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06feb12
Sinopsis de la audiencia de 06feb12 en el juicio por crímenes contra la humanidad cometidos bajo control operacional del Comando V Cuerpo de Ejército con sede en Bahía Blanca
Comando V Cpo de Ejército.
Audiencia del lunes 6 de febrero de 2012.La audiencia contó con la presencia de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca Jorge Ferro (de la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata); José Mario Triputti (del Tribunal Oral Federal de La Pampa), Martín Bava (juez federal de Azul) y el juez sustituto Oscar Hergott (del Tribunal Oral Federal Nº5 de Capital Federal).
Además, participaron el fiscal Abel Córdoba; la abogada Mónica Fernández Avello por la querella de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Nación y los abogados querellantes por familiares y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Walter Larrea y Diego Czerniecky. Por la defensa pública los doctores Alejandro Castelli, Gustavo Rodríguez y Leonardo Brond y los particulares Luís De Mira, Mauricio Gutiérrez y Hernán Vidal.
TESTIMONIOS María Patricia Astelarra
Divorciada, vive en Buenos Aires.
- Fiscal Abel Córdoba: Usted fue citada por los casos de César Giordano y Zulma Izurieta. ¿Usted estuvo secuestrada?
- Sí estuve secuestrada en el campo de concentración La Perla de la ciudad de Córdoba. Estaba en campos del III Cuerpo de Ejército. Fui secuestrada con mi pareja el 1 de julio de 1976. Contaba con militancia política en la organización Montoneros.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Compartió cautiverio con personas de Bahía Blanca?
- Sí, en julio del 76 llevan secuestrados a una pareja que yo ya conocía porque habían llegado poco tiempo antes de Bahía Blanca y habían estado comiendo en mi casa. Le decíamos Juan y Ana. A él lo secuestran y lo llevan al Departamento de Información de la policía de Córdoba, la D2.
- A través de un recibo de alquiler que tenía en su bolsillo localizan un hotel pensión y la secuestran también a ella. De ahí los trasladan a los dos a La Perla. Esto en el mes de julio aproximadamente alrededor del 10 o el 15. Primero habían estado secuestrados en la D2.
- A Juan lo secuestran en la calle y a ella en la pensión en camisón y con botas de gomas.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Cómo eran las condiciones de cautiverio?
- Apenas nos secuestraban éramos sometidos a diversas torturas, picanas, palos, como sucedía en el país, enfrentamientos entre compañeros a ver si uno conocía a otro. A las mujeres nos vejaban, en mi caso que estaba embarazada de cinco meses sucedió lo mismo.
Después nos llevaban a la cuadra, un galpón que originalmente era para conscriptos. Era un rectángulo grande, adelante había una sala de tortura. Luego los secuestrados permanecíamos en la cuadra en colchonetas de paja, vendados y las condiciones dependían de la guardia que teníamos que era de Gendarmería.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Esta pareja estaba siendo perseguida?
- Sí en Bahía.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda algún detalle de ellos?
- Juan era estudiante. Medía más o menos 1,70, puede ser poquito menos o más, era de estructura media, era más bien flaco, de pelo castaño, medio oscuro, con bigotes grandes. Era una persona muy seria, de hablar pausado, etcétera.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Eran personas jóvenes?
- Eran personas jóvenes.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Escuchó hablar de Braco?
- Sí, en un momento circuló en La Perla que Juan podía ser Braco. Nosotros supusimos que podía ser un apellido porque existe, así que en nuestras listas quedaron como el matrimonio Braco.
En La Perla a Juan lo enfrenta el torturador Texas con otro compañero a ver si se conocían. A Juan y Ana los tuvieron separados. Con Ana nos espiábamos por abajo de la venda, nos hacíamos señas, logramos que un día nos lleven juntas al baño. Una vez allí nos encerramos, pudimos abrazarnos y contarnos lo que estaba pasando y le dije que no diga que nos conocíamos porque Juan ya había dicho eso.
En La Perla se usaba que en los operativos de secuestro se robaba todo y la ropa vieja que no les gustaba la tiraban en los baños. Así que Ana logró cambiarse en el baño.
Una noche, que debe haber sido un fin de semana, una de esas guardias que llamábamos más permisivas. Solía pasar que cuando no estaban los torturadores -digamos los miembros del OP3 que era la sección tercera de Operaciones Militares, los miembros del Ejército y civiles que hacían los secuestros-, algunas guardias de Gendarmería permitían a veces que nos quitáramos las vendas. Ese día al guardia se le ocurrió que cantemos todos. Uno a uno fuimos cantando. Juan cantó un tango, cantó Malena. Cantaba muy bien Juan. A la mañana siguiente cuando nos despiertan, nos hacían pararnos y juntar la colchoneta, yo me fui corriendo so pretexto de qué bien cantaba tango y lo fui a ver y me contó cómo lo habían secuestrado y que había estado en la policía de Córdoba.
En La Perla pueden haber estado como mucho diez días. En medio de un traslado masivo se los llevan. Lo que dijeron los torturadores, los miembros del OP3 era que los habían trasladado a Bahía, por supuesto no lo creímos.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿En qué fecha fue liberada usted?
