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10oct01


Un empleado de la empresa Energisa persigue a la hija del alcalde de Gualaco.


La Coordinadora Nacional Contra la Impunidad (CONACIM) denuncia que Leidy Yolany Ulloa, hija del alcalde de Gualaco, Rafaeol Ulloa ha estado siendo perseguida por un carro color verde, doble cabina , con vidrios polarizados y sin placas, propiedad de la empresa hidroeléctrica ENERGISA, el cual era manejado por un hombre blanco y gordo, quien es empleado de dicha compañía.

El 03 de octubre anterior a eso de las 11:30 de la mañana, al bajarse del bus del Centro Universitario Regional de Olancho (CURNO), frente a una librería de Juticalpa, la siguió un carro, pero al verlo ella decidió meterse al establecimiento pero el vehículo continuó rondando el inmueble esperando que saliera.

El día anterior el mismo carro circuló varias veces por su residencia en Juticalpa. Lo mismo le sucedió a Gilberto Flores, un delegado de la palabra de Dios que en días pasados su hija sufrió este mismo tipo de persecusiones por el mismo vehículo de la empresa ENERGISA.

La semana anterior al 03 de octubre el alcalde Ulloa fue objeto de persecusión y de una posible emboscada por tres individuos, uno vestido de civil y dos de militar , estos últimos portaban chapas de la Policía NAcional Preventiva, uno de ellos estaba al frente de un auto doble cabina , color gris, modelo 95, doble cabina,los hombres estaban apostados en un lugar denominado Telica, en el tránsito de Gualaco al muninipio de Juticalpa, en el Departamento de Olancho.

Pasados unos 500 metros el alcalde decidió regresarse para pedirles identificación, pero el de civil se negó a proporcionarle aduciendo que no tenía por qué darle esa información.

Los mismos individuos llegaron por la mañana a la alcaldía de Gualaco identificándose como empleados de la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal (COHDEFOR) y preguntaron a la secretaria de la corporación por el alcalde Ulloa, después fue a la casa del edil a preguntar por él y su esposa.

El alcalde Ulloa junto a su Corporación municipal se oponen a un proyecto hidroeléctrica denominado Babilonia que tiene en marcha esa empresa, después que el Estado a través de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA) le otorgara una licencia ambiental sin llenar los requerimientos necesarios violentando la Constitución de la República; Ley General del

Ambiente, Convenios y tratados internacionales de Protección al Medio ambiente; la Ley de Municipalidades, entre otros instrumentos legales.

La Empresa ENERGISA mantiene un ambiente de zozobra contra la población de Gualaco que se opone al proyecto hidroeléctrico. Los ejecutivos de la compañía han dado órdenes a una compañía de seguridad que labora para ésta en el sentido que cualquier persona que llegue cerca de la construcción sea reprimido con balas vivas.

En la zona aledaña a la construcción del proyecto están ubicadas las fincas de más de cien productores de café que han sido desplazados por ENERGISA de sus propiedades. Toda esta información es manejada por el Estado, sin que haya tomado cartas urgentes en el asunto.

Los pobladores de Gualaco han sido objeto de represión además por la Policía Nacional Preventiva de San Esteban y Catacamas y recientemente de una delegación enviada desde la ciudad capital, quienes se han dado a la tarea de sembrar el terror en los habitantes a los que muchas veces pretenden concentrarlos en lugares abiertos para amedrentarlos.

El 22 de septiembre anterior Guillermo Espinal, uno de los dirigentes de las comunidades de Gualaco,organizados en la Central de Patronatos de La Venta de Gualaco (CEPAVEG) fue sacado por la fuerza de su trabajo en el Tribunal Nacional de Elecciones (TNE) de Juticalpa, donde labora como miembro del Partido Unificación Democrática (UD).

Hasta allí llegó un contingente policial diciéndole que los acompañara porque había una denuncia contra él, a pesar que Espinal invocó su inmunidad como miembro del TNE los elementos policiales hicieron caso omiso y se lo llevaron ilegalmente detenido hasta la sede policial del lugar donde lo mantuvieron por unas dos horas hasta que compañeros de trabajo llegaron a gestionar su libertad y a convencer a la policía que Espinal gozaba de inmunidad y no podía ser objeto de detención.

Los hechos ya fueron denunciados ante el ministro de Seguridad Gautama Fonseca, sin que hasta la fecha haya procedido a decirles las responsabilidades pertinentes a sus subalternos.

10 de octubre de 2001.

DDHH en Honduras

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Este documento ha sido publicado el 7nov01 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights