisieron vincularme con el movimiento Montoneros. No directamente pero las preguntas eran por personas ligadas a este movimiento. Al principio cuando llegué me quisieron involucrar. Yo en Chile estuve detenida en 1973, era del partido Mapu que participaba en la Unidad Popular, era un partido legal, pero no tenía ninguna connotación especial pero era una de las cosas que me preguntaban desde el principio. Tampoco insistieron tanto porque la verdad que no había ningún vínculo.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Era un dato que tenían?

Testigo: Sí, ellos lo tenían.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Alguna notificación que se le haya abierto una causa?

Testigo: Nunca. Siempre permanecí a disposición del PEN.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Cómo es su salida del país?

Testigo: Es en septiembre del 77, el oficial Nuñez me cita a la oficina donde se hacían las audiencias, en compañía del director del penal, estaba la celadora de turno y me comunican que he sido expulsada del país como extranjera y que me van a devolver. De partida me atemoricé que me devolvieran y después pude constatar que mis temores no eran infundados y les dije que no me iba a ir sin mi hija. Me dijeron que me tenía que ir y les dije que no me iba sin mi hija. A raíz de esta situación es que personas que no conozco solicitaron que me acogiera como refugiada Naciones Unidas. Ese fue el estatus que adquirí y salí de Argentina mucho tiempo después porque Naciones Unidas paró esta expulsión a Chile y ese tiempo que pasé en la cárcel sirvió para hacer los trámites y que mi hija se fuera conmigo porque no tenía ni cédula de identidad porque se la quedaron los que me secuestraron.

Mi padre viajó en diciembre del 77, posteriormente de que me trasladaran a Floresta, cuando me comunican que estoy expulsada me trasladan a Devoto en octubre y permanezco hasta el 30 de mayo de 1978 que salgo hacia Bélgica.

Todo esto con la cabeza tapada, nunca pude ver a nadie ni nada hasta que llegué en un vehículo acostada atrás al aeropuerto. En la cárcel me pasaron a la Policía Federal.

Fiscal Abel Córdoba: ¿En el tiempo que estuvo en Villa Floresta vio llegar más detenidas?

Testigo: Sí, posteriormente llegaron varias, casi todas o la mayoría venían de ahí. No recuerdo el caso de Raquel Israel ahora que se me viene a la cabeza ese nombre, de ella me quedarían dudas si venía realmente de La Escuelita, pero estaba el caso -aparte de Patricia Chabat que había llegado de La Escuelita el día anterior- estaba Ana María Damiani que también venía de ahí, estaba Esperanza Martínez, son los que se me vienen, ah y Ana María Germani también, con ella permanecí hasta el final de mi tiempo en Devoto.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Supo qué pasó con la mujer embarazada?

Testigo: Ella habría sido una de las cuatro personas que el guardia comentó que tiraron al mar.

Fiscal Abel Córdoba: Respecto al centro clandestino ¿en las condiciones que estaban había posibilidad de enfrentar a los guardias?

Testigo: Posibilidades no a menos que uno fuera un persona con un carácter avezado y no le importara lo que pudiera pasar. Yo enfrenté a este guardia con palabras para que no me manoseara y esto costó que me golpeara permanentemente.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Dijo 'que en la UP4 nos aplicaban una normativa dura...'?

Testigo: En Villa Floresta había un régimen de rejas comunes, había profesores que hacían manualidades y se supone que no podíamos ir pero igual íbamos. Pero hubo un período que nos negaron la posibilidad de ir, de juntarnos con las comunes, además nos levantaban temprano pero nos dejaban bajar después de las 10 de la mañana y nos teníamos que retirar temprano a las celdas. Tengo la impresión que no eran decisiones de las celadoras.

Me tocó ver a una celadora que se llamaba Rita que castigó a una de las compañeras, Alicia Partnoy, y la empezó a golpear con una toalla mojada en el segundo piso donde estaba el dormitorio de la celadora.

