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11abr08
La ignorancia de un ministro
Señor director:
Es muy triste terminar de comprobar que el hombre que maneja la seguridad en nuestra provincia es un ignorante.
A pesar de autodefinirse como garantista (¿?), ser especialista en derecho penal, docente universitario y de haber contribuido a la elaboración del Código Procesal Penal que rige en una parte de Mendoza, el ministro de Seguridad, Juan Carlos Aguinaga, es un ignorante. Es simple: el ministro ignora (Real Academia Española: "Que no tiene noticia de algo") lo que ocurrió durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez, a pesar de, como afirma, haber ejercido como abogado en aquel tiempo. Más aún, desconoce lo que pasó en la provincia de Mendoza gobernada entonces por Antonio Cafiero, luego Luis María Rodríguez y, hasta el golpe, por el general retirado Pedro León Lucero. Y más todavía, ignora lo que pasó aquí después del 24 de marzo de 1976. Por ello es imprescindible aclararle al ministro que el terrorismo de Estado comenzó antes de esa fecha nefasta, cuando se produjeron numerosos atentados con bombas de miembros de las fuerzas de seguridad, el asesinato y la desaparición de 20 mendocinos; con la existencia de centros clandestinos de detención en la Colonia de Papagallos, el D-2, y el Chalecito de Panquehua; secuestros y asesinatos de dirigentes opositores en el piedemonte mendocino. Las miles de víctimas en todo el país así lo certifican.
De todo esto, si tiene intención de aprender, el ministro puede anoticiarse mediante la consulta al monumento que el propio Poder Ejecutivo, del que forma parte, colocó el 24 de marzo en la explanada de la Casa de Gobierno. Sería bueno que, además de leer el mármol con los nombres de las más de 200 víctimas, Aguinaga se diera una vuelta por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, donde hay un grupo de mujeres valientes que hace más de 30 años viene investigando y denunciando lo que ocurrió en los años oscuros de los ’70.
Sería bueno, para que se informara, en vez de chicanearlas con frases estudiantiles sobre las más que contundentes pruebas que han presentado ante la Justicia federal en contra de su protegido Carlos Rico Teijeiro. Aunque es comprensible, a esta altura, que sus argumentos sólo sean la descalificación y el menosprecio. Síntomas de un hombre acongojado. Todos los sectores comprometidos con la democracia ya se han expresado y lo han hecho con contundencia: el subsecretario de Seguridad, Carlos Rico Teijeiro, debe abandonar su cargo. Cada vez son más los legisladores, intendentes y funcionarios del partido gobernante que sienten náuseas contenidas cuando deben defender al ex comisario a pesar de sus convicciones. El desgastado argumento que sugiere esperar la resolución de la Justicia ya no convence ni a propios ni extraños. Nada impide que Rico Teijeiro renuncie y se someta a los tribunales como un ciudadano común. Le recuerdo al ministro que las víctimas del terrorismo de Estado esperan hace 32 años una respuesta del Poder Judicial. Que en Mendoza ninguna causa ha sido elevada a juicio y por lo tanto no hay ningún represor condenado. Y que, además, de los cientos de denunciados, una minoría ínfima está presa a pesar de la gravedad de los delitos que se les achacan: secuestros, torturas, violaciones y desapariciones.
¿Pretenderá el ministro que las víctimas esperen 32 años más para ver cómo un juez federal imputa, procesa y detiene, mientras la Cámara Federal condena a su subsecretario, obligándolo irremediablemente así a abandonar el puesto? Podría pasar tanto tiempo antes de que eso ocurra, que muchos familiares ya no estarán para verlo. Por su ignorancia, el ministro ha ingresado en un laberinto difícil de sortear. Primero dijo que Rico no tenía responsabilidad porque era muy joven; luego, que había cumplido órdenes; más tarde, que había hecho cursos "legales" enviado por su superioridad. Hace falta, parece, aclararle al ministro que lo que la dictadura llamaba lucha contra la subversión significa terrorismo de Estado. Que estar capacitado en esas tareas en aquellos años 1976, 1977 y 1978 implicaba saber de secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones.
Mendoza no se merece un ministro ignorante. Mendoza está más insegura.
Rodrigo Sepúlveda
DNI 22.208.350
Periodista y documentalista[Fuente: Por Rodrigo Sepúlveda, Cartas al director, Diario Uno, Mendoza, Arg, 11abr08]
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