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1mar02
Comunicado público de sacerdotes católicos, laicos y de algunas comunidades con relación a las declaraciones de Mons Baseotto.
Las informaciones que se han hecho públicas dicen que el Obispo Castrense, Mons. Baseotto se ha reunido con 7 miembros de la Corte Suprema de Justicia para solicitar que se reconozca -en nombre dela inquietud de sus fieles, las FFAA- la constitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Los abajo firmantes rechazamos tanto esta solicitud del Obispo Castrense -que parece ser cierta, ya que no la ha desmentido- como la posibilidad de que las leyes de la impunidad sean reconocidas como constitucionales por una Corte de dudosa legitimidad.
Como Obispo de Roma, y Pastor de la Iglesia universal, el Papa debe velar por el cuidado de toda la Iglesia. Muchas veces, una medida que puede ser positiva para toda la Iglesia, puede no ser la medida deseada en un determinado tiempo y lugar.
Este parece ser el caso de la erección de diócesis castrenses en determinados lugares del mundo. Después de las atrocidades y crímenes aberrantes, del terrorismo de estado y la cobardía manifiesta de abusar de mujeres, apropiarse de menores, torturar y asesinar a personas detenidas e indefensas, violar la propiedad privada de los detenidos, las Fuerzas Armadas Argentinas estuvieron ante la oportunidad única de reconciliarse con la sociedad juzgando a los principales responsables.
Prefirieron, en cambio, asumir una actitud de cuerpo y actuar como tal. Hubo sí, una actitud pública teórica del general Martín Balza, pero las actitudes del mismo Ejército en ese momento (recordemos la actitud de generales retirados) y las de su sucesor, el general Brinzoni, mostraron que las palabras del general no eran "la palabra del Ejército Argentino".
Es a estas Fuerzas Armadas, y en este tiempo, que se las ha reconocido como una "Diócesis", ya no territorial, sino "temática", con seminario propio, catedral propia y obispo propio. Desde hace unos pocos meses fue elegido para este cargo, Mons. Antonio Juan Baseotto.
Con respecto al mismo período de tiempo, la Conferencia Episcopal Argentina siguió otro camino, diferente al seguido por las FFAA, y -de un modo que para muchos fue tardío e insuficiente- pidió perdón a la sociedad. Es justo decir que no hicieron lo mismo otros grupos de la nación (empresarios, MCS, sindicatos...). Sin embargo, en lamentable coherencia con otros obispos castrenses, como Tortolo y Bonamín, el hoy titular del Obispado Castrense, Mons. Baseotto, parece actuar más en coherencia con los cuerpos del Ejército, que con las palabras de los Obispos.
Dice Mons. Baseotto que tuvo una reunión con los miembros (7 de ellos) de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El objetivo de la misma era "velar por la inquietud de sus fieles", refiriéndose a la incertidumbre de varios miembros de las Fuerzas Armadas por la posibilidad de que las leyes de "Punto Final" y "Obediencia Debida" sean declaradas inconstitucionales. Mons. Baseotto, antes de desempeñarse como obispo castrense, fue obispo de Añatuya, en Santiago del Estero, una de las diócesis más pobres del país. Y nunca -que nos conste- se reunió con el más alto tribunal para "velar por la inquietud de sus fieles". Durante más de una década decenas de leyes perjudicaron en particular a los más pobres, y no se oyó jamás la voz del Obispo (recordando, además, que era el encargado nacional de la Colecta Más por Menos).
Podríamos nombrar decenas de leyes, algunas de dudosa constitucionalidad, que jamás merecieron comentario público del Obispo. No se lo escuchó hablar de las privatizaciones, de la destrucción del aparato productivo, de la aniquilación de las economías regionales, de las rebajas de salarios, del descuento del 13 % a los jubilados... El Obispo permaneció en silencio, al menos ante la Corte Suprema.