Abogada querellante Mónica Fernández Avello: Comentó que cuando recién ingresó estuvo en un interrogatorio casi todo un día. ¿Posteriormente, los cincuenta y pico de días que estuvo en La Escuelita tuvo algún otro interrogatorio?

Testigo: Una vez me sacaron para ver fotos, eran fotos personales. Podían haber sido tomadas en la calle, era de tipo foto carnet.

Abogada querellante Mónica Fernández Avello: Comentó que fue víctima de picana especialmente en las sienes, ¿le aplicaban en los genitales?

Testigo: Sí y en los pechos.

Abogada querellante Mónica Fernández Avello: Comentó que cuando su marido fue secuestrado estaba con la nena, ¿qué ocurrió con la nena?

Testigo: Se quedó con sus abuelos Monje. Gracias a dios porque después escuché el caso de Ana María Germani y de otras que también estaban con los niños y por suerte fue así.

Pero mi suegra no siempre tuvo a la niña porque cuando a nosotros nos secuestraron ellos nos buscaron infructuosamente, preguntaron en comisarías, en lugares donde podía decirles algo de nosotros y a raíz de toda esta incertidumbre ella sufrió un ataque al corazón. De manera que la bebé se la llevaron unos tíos, un hermano de Juan Carlos a San Cayetano y lamentablemente se encariñaron tanto que no la querían devolver.

Así es que yo no vi a mi hija, cuando yo llegué a la cárcel no vi a mi hija por mucho tiempo, tenía un año y dos meses cuando me detuvieron y ella no me conocía. Nos costó muchísimo con Juan Carlos que el jefe del penal viniera a la cárcel para solicitar que me devolvieran a mi hija. Recién Viviana regresó a Bahía Blanca con sus abuelos y yo pude verla en la cárcel por muy poquitas visitas porque luego me trasladaron a Devoto donde quede aislada porque al no tener un vínculo legal con Juan Carlos yo no podía comunicarme con su familia y la mía estaba en Chile.

Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Estando en el centro clandestino en alguna oportunidad fueron revisados por un médico?

Testigo: A mí no me tocó.

Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Conoció a una persona de nombre Daniel Hidalgo?

Testigo: Sí, creo que es un joven alto, muy alto que tenía por pareja a una chica que le decían Chela que se llamaba Delia, recuerdo que estaba embarazada y a ellos los mataron en un operativo en una casa o departamento antes que me secuestraran. Los conocí, estuvieron en casa, estuvieron cuando bauticé a mi hija, teníamos una relación de amistad.

Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Dijo que cuando la trasladan a la cárcel la suben a un camión, le golpean la cabeza y la desmayan?

Testigo: Sí, de hecho al caer me golpeé el hombro y me quedó una dolencia por años. Me operé el año pasado y no sé hasta dónde se trata de lo mismo.

Abogado querellante Walter Larrea: ¿Por el hecho de ser chilena era maltratada particularmente?

Testigo: En La Escuelita sí, lo de 'la chilena' era bastante despectivo, en términos peyorativos. En la cárcel no, debo decir que soy ingeniero químico y tengo un nivel de educación alto que mucha gente no tenía y creo que eso contribuyó a que las personas no fueran más allá con sus palabras.

Abogado querellante Walter Larrea: ¿Tuvo conocimiento qué pasó con Rivera?

Testigo: Yo sé pero me enteré muchos años después cuando fui cerca del 2000, que Carlos había sido encontrado en una tumba NN por lo menos diez años después de su desaparición. Pero yo tengo el convencimiento que el NN del cual hablaron en la radio era Carlos Rivera.

Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Podría explicar cómo se manejaba con las vendas?

Testigo: Si se desajustaban las ajustaban de nuevo, a uno particularmente le gustaba encargarse, el que se llamaba Gabi.

Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: Al margen de lo que relató ¿recuerda algún episodio en el cual haya podido ver algo por debajo de la venda?

