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24jun06
Anzorreguy declaró que se pagó a Telleldín porque lo decidió Menem.
El ex jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), Hugo Anzorreguy, volvió a admitir ayer que fue él quien dispuso el pago de 400 mil dólares a uno de los imputados en la causa AMIA. Agregó que lo hizo a pedido del juez que investigaba el hecho y, sobre todo, por decisión del entonces presidente Carlos Menem.
Anzorreguy ya había reconocido el desembolso de ese dinero hace tres años, al declarar como testigo en el juicio oral que terminó con la absolución de los cinco procesados por integrar la supuesta conexión local del atentado. Ayer lo hizo por primera vez en una indagatoria, sospechado él de participar de la maniobra que derivó en la estrepitosa caída de la investigación.
Esta segunda causa —la de las irregularidades del caso AMIA— está a cargo del juez Ariel Lijo. Anzorreguy se presentó ayer en su juzgado, se negó a contestar preguntas y, a cambio, dejó ahí 48 carillas con sus razones. Sostuvo que "el Estado se había comprometido en el esclarecimiento del atentado" y que tenía "instrucción precisa y tajante" de Menem de poner a disposición de Galeano "todo" lo que estuviera a su alcance: "recursos humanos, materiales y dinero en efectivo".
El atentado contra la mutual judía se produjo el 18 de julio de 1994 y produjo 85 muertes. El sumario que Galeano envió a juicio se basó en la supuesta confesión de uno de los acusados, el reducidor de autos Carlos Telleldín, que involucró a cuatro policías bonaerenses. Anzorreguy y varios agentes de inteligencia terminaron de confirmar en 2003, ante el Tribunal Oral Federal 3, que aquellos dichos de Telleldín estuvieron motivados por los 400 mil dólares que le dio la SIDE.
Destituido el año pasado, Galeano declarará ante Lijo el jueves próximo; el Gobierno, por medio de una oficina del Ministerio de Justicia, pidió su detención. Otros imputados son los fiscales del caso, Eamon Mullen y José Barbaccia, y el ex líder político de la colectividad judía, Rubén Beraja; no figuran en la lista el ex ministro Carlos Corach ni Menem.
Anzorreguy se desempeñó como jefe de Inteligencia entre enero de 1990 y diciembre de 1999. En su escrito, afirmó que Galeano le envió un oficio a pocas horas del ataque a la AMIA; él le contestó a los tres días, poniéndose a disposición. "Tenía claro que no debía negar ningún recurso que me fuera requerido", destacó en su presentación de ayer, bajo el subtítulo "La entrega del dinero al Dr. Galeano".
Continuó Anzorreguy: "(El juez) me manifestó que la causa estaba atascada, que la familia de Telleldín estaba amenazada y que garantizar su seguridad iba a permitir que éste declarara lo que hasta allí venía omitiendo". Y a los "15 o 20 días", el espía Patricio Finnen se llevaba un maletín con los 400 mil dólares que, previa escala en Tribunales, terminaron en la cuenta bancaria de Telleldín. "Habiendo cumplido con lo que aún considero el contenido de mi obligación funcional —concluyó el relato— me desentendí de la cuestión".
Lo que Anzorreguy negó en todo momento es que él estuviera al tanto de que la plata iba a servir para que Telleldín acusara falsamente a los policías. Esa es la estrategia de su defensa: por un lado, admitir el pago con fondos reservados porque él, como jefe de Inteligencia, estaba autorizado a hacerlo; por otro, asegurar que ese pago tuvo un fin lícito, como proteger a alguien amenazado, y no uno ilícito, como lo sería pagar por una confesión falsa.
El cargo que pesa sobre el ex titular de la SIDE es el de peculado, un delito que se castiga con una pena de hasta 10 años de prisión. Su abogado es Fabián Eduardo Musso, del estudio de Esteban Righi, actual jefe de todos los fiscales federales.
Fuentes judiciales consultadas por Clarín confiaron que al juez Lijo no le convencieron mucho los argumentos de Anzorreguy.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 24jun06]
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