Las leyes de Punto Final y Obediencia Debida buscaban, se dijo de un modo falaz, la pacificación. Es evidente que ello no ocurrió, y que el Obispo insista en lo mismo revela si no ignorancia, ingenuidad, o incluso complicidad. Si todos somos iguales ante la ley, ¿por qué existe una ley de Punto Final? ¿existe una ley análoga para delitos comunes, o "de los comunes"? Sobre la Obediencia Debida, el mismo Concilio Vaticano II (Gaudium et Spes 79), que el Obispo debe haber leído, hace expresa crítica a cualquier argumento semejante:
"Teniendo presente esta postración de la humanidad el Concilio pretende recordar ante todo la vigencia permanente del derecho natural de gentes y de sus principios universales. La misma conciencia del género humano proclama con firmeza, cada vez más, estos principios.
Los actos, pues, que se oponen deliberadamente a tales principios y las órdenes que mandan tales actos, son criminales y la obediencia ciega no puede excusar a quienes las acatan. Entre estos actos hay que enumerar ante todo aquellos con los que metódicamente se extermina a todo un pueblo, raza o minoría étnica: hay que condenar con energía tales actos como crímenes horrendos; se ha de encomiar, en cambio, al máximo la valentía de los que no temen oponerse abiertamente a los que ordenan semejantes cosas".
Cuando visitó Roma para la visita periódica al Papa, con ocasión de los saqueos y movimientos populares del 2001 -quizá haciendo campaña para el Obispado Castrense- Baseotto afirmó que en el Gran Buenos Aires la gente estaba armada, y que había células de la guerrilla latinoamericana. Quizá por estar en un pueblo olvidado de las autoridades, el obispo desconozca la realidad del Gran Buenos Aires: después de los saqueos, las fuerzas policiales fueron por todos los barrios alentando el miedo e informando que de barrios vecinos (en general nombrando los barrios pobres de supuesta mala fama: Villa Itatí, Fuerte Apache, la Cava...) venían "hordas" a saquear barrios. Esto, que luego fue interpretado como un operativo de desmovilización, en especial después que -se decía- punteros políticos del Gran Buenos Aires alentaron los saqueos, evidentemente condujo a que la gente mostrara sus armas. Es cierto que hay muchas armas en el Gran Buenos Aires, como así también las hay en muchos barrios de la Ciudad de Buenos Aires; ¡y armas muy importantes por cierto!, pero debería saber el Obispo (incluso Telenoche Investiga mostró algo de esto) que las armas les eran provistas o vendidas por los mismos organismos de seguridad -Ejército incluido- y no por guerrilleros latinoamericanos.
Aún queda un elemento a tener en cuenta: la honorabilidad de la Corte Suprema. No es preciso hacer mención al enorme descrédito del que "goza" la Justicia en la población. Los mismos Obispos, en la frustrada "Mesa del Diálogo" hicieron referencia a la necesidad de muchas "renuncias" que nunca ocurrieron. Incluso un evidente "chantaje" frenó un juicio político que parecía bien encaminado. Recurrir, entonces, a una corte de la vergüenza, parece más destinado a lograr un escudo protector que a conseguir una imparcial administración de la justicia.