Testigo: No.

Abogado defensor oficial Gustavo Rodríguez: Dijo que fue trasladada a La Escuelita y que eso no lo supo en ese momento, ¿cómo llega a esa afirmación?

Testigo: Porque eso ya se comentó en las visitas de la cárcel de Villa Floresta. Que era un lugar del V Cuerpo de Ejército, ahí me enteré, a través de Juan Carlos que había podido conversar con otros presos, yo no sabía mucho porque la única persona que había era Patricia Chabat.

Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿A su ingreso al penal fue registrada?

Testigo: No recuerdo, es probable que me tomaran datos esos días pero sabían mi nombre porque cuando venían visitas me llamaban por mi nombre.

* * *

DANIEL HÉCTOR ALLENDE

55 años, entrenador de básquet, residente en Santiago de Chile.

Responde al tribunal haber conocido a alguno de los imputados por hacer el servicio militar en el 76 en el Hospital Militar. "Recuerdo que estaba en el V Cuerpo el General o Teniente Coronel Páez, también Méndez que era Subteniente nuestro".

Fiscal Abel Córdoba: ¿En qué período realizó el servicio militar?

Testigo: Ingresé en febrero o marzo del 76 hasta marzo del 77.

Estuvimos en el V Cuerpo de Ejército, después me designaron en la compañía Operacional unos días y después al Hospital de Evacuación.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Dónde fue la instrucción?

Testigo: Ahí mismo en el campo que está detrás del Comando.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Allí estaba Méndez?

Testigo: Sí, era subteniente. Su tarea era instrucción y dar al grupo hasta que después se cortó la instrucción un día que quedamos solos con dos o tres suboficiales que fue cuando estuvo el cambio de gobierno y después cuando nos fueron asignando empezamos a tener más relación con los suboficiales y oficiales a cargo porque nos tocaba hacer guardias. Soy clase 55.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Qué era la Operacional?

Testigo: Era la compañía que... que supuestamente estaba formada para todo lo que sea problema de terrorismo de choque, inclusive se preparaba mucho para lo que es el combate, no era solo de instrucción sino física y mental porque había días que uno se levantaba a las tres de la mañana para ir a la puerta y volver a entrar como si fuera un ataque. Era para prepararnos psicológicamente creo.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Quiénes estaban a cargo?

Testigo: Estaba el sargento Ibarra bastante en contacto con nosotros y no recuerdo mucho de todos los demás pero sí estaba Méndez con otros subtenientes que no recuerdo en este momento. Creo que era tres y nos daban instrucción a nosotros, había un grupo de subtenientes que eran profesionales, a alguno de ellos los he visto posteriormente y después estaban los que eran de carrera entre los que estaba Méndez.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Quiénes intervenían en esta preparación?

Testigo: Durante el día estaba principalmente Ibarra y después iban rotando. Ya les digo que teníamos estos operativos que hacían que estuviéramos más preparados.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Eso incluía preparación para allanamientos?

Testigo: No, en la semana en que estuve hicimos tiro, recuerdo que me asignaron la mac para disparar y había un entrenamiento entre físico y psicológico porque estábamos permanentemente en tensión... estuve una semana o diez días y pasé al hospital.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Lo llevaron a algún operativo?

Testigo: No.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Veía que operaran en la ciudad?

Testigo: Desde el cambio de gobierno, yo cumplía funciones como estafeta y guardias médicas como soldado en el hospital y se podía ver que lo que sucedía cuando veíamos que había gente y estábamos enterados de lo que era La Escuelita dentro del mismo predio internado un poco más en el campo. Había un contacto por medicamentos y demás.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Eran profesionales del hospital?

Testigo: Sí, nosotros no teníamos acceso, había una prohibición muy marcada. Si uno quería podía llegar caminando pero había un control muy enérgico para que no podamos llegar.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda los nombres de quienes hacían contacto entre el hospital y La Escuelita?