- De La Perla fui sacada sobre fines de septiembre y principio de octubre, pasé a La Ribera, luego a la cárcel y en marzo del 77 libertad vigilada.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Supo luego que había pasado con ellos?
- Suponíamos que posiblemente habían muerto en estos supuestos enfrentamientos fraguados. Intenté verificar en diarios pero al no saber bien el apellido no me aparecía ningún Braco, en los años sucesivos seguí investigando, incluso consulté en el Equipo de Antropología Forense. Y en el 2005 yo trabajaba en la Secretaría de Ciencia y Tecnología y le pregunté a un compañero de trabajo cuando me enteré que había estado secuestrado en La Escuelita. Esto fue a Oscar Congo Bermúdez. Él pidió la información a Bahía y cuando se la mandan me dice que se llamaba Graciela Izurieta y Ricardo Garralda, ella estaba embarazada. Entonces yo le digo que no, que ella no estaba embarazada, salvo que no se le notara pero es raro que no lo hayamos comentado en casa cuando yo estaba embarazada.
Vuelve a pedir la información y vienen los nombres de Zulma Izurieta y César Giordano y me dice que efectivamente los habían masacrado en un operativo fraguado. Que él no era de Tres Arroyos sino de Pringles y que allí estaba enterrado. Y me dice que Zulma fue la que les dijo a los chicos de la ENET que se quedaran tranquilos porque Braco no los había involucrado con un atentado. Sí llamaba la atención que no coincidían las fechas. Por los compañeros que estaba preguntando era en julio y estaba segura, y figuraba diciembre.
- Abogado defensor particular Mauricio Gutiérrez: Usted dijo que sabía que Juan y Ana eran perseguidos, ¿cómo lo supo?
- Por lo que ya dije, nosotros éramos todos militantes políticos, ellos estuvieron comiendo en mi casa, estuvimos charlando de eso y sabíamos que se habían ido de Bahía porque eran perseguidos, todos pertenecíamos a la misma organización política.
- Abogado defensor oficial Leonardo Brond: ¿Durante su cautiverio estuvo vendada?
- Efectivamente, como todos.
- Abogado defensor oficial Leonardo Brond: ¿Y cómo pudo reconocerla?
- Alguna vez escribí un librito sobre La Perla y decía 'libertad en ese infierno se llamaba pasarse las horas moviendo la nariz para levantarse la venda'. Además estábamos bajo control de Gendarmería y a veces dejaban levantarse las vendas. Después con el paso del tiempo en La Perla con un mes de secuestro éramos llamados secuestrados viejos, estábamos cancheros y teníamos maneras de burlar este tipo de torturas.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Le consta que la persona Juan Braco haya sido César Giordano?
- Hace 35 años que venimos intentando reconstruir en el caso de La Perla, quiénes fueron las personas que vimos, en algunos casos sabemos, en otros fuimos armando con detalles. Yo creo que fehacientemente a los únicos que les consta es a los autores de estos crímenes, a las fuerzas armadas.
- Juez Jorge Ferro: ¿Manifestaron quién los perseguía?
- Las fuerzas de seguridad, es por eso que tuvieron que irse a Córdoba.
- Abogado defensor particular Mauricio Gutiérrez: ¿Por qué afirma que murieron en un falso enfrentamiento?
- Yo no afirmó, dije que supuse pero además sé en el caso de Zulma Izurieta y de César Giordano que acá se ha testimoniado que murieron así.
- Fiscal Abel Córdoba: Por lo que ha vivido o investigado ¿había alguna forma de pasar desde el estado en que usted y sus compañeros estuvieron de resistir a un fusilamiento de los agresores?
- No ninguna y en La Perla menos todavía por la estructura física que tenía.
- Juez Jorge Ferro: ¿Quiere decir algo más?
- Ojalá se siga profundizando y se haga justicia y que haya memoria y verdad, por los 30 mil desaparecidos y por mi hermano menor que fue secuestrado, ahí sí no sabemos nada. Nada. Esperamos que se haga justicia y que una vez por todas estos criminales cesen con una forma cruel de tortura que se prolonga por 35 años y no nos dicen qué hicieron con las víctimas y no dicen dónde están aquellos bebés que robaron y hoy son jóvenes.
Héctor Ángel Teodoro Kunzmann
Divorciado, licenciado en Ciencias Políticas y empleado judicial, vive en Paraná.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Usted fue secuestrado?
- El 9 de diciembre de 1976 en la ciudad de Córdoba, en la vía pública y estuve en el campo de concentración y exterminio de La Perla casi dos años. La Perla está ubicado aproximadamente a unos 15 kilómetros de Córdoba, camino a Carlos Paz, frente a una pequeña ciudad que se llama Malagueño.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Durante su cautiverio vio alguna persona de Bahía Blanca?
- Sí, al menos eso es lo que supe en ese lugar. No las conocía anteriormente. Eran una pareja de detenidos de la zona de Bahía, no sé si exactamente de la ciudad.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿En qué condiciones estaba de cautivo?
- Hubo varias etapas. En la primera, cuando conocí a estas personas en diciembre del 76, estaba todo el mundo tabicado, tirados en colchonetas en el piso.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda cuando percibió que estaban ellos?