Visto todo esto podemos sintetizarlo de la siguiente manera: no se manifiesta un ardiente celo por la situación de los pobres; no hay una preocupación por la verdadera justicia, sino que se pretende influir sobre ella, como ya lo viene haciendo el Ejército; no se manifiesta fidelidad al Concilio Vaticano II; ni se procura una igualdad ante la Ley de todos los ciudadanos, entendiendo que hay ciudadanos de "primera" y de "segunda"; no parece haber coherencia con el Episcopado Argentino (al menos con lo que éste ha dicho públicamente); no parece preocupado por la verdad, sino que parece defender una ideología por todos conocida. Por todo esto, queremos expresar nuestro sincero rechazo:
- repudiamos las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, y esperamos que se reconozca a la brevedad su inconstitucionalidad;
- rechazamos el accionar de Mons. Baseotto y lo invitamos al silencio, al arrepentimiento y a una manifestación pública de fidelidad a la Iglesia, que sus actos manifiestan rechazar;
- desconocemos la legitimidad de la actual Corte Suprema de Justicia que, aunque reconociera la inconstitucionalidad de las leyes en cuestión, se ha manifestado en reiteradas oportunidades comprometida incondicionalmente con el modelo y los personajes políticos que destruyeron la Nación, y perjudicaron en particular a los pobres;
- invitamos al Ejército y demás fuerzas de la Nación, a comprometerse en la verdadera defensa de la Patria, defendiendo los derechos de los pobres, de las víctimas, reconociendo públicamente sus errores, renunciando a actitudes corporativas que defiendan a los responsables del horror y la muerte;
- renovamos nuestro compromiso con la Paz, que supone verdad y justicia, como los mismos Obispos Argentinos lo han manifestado, y repudiamos el ocultamiento, la injusticia y el terrorismo de estado;
- renovamos nuestro compromiso con la defensa de los Derechos Humanos y repudiamos toda violación de ayer o de hoy, amparada bajo la institución bajo la que se ampare;
- rechazamos la Doctrina de la Seguridad Nacional, que enlutó nuestro país, y que es -incluso- la ideología que pone a la humanidad ante el riesgo de una nueva guerra en Irak.
1 de marzo de 2003
Sacerdotes
Víctor Acha, Córdoba: Ponciano Acosta, Formosa; Pablo J. Agüero fm, Quilmes; Sergio Agüero fm, Merlo-Moreno; Nicolás Alessio, Córdoba; Ignacio Blanco, Quilmes; Javier Buere, Quilmes; Pablo J. Bustos sdb, Santa Rosa; Rubén Capitanio, Neuquén; Marcelo Ciaramella, Quilmes; Juan Angel Deuzeide, San Carlos de Bariloche; Pablo Escariz, Merlo-Moreno; José Antonio Farfán palot, Córdoba; Claudio Faivre Duboz, Alto Valle de Río Negro; Guillermo Fernández Beret op, Santiago del Estero; Hugo Finola, Quilmes; Fermín Gauna, Quilmes; Carlos Gómez, La Plata; Juan José Gravet, Rosario; Bernardo Hughes cp, Buenos Aires; Hernán Ingelmo, Neuquén; Juan Pablo Lavigne, Neuquen; Eduardo Leuzzi fm, Merlo-Moreno; Jorge Marenco, San Isidro; David Meza, Quilmes; Miguel Angel Muñoz sdb, Quilmes; Francisco Murray cp, Buenos Aires; Juan Carlos Ortiz, Córdoba; Magín Paez, Neuquen; Marcelo Pérez cp, Buenos Aires; José Piguillem, Merlo-Moreno; Carlos Ponce de León, Córdoba; Antonio Puigjané ofmCap, Buenos Aires; Antonio Qualizza, Neuquen; Roberto Queirolo, La Rioja; Vicente S. Reale, Mendoza; Luis Rodríguez svd, Lomas de Zamora; Juan José Romero palot, Córdoba; Julio Sabagh, Santiago del Estero; Carlos Saracini cp, Buenos Aires; Marcelo Sarrailh, Córdoba; Adolfo Segovia, Rosario; Eduardo de la Serna, Quilmes; Daniel Siñeriz, Rosario; Teodoro Timpte, Quilmes; Salvador Yaco, Rosario.
