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23ene15
Cristina: a Nisman "lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto"
Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible." Lo aseguró la presidenta Cristina Fernández en otra extensa una larga carta que publicó ayer en Facebook y dijo estar convencida de que la muerte de Alberto Nisman no fue un suicidio, al plantear una serie de interrogantes sobre cómo sucedieron los hechos. Además, afirmó que la denuncia que presentó el fallecido fiscal especial de la causa AMIA "se derrumba y constituye un verdadero escándalo político y jurídico".
La carta lleva el título "AMIA y la denuncia del fiscal Nisman" y la bajada: "Los espías que no eran espías. Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio". Con ese texto, la presidenta hizo pública, de manera explícita, su postura sobre la muerte del fiscal y la denuncia en la que la imputaba junto al canciller Héctor Timerman y a dirigentes sociales y políticos por acordar presuntamente la impunidad de los sindicados de haber volado la mutual judía a cambio de la provisión de petróleo.
"Hoy no tengo pruebas pero tampoco tengo dudas. Había que traer(lo) urgente al país para aprovechar el estrépito internacional provocado por los actos terroristas ocurridos en Francia. Nisman mismo lo expresa en su chat cuando dice que no lo imaginaba tan pronto, refiriéndose a lo que venía a hacer en su retorno imprevisto", aseguró la presidenta sobre su hipótesis.
A esa idea, la inscribió en un contexto más amplio, local e internacional: "El estrépito de la denuncia, sumado al marco internacional por lo sucedido en Francia, que aún sin pruebas ni sustento, plagada de información 'plantada' quedaba sepultada por la muerte del fiscal. Eso sí, bajo la forma de aparente suicidio."
Operación muerte
"La denuncia del fiscal Nisman nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el gobierno. Se derrumbaba a poco de andar. Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca. La verdadera operación contra el gobierno era la muerte del fiscal después de acusar a la presidenta, a su canciller y al secretario general de La Cámpora de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista de la AMIA", razonó Cristina tras analizar tramos de la denuncia que el martes hizo pública la Corte Suprema de Justicia.
La jefa de Estado planteó "nuevos interrogantes" sobre la muerte de Nisman y aludió a su carta abierta del 19 de enero -cuando aún no se conocía el texto completo de la denuncia- y recordó que en aquel momento había escrito: "¿Suicidio?", con signos de pregunta. A continuación, repasó una serie de indicios en los cuales basa su hiótesis aunque, según remarcó, no tiene pruebas.
"¿Por qué se iba a suicidar alguien que en su chat explica que la tenía pensada (NdR: presentar la denuncia) hace tiempo pero que la había tenido que adelantar? ¿Tal vez lo hicieron venir por lo ocurrido en Francia? ¿O estaba pensada para la campaña presidencial? ¿O tal vez se adelantó por los cambios efectuados en la Secretaría de Inteligencia?" (SI), se preguntó primero.
"¿Por qué se iba a suicidar alguien que el sábado a las 18:27 le envió una foto a Wolff, miembro de la DAIA, de su escritorio, donde se ven papeles y resaltadores y le aseguraba que se estaba preparando para la reunión del lunes en Diputados?", continuó acompañando la foto en cuestión.
También abrió interrogantes por el pedido de un arma que hizo el fiscal a su colaborador Daniel Lagomarsino. (Nisman tenía registradas dos armas a su nombre en el RENAR). Y sugirió que se le otorgue "mucha protección" al asesor informático. Remarcó, además, que el ingreso al lugar donde estaba el cuerpo de Nisman de un médico privado de Swiss Medical, la empresa de medicina privada del fiscal, antes de dar cuenta al juez era sugerente e irregular.
Palmaghini
Cristina dedicó otro párrafo de su carta a los posteos en redes sociales de la jueza interviniente, Fabiana Palmaghini. "Son de neto corte opositor hacia el gobierno y hasta ofensivas hacia la figura presidencial", opinó. Además, recordó que es la misma magistrada que trató la causa del 'suicidio' de Lourdes Di Natale, ex secretaria de Emir Yoma. "Lo denunció por pago de coimas y fue una figura clave en la venta ilegal de armas. La causa se cerró y Lourdes sigue 'suicidada'", sostuvo.
En sintonía con lo que el miércoles habían expresado los ministros de su gobierno, la jefa de Estado dijo que confirmó "sus peores sospechas" y desestimó las pruebas con las que decía contar el fiscal. Incluso citó el titular del diario Buenos Aires Herald "Nada nuevo". Aseguró que al fiscal "'le plantaron' información falsa" y recordó que "los presuntos" agentes de inteligencia que Nisman identificaba como miembros de una 'SIDE paralela" en conexión directa con la presidenta, Ramón Allan Bogado y Héctor Yrimia, nunca habían pertenecido a la SI.
Cristina también se refirió al ex director general de Contrainteligencia, Antonio Stiusso, jubilado en diciembre por el nuevo director de la SI, Oscar Parrilli, de quien Nisman dijo a la señal TN que hacía todo lo que él le pedía y le suministraba información para la causa AMIA. "Si Stiusso era el que le daba toda la información que Nisman pedía y tenía, es más que evidente que fue el propio Stiusso el que le dijo (¿o le escribió?) que Bogado e Yrimia eran agentes de inteligencia". Y avanzó: "¿Es posible que se haya olvidado que él mismo lo había denunciado en noviembre (...) y se había iniciado causa judicial?"
En otro párrafo, con ironía, planteó sus dudas sobre el supuesto agente iraní Jorge Khalil, mencionado en la denuncia y que además es afiliado del PRO. "Resulta extraño que quien profesa con tanto fervor la fe islámica, lo cual merece mi mayor respeto y es un incondicional defensor de la República Islámica Irán, algo completamente legal en Argentina, se asocie con dirigentes de un partido manifiestamente anti iraní. Porque si bien los parientes no se eligen, los socios comerciales sí", aseguró.
Una vez que terminó con esa serie de razonamientos e interrogantes, repasó las conclusiones. "Si entonces todo es falso. Si los agentes no son agentes. Si Interpol, en la persona de su ex jefe Ronald Noble, demolió la acusación sobre las alertas rojas afirmando que lo que decía Nisman era falso. Si el comercio con Irán decrece en vez de aumentar luego del Memorando. Si los que venden granos no son ni la presidenta ni el canciller, ni el secretario general de La Cámpora, sino en forma privada y sin intervención del Estado, entre otras, las firmas: Bunge, Cargill, Nidera, Oleaginosa Moreno de la firma suiza Glencore, Aceitera General Deheza, Molinos Río de La Plata, Vicentin, inclusive el Sr. Jorge Aranda, directivo de Clarín, quién triangula operaciones de venta de arroz a Irán a través de la firma Molinos Libres SA", enumeró con la clara intención de desestiman la solidez de la denuncia que, definió, se caía como "un castillo de naipes".
[Fuente: Tiempo Argentino, Bs As, 23ene15]
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