- No podría precisar la fecha pero hay un hecho puntual que hace que los recuerde. Yo como dije fui secuestrado el 9 de diciembre, unos cuantos días después entran al lugar donde estábamos detenidos, el suboficial del Ejército que se hacía llamar HB, era su sobrenombre. Me lleva a un local que está afuera de donde estábamos detenidos que le llamaban la Margarita o la Máquina que era la sala de torturas donde se picaneaba a la gente. Me extrañó mucho eso. Me llevaron, no me dijeron para qué. Llegamos al lugar, a la izquierda había un camastro, yo ya había sido torturado ahí, había una persona acostada y atada en ese lugar. Me ordenaron que me levantara la venda y que observara, no me dijeron quién era la persona, no me preguntaron nada. Estuve cinco o diez minutos -pudo ser más, me pareció una eternidad- mientras lo torturaban.
- Sin decir nada me volvieron a la cuadra.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Era una persona joven?
- Sí, con el tiempo me enteré que a ese chico dentro de la cuadra y el personal de Inteligencia del Ejército lo llamaban Braco. También me enteré que tenía una compañera que era de la zona, que le decían la Vasca o Laura. No podría precisar cuándo me fui enterando de estas cosas pero también supe que el nombre legal de esta chica era Zulma.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Ambos estaban en La Perla?
- Ambos estaban en la cuadra, en La Perla.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Supo más de esos casos con el correr de los días?
- Tendría que explicar cómo fue cambiando en el tiempo la situación, sobre todo para los que después fuimos llamados presos viejos. Recuerdo que en enero de ese año fue el primer mes, según comentaban los secuestrados más viejos que yo, que fue la primera vez que hubo un cierto respiro en el lugar porque como es sabido en diciembre en el Ejército se producen los traslados, los ascensos y en enero las vacaciones. Entonces el personal de Inteligencia prácticamente no aportó por ahí. No hubo mucha actividad, estábamos prácticamente solos con la guardia interna y externa que ejercía la Gendarmería Nacional con asiento en Jesús María.
- Como nosotros le decíamos en la jerga interna, si venía un jefe más o menos piola había pequeñas libertades de poder moverse dentro de la cuadra. Había un mayor contacto con el resto de los compañeros detenidos desaparecidos y así nos fuimos enterando de cosas.
- A ellos seguramente los vi yendo al baño o repartiendo la comida. Un poquito después, pasando mediados de enero, los fueron a buscar. No lo vi pero me enteré que los sacaron del lugar y aparentemente los subieron a un auto y según se comentaba en el lugar los habrían trasladado en avión desde el aeropuerto de la aeronáutica a Bahía Blanca. Hasta ahí lo que yo sé de esa primera parte digamos.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Fue un traslado habitual o tuvo alguna particularidad?
- No, ninguna. Solía haber traslados... Lo que estábamos seguros, sobre todo comentaban los más viejos que no eran traslados de fusilamiento, que ahí aparecían camiones a buscar a la gente y había toda una ceremonia previa, estábamos mucho más tabicados, en silencio, había que pedir permiso para todo. Uno se daba cuenta que algo raro estaba pasando.
En este caso, según he escuchado, estaban en un auto que se usaba frecuentemente ahí y nada más.
- Fiscal Abel Córdoba: En algunos centros clandestinos se ha conocido reducción a servidumbre, ¿ocurría también en La Perla?
- Exactamente, yo mismo fui obligado a trabajar en una de las oficinas, a mí me encargaron sistematizar y escribir en copias la historia de los procedimientos que se hicieron en La Perla desde marzo. Me dieron papelitos varios, a quién se había buscado. Yo por lo menos estuve varios meses ordenando por fecha y hora los procedimientos. Había registro de secuestrados, todos los días se escribía una lista con los secuestrados presentes en el lugar. En una oportunidad vi mi nombre, decía el nombre, sobrenombre y la organización a la que pertenecía.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Pudo conocer algunos detalles de los casos de Giordano e Izurieta?
- Yo no recuerdo haber visto la lista de esos días en que estuvieron esos chicos, creo que todavía no tenía acceso, debo haber visto listas posteriores. El nombre que yo supongo es el real de ellos me lo vine a enterar mucho tiempo después.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿En esa lista vio alguna indicación acerca del destino que tendrían?
- No, simplemente el día que se producía el traslado, ya sea por el de los camiones, ahí escribían -yo no lo vi- se hacían tres copias, una quedaba ahí, la otra iba a Inteligencia y la tercera al cuerpo de Ejército. Al otro día ya no estaban los nombres.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Usted mencionó que tiempo después conoció la identidad de estas personas?
- Sí, el hecho de que me hayan llevado a la sala de torturas a ver a este chico me resultó muy fuerte y me interesé especialmente por él, además eran muy jovencitos o lo parecían, creo que todavía más que ella el chico. Y un tiempito después, no puedo precisar cómo porque eso sucedía con distintos casos, nos enteramos que supuestamente habían muerto en Bahía en un supuesto enfrentamiento. No sé quién llevó la noticia. Esa es la primera y después se produce cerca de un año más tarde, cuando aparece en el lugar como subjefe primero un oficial del Ejército, creo que era teniente primero, que se llamaba Carlos Villanueva que según él, había estado un tiempo en Bahía Blanca y cuando contó eso algunos le preguntamos si sabía algo de estos chicos. Yo tenía interés en eso y ahí confirmó él lo que nos habíamos enterado unos meses antes de que habían muerto en un enfrentamiento.