Testigo: No, iba rotando... quiero hacer una aclaración que sentí mucho durante mucho tiempo que uno cuando está preparado psicológicamente para este tipo de enfrentamientos no sabe cuál es la realidad de lo que estaba pasando. Sabíamos que era muy peligroso salir a la calle porque inclusive hubo asesinatos de soldados pero no sabíamos quién era qué, pero sabíamos de La Escuelita porque había comentarios y principalmente algún profesional que tenía que podía llegar a pedir medicamentos y que no tenía otra alternativa porque si era alguien que se tenía que atender podía hacerlo en el hospital y si era de la casa el médico o el enfermero no le iba a llevar el medicamento a la casa. Por eso es que nosotros sabíamos que estaba pasando algo con el tema de La Escuelita.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Está llevada de medicamentos era el propio médico el que iba?

Testigo: No teníamos un horario determinado. Cuando teníamos guardia médica estábamos todo el día en el hospital o todo el día en los escritorios donde se recibe a la gente que entra y sale. Normalmente eso no era en el horario de atención del público, donde iban no a la farmacia sino a la enfermería a retirar medicamentos.

No eran conocidos porque yo era agente del hospital y conocía a los oficiales pero venía gente que realmente uno no la conocía y tenía acceso a hablar con el enfermero de turno por ejemplo.

Fiscal Abel Córdoba: Recién describió la Operacional durante la semana en que estuvo, manifestó luego que estaba La Escuelita y que había secuestrados, ¿el personal de la Operacional tenía que ver con los detenidos de La Escuelita?

Testigo: Yo perdí el contacto cuando fui al hospital, no sé. De eso la verdad que no puedo decir nada.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Más allá de la gente de la compañía supo de algún militar que participara en algún operativo?

Testigo: Recuerdo al mayor Méndez por una cuestión de que para él era muy entretenido, esto lo hemos discutido en su momento con él porque nos había tocado compartir guardias, él que era un militar de carrera le gustaba, permanentemente estaba buscando el choque, él nos comentaba que hacían un operativo y le gustaba ir al frente.

Recuerdo que era muy difícil moverse... En una oportunidad estoy llegando al hospital y me encuentro a un compañero que estaba de guardia en el baño. Le pregunto que hace ahí y me muestra gente muerta que supuestamente (...) los habían baleado y están ahí. A nosotros mismos nos daba miedo ir a la noche porque ante cualquier duda el soldado que estaba de guardia no preguntaba dos veces, tiraba.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Qué vio en ese baño?

Testigo: La verdad que lo que recuerdo es que había cadáveres en el suelo, que me explicó que había sido un auto que había estacionado frente al Comando que está frente al parque y también había un hotel donde iban parejas cerca y se ve que estas personas no escucharon el grito y dispararon.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda quiénes eran las autoridades del hospital militar?

Testigo: Cuando ingresé estaba el general Raúl Mariné, un médico capitán Garimaldi, estaba el Dr. Streich, creo que era capitán en ese momento, estaba el Dr. Adalberti, y también capitán. Los cargos mayores estaban en ellos que eran médicos.

El hospital militar tenía una guardia médica que estaba un médico de guardia, un enfermero de turno que normalmente era un suboficial y después había un enfermero y los soldados que tenían que acompañar o a la ambulancia o atender los teléfonos...

Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda quién era Páez?

Testigo: Creo que estaba a cargo del V Cuerpo o tenía algún cargo alto porque me parece que en algún momento lo tuvimos que ir a buscar en la ambulancia a su casa de calle Perú.

Fiscal Abel Córdoba: ¿Qué le objetaba a Méndez?

Testigo: Méndez tenía la costumbre de apuntarle a uno con la pistola o de agarrar una granada y hacer que le sacaba la traba, con eso más de una vez intimidó a un soldado. Recuerdo que en más de una oportunidad solicitábamos permiso, yo jugaba en Olimpo de Bahía Blanca y jugaba en la selección, y cuando íbamos a pedirle permiso nos sacaba con el arma. Para él era algo natural.