Religiosos, institutos seculares y diáconos
Liliana Josefina Badaloni, Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús; Leticia Batista, dominica; Alejandro Bruni, La Salle; Ricardo L. Carrizo (diácono), Quilmes; Teresa Cuningham, dominica; Caitríona Gorman, dominica; Ana Padró, cristífera; Martha Pelloni, carmelita misionera teresiana; Carlos Ramírez (diácono), Rosario; Cecilia Sayavedra, hijas de Jesús; Ariel Zottola, operario diocesano;
Laicos
Luis Angel Abdón, Neuquén; Guillermo Acedo, Lomas de Zamora; Maia Alaluf, Santa Fe; Juan Aníbal Albaytero, Quilmes; René Alcaraz, Rosario; Gabriel Andrade, Rosario; María Adela Antokoletz, Buenos Aires; María Patricia Astelarra, Buenos Aires; Luis Alejandro Auat, Santiago del Estero; Cristina Avendaño, Chubut; Viviana Avendaño, San Isidro; Soledad Badalá, Rosario; Antoni Badia, Barcelona, España; Roberto Baigorri, Rosario; Adelaide Baracco, Barcelona España; María Laura Barral, Buenos Aires; María Adela Barraza, Córdoba; Ana Ramona Barrios, Reconquista; Nancy Bedford, Iglesia Evangélica Bautista; Viviana de Belluscio, Buenos Aires; Ramón Jerónimo Benítez, Reconquista; Herman Blaumann, Bariloche; Fidel Luis Bocchicchio, Lomas de Zamora; Mary Boero, Neuquén; Máximo Boero, Neuquén; Nestor Borri, Buenos Aires; Susana Botindari, Quilmes; Rodolfo Braceli, Buenos Aires; Mirta Braida, Buenos Aires; Rodolfo Brardinelli, Quilmes; Ernesto Bruna, Tucumán; Luis Bruna, Tucumán; Damián Burgardt (seminarista), Quilmes; Bernardo Busso, Neuquén; Claudia Candelmi, Neuquén; Cecilia Canevari, Santiago del Estero; Osvaldo J. Capitanio, La Plata; Miguel Alberto Cárdenas, Neuquén; Silvia Carrafiello, Rosario; Jorge Carreras, Rosario; Cristina Castello, Buenos Aires; Alejandro Castillo, Rosario; Rufino Castillo, Rosario; Gabriela Castori, Quilmes; José L. Chiclana (Neuquén); Carolina Conegliano, Tucumán; Nancy Cordero, Tucumán; Carlos Corral, Mercedes-Luján; Rosa Correa, Neuquén; Graciela Córsico, Buenos Aires; Katherine Cortés Guerrieri, Buenos Aires; Margarita P. Cuenca, Quilmes; Marta Deschamps, Rosario; Alejandro Dausá, Cuba; Ana Del Castillo, Reconquista; Isabel Del Castillo, Reconquista; Sergio Del Castillo, Reconquista; Juan Carlos DiMarco, Iguazú; Zulma Duarte, Mercedes-Luján; Nora Enecoiz, Buenos Aires; Adrián Eslaiman, Morón; Nelly Evrard, Alto Valle de Río Negro; María Cristina Faris, Neuquen; Sandra Ferrero, Neuquen; Susana Ferrini Colodrero, Córdoba; Raúl Franco, Rosario; Lorena Gargiulo, Lomas de Zamora; Pablo Herrero Garisto, Avellaneda-Lanús; Dora Giannoni, Buenos Aires; Lidia Giannoni, Buenos Aires; Marcelo Gil, Buenos Aires; Griselda González, Neuquen; Octavio Groppa, Buenos Aires; Ana Maria Guedón, Rosario; Valeria Herrera, Buenos Aires; Omar Huenchuleo, Neuquen; Ernesto Iglesias, Madrid, España; Omar Isern, Rosario; Ignacio de Isla, Lomas de Zamora; Ana María Ithurralde, Quilmes; Marta I. Kaupert (Neuquén); Juan Andrés Leiva, Mendoza; Josefa Lepori, Neuquén; Sylvia Lesa, San Roque; Mariángeles López, Santa Fe; Carlos López de Belva, Buenos Aires; Dante López Foresi, Buenos Aires; Liliana