También comentó que había una hermana supuestamente, la hermana de la chica, de Zulma, había sido fusilada en Bahía Blanca, en ese mismo lugar, estando embarazada de ocho meses. Eso es lo que contó delante mío y de otros detenidos el oficial Villanueva.
Creo que era Carlos Villanueva.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Él admitía participación en el centro clandestino acá?
- Eso no lo recuerdo. Era una persona muy dada a, para decirlo vulgarmente, a mandarse la parte. Entonces siempre tenía relatos de ese tipo de participación pero no me consta, no recuerdo que haya dicho eso. Sé que estuvo destinado acé en Bahía Blanca en el Ejército. En una oportunidad contó una anécdota en ese mismo sentido sobrevalorando su participación, que iba caminando por la calle y vio un operativo donde se estaba escapando un subversivo, decía él, y ayudó...
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Usaba algún alias?
- Sí, se lo conocía como Principe o Principito y creo que le decían Gato o algo por el estilo. Y también usaba un apellido, a veces usaban apellidos parecidos, si mal no recuerdo se hacía llamar Villagra.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Cómo se refería a estas víctimas?
- Como todos, lo que normalmente decía era terroristas o subversivos o de la organización que fueran.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Dijo que a Zulma la pudo ver?
- Sí, no podría precisar o reproducir algún diálogo pero se daba en este mes que expliqué y después seguramente mucho más con el tiempo pero no viene al caso, que aprovechábamos siempre la posibilidad de hablar. Recuerdo haberla visto.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Le resultó verosímil que haya muerto en un enfrentamiento?
- No, por supuesto sabíamos que no era cierto, era un método que normalmente se usaba para asesinar a detenidos. Yo mismo fui testigo a mediados de 2008 de un caso de cuatro compañeros que retiraron una noche de La Perla y al otro día aparecieron muertos en un enfrentamiento. Le llamaban ventilador.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Cómo es la percepción del tiempo estando en cautiverio?
- La sensación normal del tiempo que tenemos en ese lugar cambia rotundamente. Un día parece un mes y un mes parece un año. Yo he conocido personas que cuando pienso en ese tipo de relación me da la sensación de que los he conocido por años y hay un caso específico en que compartí con esa persona un mes y medio y pareciera que fueron cuatro años por las vivencias compartidas.
(...)
- Juez Jorge Ferro: ¿Quiere agregar algo más?
- No, nada más.
Carlos Alberto Massolo
Abogado.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Recuerda haber sido detenido por fuerzas militares o policiales en los 70?
- Fui detenido el 5 de mayo de 1976 por fuerzas militares dependientes del V Cuerpo de Ejército.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿En ese momento quedó a disposición de autoridades judiciales o del PEN?
- Fui detenido a disposición del PEN.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Fue acusado de algo?
- Podría decir que fui un detenido ignorado, me colocaron en un lugar del Comando, concretamente el gimnasio, estuve unos siete u ocho días allí con varias otras personas, después fui trasladado a la cárcel, nunca me preguntaron ni cómo me llamaba.
- En el gimnasio había unas veinte personas, el único hecho significativo fue que un oficial de apellido Tili creo, entraron con unos veinte o treinta soldados y empezaron un tiroteo, creo que con balas de fogueo porque no había agujeros y se llenó completamente de humo, no se podía ver absolutamente nada y como había una semi construcción al aire libre yo salí de ese lugar porque no se podía respirar.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿La pregunta era si estuvo vendado o encapuchado?
- No, absolutamente no.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Dónde fue trasladado?
- A la cárcel de Villa Floresta. El traslado se hizo en una especie de ómnibus o camión cerrado, fuimos todos los que estábamos al pabellón 4.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Estaba encapuchado?
- No.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Quién lo recibió en la UP4?
- Me recibió el que supongo que es alcaide o vicealcaide cuyo apellido no recuerdo. Hicieron muy poca formalidad. Nos asignaron de a dos en cada una de las dependencias estás que era el pabellón 4 que tenía la ventaja de que usualmente lo utilizaban para trabajadores y tenía un inodoro.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Se registró su ingreso?
- Creo que no.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Recibió atención médica al ingresar?
- Creo que no.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Compartió detención con detenidos políticos?
- Sí, estuve en un comienzo con un profesor universitario que ahora está en España, Luis Rodríguez y posteriormente con un gremialista, Luis Arroyuelo.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Puede describir el trato?
- Personalmente nunca tuve ningún tipo de molestia. Recuerdo una oportunidad que hubo una paliza generalizada que no me afectó a mí pero sí a varios otros detenidos que eran estudiantes o algo así. Le dieron una paliza con distintos elementos. En ese tiempo compartía la celda con este profesor y nos sugerimos ponernos las garibaldinas para no sentir los golpes, de todos modos no fue necesario.