Abogado querellante Walter Larrea: ¿Los enlaces entre el hospital y La Escuelita iban de civil?

Testigo: Recuerdo que mayormente estaban de civil. Muchas veces los soldados también tenían que salir de civil por el temor a que hubiera algún incidente por ser militar.

Los soldados no teníamos acceso y trataban de evitar que nos pudiéramos mover o conversar y si venía alguien era el enfermero de turno.

(...)

En el baño había cuatro cadáveres. Yo alcancé a ver no recuerdo si eran dos o tres pero me comentan que eran cuatro los que estaban estacionados. Eran dos parejas.

Abogado querellante Walter Larrea: Comentó ante la pregunta del fiscal que a su entender eran parejas que se habían estacionado frente al parque o el hotel, ¿con qué elementos llega a la conclusión de que estas parejas habían sido abatidas así?

Testigo: Por los comentarios. Supongo que personas que se estacionaron ahí no conocían el lugar o estaban con música y los vidrios cerrados y no escucharon la señal, no entiendo que haya pasado de otra manera.

Abogado querellante Walter Larrea: ¿Descarta que haya sido de otra manera?

Testigo: No, solo digo lo que dijo el guardia.

Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Dónde estaba La Escuelita?

Testigo: Mire en el hospital, o sea está el Comando V Cuerpo de Ejército -si uno lo ve de frente- al costado está el hospital militar que es un ala de todo el edificio. Detrás, a unos 200 o 300 metros a la derecha de eso yendo un poco hacia adentro del campo, donde está el Tú y Yo, un poquito menos es donde hicimos la instrucción. Y detrás de eso pero bastante más adentro, ahí se suponía que estaba La Escuelita.

Abogada querellante Mónica Fernández Avello: En cuanto a los cadáveres ¿preguntó posteriormente qué habían hecho con ellos?

Testigo: No.

Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Conoció al subteniente Masson?

Testigo: Recuerdo el apellido...

Abogado defensor particular Eduardo San Emeterio: Me opongo a la pregunta. No se puede dar nombres como hace la querella.

Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Recuerda quiénes eran los subtenientes que luego vio?

Testigo: Recuerdo que uno tuvo un cargo importante, creo que fue intendente en Punta Alta, y el otro era el Dr. Fonti. Y después estaba Méndez que era un subteniente de carrera.

Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Tiene conocimiento que Paéz haya intervenido en la detención de alguna persona?

Testigo: No.

Abogado defensor particular Mauricio Gutiérrez: ¿Recuerda el mes de los cadáveres en el baño del hospital?

Testigo: No recuerdo el mes, sé que hacía bastante frío, tiene que haber sido junio, julio, un mes de mucho frío.

Abogado defensor particular Eduardo San Emeterio: ¿El período de instrucción que tuvo como soldado cuánto duró?

Testigo: Muy poco porque se interrumpió por el golpe militar al gobierno que ese día quedamos con dos o tres suboficiales y no había nadie más y cuando se retomó la calma, hubo una tormenta muy grande donde se volaron las carpas y decidieron terminar la instrucción y repartir los soldados en las distintas unidades.

Abogado defensor particular Eduardo San Emeterio: ¿La Operacional tenía alguna característica especial en su uniforme?

Testigo: No, porque todavía en ese momento estábamos con la ropa de fajina, estaba todo el día preparándose para lo que podía ser un combate.

Abogado defensor particular Eduardo San Emeterio: ¿Qué cantidad de efectivos tenía esa compañía?

Testigo: Serían entre unas treinta o cuarenta personas.

Abogado defensor particular Eduardo San Emeterio: ¿Recuerda algún soldado o compañero suyo que haya continuado en la Operacional?

Testigo: No.

(...)

Bahía Blanca, 27mar12
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