López Foresi, Buenos Aires; Daniel Maidana, Bahía Blanca; Fortunato Mallimacci, Buenos Aires; Mirta Mansilla, Quilmes; María Belén Mantilaro, Neuquén; Guillermina I. Marino, Quilmes; Marcelo Marmet, Paraná; Maria Laura Méndez, Rosario; Mirta Edith Mercado, Neuquén; Rafael Monti, Rosario; Alejandra Morzán Avellaneda, Reconquista; Gustavo Naser, Córdoba; Concepción Nicolás Martínez, Murcia, España; Valeria Nicora, Córdoba; María Ester Obarrio, San Isidro; Emilio Ricardo Ocampo, Neuquen; Cecilia Olguín, Neuquen; Margarita Rosa Osés, Neuquen; Francisco J. Parra, Córdoba; Cecilia Percara, Neuquen; José Luis Pereira, Neuquén; Leonardo Pérez Esquivel, Buenos Aires; Elena Picasso, Neuquén; Osvaldo M. Pisso, Rosario; María Gabriela Pisani, Quilmes; Jesús Plaza, La Plata; Matilde Quarraccino, San Isidro; Walter Quiroga, Francia; Inés de Ragni, Neuquen; Oscar Ragni, Neuquen; Héctor Hugo Rearte, Neuquen; Dolores de Rigoni, Neuquen; Angel Rodríguez Melgarejo, Buenos Aires; Julio Rudman, Mendoza; Verónica Rusch, Río Negro; Jorge Nelson Salaburu, Neuquen; Cecilia Salguero, Neuquén; Gloria Elizabeth Sánchez, Neuquen; Mónica Scagliotti, Buenos Aires;; Antonio Marín Segovia, Valencia, España; Fátima Setti, Tucumán; Andrea F. Silva, San Isidro; Pedro Bernardo Solís Cordova, Neuquen; Jorge Soneira, Buenos Aires; Daniel Sotelo, Lomas de Zamora; María del Carmen Suárez, Tucumán; Eduardo C. P. Valli; María Cristina Van Gelderen, San Isidro; Roberto White, Rosario; Ezequiel Zapiola,San Isidro; María Antonia Zapiola, San Isidro; Edgar Zavala Rubio, Neuquén;
Comunidades
Asamblea de Mujeres por la Paz (España); Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata (Mesa Directiva); Asamblea Popular Intersalud de Tigre (San Isidro); Asoc. Madres de Plaza de Mayo (Delegación Neuquén y Alto Valle); Carpa de la Resistencia (Rosario); Carpa de la Unidad (Ex-Cordón Industrial, Rosario); CEBs (Rosario); Centro Nueva Tierra; Comunidad Adsis, Florencio Varela (Quilmes); Comunidad San Pablo, Neuquén; Comunidades de Base(Córdoba); Comunidades Cristianas por la Justicia y la Dignidad (Córdoba); Comunidades parroquiales de las parroquias San Cayetano, Crucifixión del Señor, Niño; Jesús de Praga, María y José, Ntra. Sra. del Valle, Preciosísima Sangre (Córdoba); Equipo de Pastoral Social (Neuquen); Fundación Jaime de Nevares - Centro de Capacitación Laboral y Organización Solidaria. , Neuquen; Fundación SERPAC (Servicio para la Comunicación y Capacitación, de la Diócesis de Neuquén); Grupo de Apoyo a Madres, de Neuquén; Grupo Obispo Angelelli (Rosario); Grupo Seminarios de Teología (Córdoba); Grupo Seminarios de Teología (Misiones) Radio Comunidad E. ANGELELLI F.M. 106, Neuquen; Red de Fe y Política (regional Córdoba); Red de Fe y Política (regional Misiones); Red por la Cultura de la No Violencia (Santiago del Estero); Al Sur del Sur. Plataforma contra la Impunidad y los DDHH (España); Associació de veïns i cultural Cercle Obert de Benicalap, Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro (Valencia - España)
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