En otra oportunidad con cierta tensión, hubo una requisa por parte del Ejército. Una requisa formal, general, donde nos tuvieron alrededor de dos horas acostados boca abajo en el piso del pasillo y según comentarios se debía a que había rumores que se estaba por hacer un túnel, cosa difícil porque estábamos en un primer piso.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Hubo violencia en esa requisa?
- No, no tuvo consecuencia ninguna.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Le consta que otros detenidos políticos hayan sido torturados?
- Personalmente no me consta, la gran tensión era con los traslados porque no se sabía qué destinos iban a tener. Sé que un detenido que era integrante del Concejo Deliberante, el señor Valemberg, estaba muy enfermo y creo que no recibió atención médica. Yo compartí celda con Solari Yrigoyen y con un compañero suyo que no recuerdo el nombre pero murió en la prisión.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: Usted hizo referencia a una requisa de personal de Ejército, ¿según su percepción personal penitenciario podía tener algún tipo de mando sobre esas requisas?
- Creo que había más que todo una actitud de genuflexión por parte del personal penitenciario durante la requisa. Posteriormente se generó una especie de solidaridad con los detenidos porque después de habernos requisado a todos nosotros nos llevaron a la escuelita, un lugar donde se dictaba clase, y los requisaron a ellos del mismo modo. Sin distinción de jerarquía ni nada. Comentado por ellos mismos a nosotros.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Cree que el personal penitenciario pudo haber detenido la requisa?
- Lo ignoro.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Hasta cuando estuvo?
- Hasta alrededor de mediados de octubre. Un día me dijeron que me fuera. Me llevaron hasta la Brigada de Investigaciones y me dijeron que me fuera. Estuve cinco meses y pico de detención.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Tuvo que volver?
- Concurrí al otro día al Comando y le manifesté que era un profesional, que tenía familia y me podía ganar la vida acá, en Australia, en Italia o en algún otro lugar también y no quería ser manoseado nuevamente porque lo único que había hecho era defender presos políticos, desde el punto de vista profesional y sin ánimo de lucro, desde hacía varios años -lo único que hice fue penal político- lo hacía con el doctor Lejarraga. Se había creado una especie de costumbre de que cuando recurrían a cualquier otro colega con un problema de ese tipo decían 'Massolo y Lejarraga son los que atienden eso'. Entonces se centralizaba. Cuando fui detenido el Colegio de Abogados, y me honro en decirlo, tuvo una actitud diría revolucionaria en el sentido de que impuso por obligación que por sorteo cuando alguno requería la presencia de un abogado tuvieran que atenderlo. De modo que abogados muy prestigiados pero sin ninguna afinidad con sus respectivos detenidos tuvieron que atenderlos y los atendieron muy bien por cuestiones de prestigio profesional.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Cómo era el gimnasio?
- Era un lugar que estaba dividido a lo largo un tercio con una serie de roperitos militares donde habían puesto camas. Ahí estábamos nosotros. Tenía acceso a un baño y a una especie de terraza alta, una construcción inconclusa donde salíamos nosotros. No había exceso de control, al contrario, creo que el personal que integraba la banda era el que cuidaba. Tampoco había posibilidad de evasión ni intención. El hecho de los disparos fue el más traumático.
- En ese período pedía continuamente poder ser interrogado o hablar con alguien. Un día me mandaron con el Tío, que se presentó como especialista en interrogatorios, terminó diciendo 'no sé francamente porqué está detenido'. Fue informal, no quedó constancia de nada.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿En el gimnasio compartió detención con personas encapuchadas?
- No.
- Fiscal Abel Córdoba: Usted mencionó cuando fue detenido en mayo del 76, ¿le exhibieron orden de detención?
- No ninguna. A mí el día anterior me habían secuestrado dos personas de civil que después me enteré que pertenecían al Ejército. Me secuestraron y me ataron a una cama. Ahí la intervención de un comerciante conocido hizo que la policía interviniera y salí libre. Por medio de un familiar recibí una amenaza diciendo que si no me presentaba podría ser afectado algún familiar. Tratando de que pareciera legal, ostensible más que legal, fui. Primero hablé con el presidente del Colegio, el doctor Furlong y fui.
Me presenté en la comisaría primera donde bastante tiempo el comisario y otro me dijeron que era riesgoso presentarse de este modo porque podía tener consecuencias graves. Posteriormente vino un oficial del Ejército con una camioneta y dos o tres soldados y me llevaron.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Cómo supo que las primeras personas eran del Ejército?
- Porque posteriormente a una de las personas la vi en el gimnasio. Tili fue el que participó del tiroteo.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Con quién estuvo en el gimnasio?
- Había varios gremialistas. Por ejemplo Cruz que me parece era de la construcción, Costen, Di Francesco, Sañudo. Estaba... había una veintena. Creo que estaba Valemberg también.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda si el camión del servicio penitenciario circuló por la unidad militar cuando lo llevaron a la cárcel?
- Sí, el que nos llevó es un integrante de la penitenciaria, un hombre muy imponente de voz, de apellido Rodríguez Nuñez. Hasta se imponía a los propios militares por el vozarrón.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Hasta dónde los fue a buscar?
- Hasta el mismo gimnasio.
- Fiscal Abel Córdoba: Le pregunto por la requisa en la U4, ¿los jefes pudieron desconocer que eso sucedía?
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: Hice una pregunta y ya fue respondida.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Usted mencionó que en la unidad tenían miedo a los traslados?
- Cuando salíamos al patio el comentario generalizado era que cuando trasladaban personas desaparecían. Comentario a mí no me consta de ningún modo. A mí no me afectaba tanto porque había dos integrantes del servicio penitenciario que habían trabajado con mi padre en el campo y me avisaban si mi nombre estaba entre los traslados entonces yo me quedaba tranquilo.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Cuánto personal trabajó en la requisa?
- Mucho personal. Veíamos que se acercaban varios camiones con personal militar. Entiendo que fue un número importante sin poder precisarlo.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Compartió detención con Benamo?
- No, cuando promediaba mi detención lo trajeron a Benamo que lo traían de un período de detención clandestina. Le permitieron hablar y me comentó eso, que había estado encapuchado y vendado todo el tiempo. Se lo veía bastante deteriorado la primera vez que lo vi, después fue mejorando. Imagino que serían las condiciones de detención.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Mencionó que cuando fue liberado lo llevaron a la Brigada de Investigaciones?
- Me llevó este señor Rodríguez Nuñez y me hizo un comentario 'cómo una persona como vos podrida de plata -cosa que no es cierto-, se metió en este lío'. Después dijo 'bueno, no debe ser tan grave porque te largaron'.
- Fiscal Abel Córdoba: Desde el punto de vista profesional, ¿cuál era la percepción, ejerciendo en esta jurisdicción, acerca del funcionamiento de los habeas corpus?
- Es sumamente difícil definirlo, primero porque la dictadura militar había conseguido generar un clima de terror generalizado. Tengo entendido que hubo 125 mil detenidos. Se pretendía generar la sensación de que nadie estaba a salvo. Si fuera cierto eso directamente, el justificativo del 99% de las detenciones era generar ese clima, estaban bien dosificadas. Algunas eran públicas, otras no, pienso que sería un método bastante usado, no sé si salió de la Escuela de las Américas, de Argelia, pero evidentemente era una metodología generalizada.
- El poder judicial en ese tiempo estaba imbuido del mismo grado de terror generalizado que se había creado. De modo que si podían sacarse de encima los habeas corpus se los sacaban. Yo los he revisado y tenían una o dos hojas y eran archivados.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Dijo que cuando lo liberaron fue al V Cuerpo?
- Fui con el objeto de decirles que si iba a ser molestado nuevamente me iba del país. En ningún momento quise hacer uso de la opción pero cuando salí, hablé con mi esposa y fuimos y le dijimos a un coronel y un capitán que si iba a ser molestado prefería irme y criar a mi familia más tranquilo. Me dieron la máxima seguridad de que lo mío era uno de los tantos errores que no se iba a repetir y me dieron una serie de teléfonos para que avise en todo caso.
Antes de ser detenido me fueron a buscar en un campo que tengo en Jacinto Arauz, un camión del Ejército y soldados, estaba mi madre, hicieron dos o tres preguntas y se fueron.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda el nombre del coronel?
- No recuerdo, incluso había un capitán que años después me fue a ver por una cuestión profesional.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Las características físicas?
- El capitán era un hombre de mediana estatura, de cuerpo medio, muy convencional, no usaba bigote y pelo oscuro lacio. Yo me presenté a la guardia, le dije que había sido liberado y que quería conversar sobre el tema. Me derivaron a estas personas.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda dónde quedaba la oficina?
- Me parece que planta baja, no muy lejos de la entrada, ingresando sobre mano izquierda, tres, cuatro oficinas.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Tiene registrado el nombre de este capitán?
- No.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Con la democracia trabajo en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos?
- Sí. Más que como abogado fui presidente durante un período de tiempo.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿En ese rol fue apoderado de la familia Izurieta?
- No recuerdo, creo que no.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Conoció algún detalle de los nacimientos en cautiverio?
- Creo que no.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Tomaba testimonios?
- Fue así, yo fui electo presidente de la APDH que funcionaba en la primera cuadra de Colón. En un momento dado cuando salieron unas resoluciones de Alfonsín sobre Punto Final y Obediencia Debida, no estuve de acuerdo. Entonces de Buenos Aires vino la señora que presidía la asamblea nacional y nos dijo de que oponerse a esa medida contribuía a desestabilizar el gobierno y que la filial de Bahía era eso, una filial, y que si se oponía podía ser intervenida, yo me opuse y renuncié.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Hasta ese momento usted tenía contacto con las personas que iban a testimoniar o a brindar sus vivencias a ese lugar?
- Sí, pero no era mucho. Hacíamos una actividad preventiva no solamente vinculada con hechos políticos sino con malos tratos en las comisarías, no era tan específico, yo particularmente no tomé noticia ni datos ni interrogué persona alguna vinculada a eso. Durante mi escasa permanencia como presidente.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda haber recibido declaraciones de personas secuestradas?
- Ante mí ninguna. Éramos unos cuantos y repartíamos las tareas. Mi tarea no era esa, era representar a la asamblea en actos públicos o hacer peticiones.
- Abogado querellante Walter Larrea: ¿Dijo que compartió detención con Solari Yrigoyen y un compañero de este?
- No, enfrente mío estaba la celda, habíamos aprendido algo del código carcelario y mientras mirábamos que no venga el guardia conversábamos.
- Abogado querellante Walter Larrea: ¿Le contó dónde había estado detenido previo al ingreso a la unidad penal 4?
- No, recuerdo que me contó las condiciones de su detención, donde él fue detenido y le inyectaron una inyección importante que aparentemente no le hizo ningún efecto. Ellos habían estado detenidos clandestinamente creo que en la zona de Viedma.
- Abogado querellante Walter Larrea: ¿El pabellón 4 era el de los presos políticos?
- Sí y de los trabajadores, la gente que tenía un oficio fijo.
- Abogado querellante Walter Larrea: Tuvo una conversación informal con el Tío, ¿esa conversación la mantuvo estando detenido en la unidad penal 4?
- En el gimnasio.
- Abogado querellante Walter Larrea: ¿Tenía alguna militancia política?
- Creo que no tengo que contestar eso pero no tenía. Tenía una militancia importante, era síndico de la Caja de Crédito Bahiense que después fue el Banco Coopesur. La militancia política no sería procedente contestarla porque es una cuestión privada mía.
- Abogado querellante Walter Larrea: Dijo que fue con su esposa al V Cuerpo y mantuvo una reunión, ¿su esposa ingresó?
- Ingresó y estuvo todo ese tiempo conmigo.
- Abogado querellante Walter Larrea: ¿Sabe si conoce el nombre de estas personas?
- Creo que no.
- Abogado querellante Walter Larrea: ¿Me puede decir el nombre de su esposa?
- Delia Abigail Peralta Ponce, es abogada jubilada.
- Abogado querellante Diego Czerniecky: Dijo que vio venir a Benamo en mal estado, ¿vio a algún otro detenido de la misma forma?
- Sí, había otra persona de apellido Miramonte que había sido torturado. Vino antes que Benamo pero conozco esto por las referencias que me dio él. Benamo el mismo día que llegó pidió hablar conmigo. Al decir deteriorado quiero decir que no lo encontré con marcas, con golpes, lo noté con un estado de decaimiento que después se recuperó.
- Abogado querellante Diego Czerniecky: Usted dijo que en el Comando no estaban vendados ni encapuchados, ¿es posible que en otro lado si lo hayan estado?
- Mire yo en Comando con todos los que estábamos ahí estuve legalizado. Había una veintena de camas, había gremialistas, había políticos, no estaba la gente de la universidad porque creo que había sido antes.
- Abogado querellante Diego Czerniecky: ¿Cuánto tiempo estuvo en el penal? ¿En ese lapso llegó otra gente detenida previamente por el Ejército de forma ilegal?
- Yo estuve cinco meses, creo que todos fuimos detenidos por el Ejército.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: Usted comentó que había hablado con el presidente del Colegio de Abogados, el doctor Furlong, que le aconsejó que se presentara en una comisaría.
- Yo le dije que tenía amenazas a nivel familiar y que pensaba presentarme, coincidió conmigo que le parecía correcto el método y comprometió la ayuda del colegio.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Qué hizo el Colegio de Abogados cuando usted estuvo detenido?
- Creo que hizo varias gestiones, no recuerdo ante quién y con qué resultados. Pero sé realmente se presentaron a la Federación Argentina de Colegios de Abogados y que a través de eso reclamaron mi liberación alegando fundamentalmente que la defensa de presos políticos, que es la única causa por la que podía haber sido detenido, constituía una de mis funciones como abogados. En base a eso se aprobó la medida más importante que es el hecho de sortear entre los colegiados quién debía hacerse cargo de esa defensa.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Cree que las defensas que se sorteaban habían sido exitosas?
- Las defensas abarcaban la totalidad de los colegiados y los colegiados que conozco que asumieron las defensas actuaron muy bien. Sin que conozca a quién en particular por el hecho de que mientras sucedía eso yo estaba detenido.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Según sus dichos la actitud adoptada por el Colegio de Abogados durante la última dictadura militar fue una actitud digna y casi revolucionaria?
- Sí, yo estoy orgulloso de haber pertenecido a un colegio que pudo disponer de esa medida que después fue imitado por otros.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Cuando fue presidente de APDH se enteró que había centros clandestinos de detención en Bahía?
- Cuando yo fui presidente de la APDH los casos ya eran menos frecuentes y en particular no se conocían casos de esos.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Cuándo fue presidente?
- Más o menos podría ser por el año 78, perdón 68. 66 fue el golpe militar y unos años después. En el ínterin actué en algunas ocasiones, en muy pocas, porque otra organización Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Puede confirmar la fecha del golpe de Estado?
- El golpe fue el 24 de marzo del 68, del 66. Perdón, del 74... del 76, 24 de marzo de 1976. Me rectifico, yo debo haber empezado a presidir la asamblea en el 78. En la APDH estuve aproximadamente un año, un poco menos.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Durante ese tiempo, 78, 79 no llegó a su conocimiento que hubiese centros clandestinos en Bahía Blanca?
- Conocimiento expreso no, había comentarios. No recibía yo las denuncias, había un equipo de trabajo.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Usted leía lo que hacían los otros?
- Supongo que sí.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Recuerda quién estaba con usted?
- Sí, Malisia y había dos o tres personas jóvenes de la universidad cuyos apellidos no recuerdo pero Malisia era el que dirigía toda la parte operativa.
- Abogada querellante Mónica Fernández Avello: ¿Y él nunca le comentó que se hacían denuncias sobre centros clandestinos?
- No recuerdo.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: ¿Recuerda los nombres del personal penitenciario a cargo del pabellón 4?
- Variaba, recuerdo que con frecuencia había uno de apellido Amarilla y otro era con nombre de origen alemán.
- Abogado defensor oficial Alejandro Castelli: Respecto a Benamo que lo había visto con estado de decaimiento, ¿sabe si recibió atención médica?
- No conozco.
- Juez José Mario Triputti: Al principio dijo que atendía en mayo del 76, practicaba derecho penal político con otro profesional, ¿qué le decían esas personas?
- De acuerdo a las circunstancias cada una de ellas tenía un relato. O lo habían detenido en la casa porque había una ley anticomunista y lo habían ido a buscar, entonces presentaba un habeas corpus. Otro caso fue un hecho en el arsenal de Pigüé que lo derivé porque era un delito común.
- Fue a través de varios años porque la puesta a disposición del PEN no viene del 76. Desde que me recibí empecé a presentar habeas corpus, había federal y también provincial.
- Juez José Mario Triputti: ¿Por qué cuando sale prefiere ir al Comando y no al juzgado? ¿No había garantías?
- No, absolutamente. Yo dije que los militares eran los que definían la situación y fui ahí.
- Juez José Mario Triputti: ¿Y por qué presentaba los habeas corpus si no confiaba en la justicia?
- Yo quiero aclarar que especialmente por el lado de mi mujer usamos contactos políticos importantes. Mi mujer es de San Luis, ahijada de Reynaldo Pastor, un político importante de mucho tiempo, de paso era suegro de Videla. Entonces usamos ese contacto a través de mi mujer y mi suegra porque los habeas corpus creo que en Bahía Blanca no lograron liberar a ninguna persona.
- Juez Jorge Ferro: ¿Esa situación de los habeas corpus se la hizo presente al presidente del Colegio de Abogados?
- En montones de oportunidades y no solamente al presidente sino a varios abogados también porque estaba convencido que en ese momento el criterio de terror generalizado que se había creado a través de la situación que habían planteado los militares en el poder se había trasladado a la justicia también. No conozco un solo caso en la justicia local de habeas corpus que haya dado por resultado la liberación de la persona. Digo más, el doctor Aggio, amigo mio, no dio ningún resultado y tuvo que recurrir al Senado de Estados Unidos para que le concedieran la posibilidad de expatriarse.
- Juez Jorge Ferro: ¿Qué le dijeron en el Colegio?
- No recuerdo ningún comentario.
- Juez Jorge Ferro: Hizo referencia a tratos inhumanos en la UP4, requisas violentas, golpes a estudiantes universitarios, ¿cuando obtuvo la libertad hizo denuncias respecto de eso?
- No, en ese momento me consideré bastante conforme con el hecho de haber logrado la libertad. Desde el gobierno de Isabel Perón había gente que seguía detenida, lo mio fue más liviano. No, no hice denuncia.
- Juez Jorge Ferro: ¿Escuchó hablar de La Escuelita?
- Sí, era conocida. Era un lugar donde había detenidos clandestinos, situada más o menos a unos tres mil metros del Comando. Tanto Benamo como Miramonte suponen que estaban en La Escuelita.
- Juez Jorge Ferro: ¿Como presidente de la APDH hizo alguna denuncia?
- No, yo particularmente no pero entiendo que la asamblea comenzaba a hacer una serie de denuncias. Yo personalmente o como presidente firmé un montón de comunicados, no sé si alguno de ellos involucraba a La Escuelita o no. Estaban vinculados a dos cosas fundamentales, uno los hechos que se iban conociendo de la dictadura a medida que se perdía el miedo y lo otro de malostratos en comisarías y todo eso.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Fue gerente de la Caja de Crédito?
- No, síndico. (Relata su carrera en la Caja de Crédito)
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Conoció empleados que hayan sido secuestrados?
- No.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda a Nélida Deluchi?
- Recuerdo detenidos como Furia. También por un breve pedido de tiempo un señor Naifleish y un señor Pilchik. Furia fue detenido, maltratado y tengo la convicción de que su muerte, que se produjo poco después, fue consecuencia de ese trauma.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Supo quiénes fueron los responsables?
- No. Las autoridades de la Caja de Crédito se entrevistaron con autoridades militares porque cumpliendo un poco con decisión propia y por otra parte por decisión de la familia pusieron en cargo que ellos eran los autores de lo sucedido con Furia.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda a Nélida Deluchi?
- Sí, la conozco pero no la situación de ella.
- Fiscal Abel Córdoba: ¿Recuerda si era empleada de la Caja de Crédito?
- Tal vez en algún momento, si es que no confundo con otra persona.
Bahía Blanca, 06feb12
Corresponsales del Equipo Nizkor
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